Ejecutivos de la compañía estatal brasileña Petrobrás pronosticaron que en un plazo no mayor de dos años podría producirse el hallazgo de hidrocarburos en el área contratada en Cuba por esa empresa.
Petrobrás y la Unión del Petróleo Cubana firmaron el día 18 un contrato para la exploración y producción de crudo en un bloque de 3.000 kilómetros cuadrados en mar abierto, al norte de la central provincia de Ciego de Avila.
En entrevista publicada este viernes por el semanario cubano Granma Internacional, Joel Rennó, presidente del ente estatal brasileño, dijo que el bloque contratado ofrece un potencial estimado entre 400 y 500 millones de barriles (siete barriles equivalen a una tonelada de crudo).
Rennó dijo confiar en que se descubrirán hidrocarburos el año próximo y en el 2000, y adelantó que en junio o julio dispondrán de la información suficiente para iniciar la instalación del primer pozo.
En ese sentido, consideró probable que a finales de 1999 ya esté en esa zona una gran plataforma especial para perforarlo y dentro de dos años, "como máximo", se podría "hacer un anuncio muy importante en el descubrimiento de hidrocarburos en Cuba".
De acuerdo con fuentes oficiales, los yacimientos de Ciego de Avila fueron los pozos de mayor dinámica de crecimiento de 1990 a 1997, contienen el petróleo de mejor calidad y logran los mayores niveles de productividad.
La sociedad de producción acordada entre Petrobrás y el complejo petrolero cubano establece un programa de exploración a riesgo en cinco etapas y seis años de duración.
Este período incluye estudios geológicos, reprocesamiento de las investigaciones sísmicas ya realizada y perforación de un pozo pionero con un costo estimado de 23 millones de dólares, entre otras líneas de trabajo.
El territorio en el que se explorará la existencia de hidrocarburos en la isla es de unos 140.000 kilómetros cuadrados, que incluye una plantaforma marina de 70.000 kilómetros cuadrados.
Rennó descartó preocupaciones por posibles "presiones externas" ante el convenio acordado con Cuba, a cuya firma asistió el presidente Fidel Castro. Petrobrás es una compañía técnica y Brasil un país independiente, subrayó.
Se trata de una decisión "importante, histórica, de nuestra compañía y nuestro gobierno tiene confianza en el trabajo que haremos en Cuba", añadió, según la versión de Granma Internacional.
A su vez, el ministro de Energía y Minas de Brasil, Raimundo Brito, calificó el convenio de "primer paso" en el fortalecimiento de las relaciones entre los dos países.
Fuentes de la embajada brasileña calcularon en 70 millones de dólares el comercio bilateral, 40 millones de dólares por ventas de Cuba.
El contrato con Petrobrás es el primero que suscribe Cuba con una empresa latinoamericana desde que a principios de la actual década se abrió el sector petrolero al capital extranjero.
En la actualidad, 10 empresas extranjeras (de Canadá, Suecia, Gran Bretaña y Francia, entre otros países) realizan trabajos de exploración y prospección en siete bloques de plataforma marina y 11 en tierra.
La ley de inversión extranjera de 1995 contempla, entre otras garantías, la libre transferencia al exterior de las utilidades y el capital y la no expropiación salvo por razón de interés nacional.
Además, según las autoridades cubanas, los bloques abiertos al capital foráneo en nada pueden verse afectados por la ley Helms- Burton, que contempla sanciones a firmas extranjeras que inviertan en sectores que hasta 1959 fueron propiedad estadounidense.
Al descartar tal eventualidad, fuentes oficiales recordaron que, según las leyes y disposiciones cubanas vigentes antes del 1 de enero de ese año, ninguna empresa que recibió concesiones para la prospección petrolera tenía derecho a la propiedad del territorio donde efectuaba sus actividades.
La presencia del mayor complejo industrial y comercial de Brasil en Cuba podrá "atraer y despertar el interés de otras empresas brasileñas" para negocios en Cuba, concluyó Rennó. (FIN/IPS/pg/mj/if en/98