La polémica sobre la función y los límites de la cultura en el sistema socialista estará presente esta semana en los debates del sexto congreso de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
El ministro de Cultura, Abel Prieto, reconoció en una comparecencia televisiva previa a la reunión intelectual que entre los creadores existen "discrepancias e insatisfacciones" con la política cultural en la isla.
El congreso de la UNEAC es la culminación de un proceso de reflexión que recogió las opiniones de más de 4.000 artistas, especialistas, promotores y dirigentes de la cultura, y representantes de todas las manifestaciones y movimientos artísticos.
Más de 320 creadores se reunirán tres días, a partir del jueves, para aprobar los documentos "Cultura y Sociedad" y "Cultura y Desarrollo" y hablar sobre sus problemas más urgentes tras ocho años de crisis económica.
La UNEAC, una organización no gubernamental pero estrechamente vinculada al Estado, surgió hace 35 años y agrupa a unos 4.800 artistas y críticos de arte con una obra consolidada.
El movimiento intelectual aspira a afianzar la identidad cubana, ganar el espacio que corresponde a la cultura en la sociedad, y abrirse al mundo en una articulación con lo que Prieto llama "universalidad real"
Para el ministro, "globalidad no es sinónimo de universalidad". La tendencia dominante globalizadora empobrece la imagen del universo en términos culturales con su "mensaje autoritario, monologante y hasta dogmático", afirmó.
Pero, por encima de cualquier inquietud a largo plazo o de los problemas cotidianos, el congreso intelectual tratará de continuar un largo proceso de definición del papel de la cultura en el socialismo.
La apertura cultural que empezó a gestarse hace más de una década pareció peligrar en febrero, cuando el presidente Fidel Castro calificó de "contrarrevolucionarias" las obras artísticas que critican la sociedad cubana actual.
Las palabras del presidente fueron además interpretadas como un llamado al retorno del realismo socialista como tendencia dominante en el arte, algo que fue superado por la política cultural en este país hace más de una década.
El arte cubano, pasando por la narrativa, la plástica, el cine, el teatro y la canción, se caracteriza por unir la tradición con las tendencias modernas y universales.
La intervención de Castro condujo a un encuentro de varias horas del mandatario con un amplio grupo de intelectuales, durante el cual se reafirmó la vigencia de la política cultural de los últimos años.
Al contrario de las tendencias predominantes entre artistas y escritores, el presidente estima que el arte revolucionario, más que criticar la Cuba de hoy, debe expresar el heroísmo de la población y convertirse en un llamado a la resistencia.
El congreso pretende "ampliar los espacios para el debate y la consecuente circulación de ideas" como esencia de una organización que potencia el talento y se opone "a la mediocridad y las concesiones facilistas", dijo el escritor Carlos Martí.
Martí, que se perfila como nuevo presidente de la UNEAC, ocupará ese puesto tras el período de incertidumbre que sucedió a la salida de Prieto de la presidencia, en febrero de 1997, cuando fue nombrado ministro de Cultura.
Por su parte, Prieto, un narrador de 48 años que dirigió la UNEAC durante nueve años, es considerado en medios intelectuales defensor fiel de los intereses de los creadores, incluso ante las más altas instancias del gobierno.
Para el ministro, la frase de Castro "dentro de la revolución todo, contra la revolución nada", que define la política cultural, tiene que interpretarse de forma amplia, libre de esquematismos y dogmas.
La dirección de la UNEAC y el Ministerio de Cultura coinciden en la defensa del derecho del artista a establecerse fuera de Cuba.
Hay una gran presión de los intelectuales contra "todo tipo de vestigio burocrático, relación administrativa, almidonada, autoritaria, entre las intituciones y los creadores", dijo Prieto, y reconoció que las estructuras culturales del país están "obsoletas".
Las críticas entrañan "en la inmensa mayoría" de los casos "una justicia cultural profunda". El artista "te habla siempre de establecer un compromiso doble, uno con la revolución y otro con la creación", dijo Prieto. (FIN/IPS/da/ff/cr ip/98