Al menos 42 muertos y el desplazamiento masivo de campesinos causaron en Colombia los ataques lanzados por guerrilleros izquierdistas y paramilitares derechistas tras el inicio la etapa de verifación de la zona de distensión creada para el diálogo de paz.
La Arada, un área rural del municipio de Río Blanco, en el central departamento de Huila, es escenario de una batalla entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y paramilitares, que determinó la huida de 220 campesinos.
Carlos Garcés, de la policía local, afirmó que la situación en Río Blanco es "muy crítica, por la llegada de los desplazados, a quienes se atiende con donaciones de la comunidad".
Garcés indicó que la lucha se libra desde el domingo, pero no hay datos confirmados sobre víctimas, porque el acceso a La Arada fue bloquedo por los combatientes.
Los paramilitares también atacaron en el noroccidental departamento de Antioquia, en las localidades de Vegachi y Remedios, donde hubo al menos nueve muertos, 20 desaparecidos que habrían sido ejecutados y cerca de cien campesinos desplazados.
La acción paramilitar fue atribuída por fuentes que pidieron no ser identificadas a una posible represalia por el atentado a mediados de octubre del insurgente Ejército de Liberación Nacional (ELN) al Oleoducto Central, a la altura del municipio de Segovia, en Antioquia, que causó cerca de 70 muertos.
También se informó este lunes la muerte de un agente de policía y de ocho guerrilleros en el municipio de López de Micay, del sureño departamento del Cauca, donde se trabaron en combate milicianos de las FARC y fuerzas regulares.
Así mismo, el Ejército comunicó la muerte el sábado de cinco guerrilleros de las FARC y dos agentes de policía en un centro urbano del municipio de Tuluá, situado en el noroccidental departamento del Valle del Cauca.
En Barrancabermeja, una ciudad del noroccidental departamento de Santander, el ELN y el Ejército Popular de Liberación se enfrentaron con la policía, con el saldo de un guerrillero muerto.
La situación militar demuestra que el diálogo de paz es una tarea plagada de dificultades, advirtió Alfredo Rangel, de la Fundación Social.
Las FARC, la organización rebelde más importante del país, se han lanzado a exhibir su poderío, y los paramilitares intentan tambiéna llegar en posición de fuerza a una eventual negociación con el gobierno, observó.
La ofensiva insurgente se cumple en momentos en que el gobierno intenta buscar una solución al primer problema surgido tras el retiro del Ejército de San Vicente del Caguán, Mesetas, Vista Hermosa, La Uribe y La Macarena, cinco municipios del sudeste cuya desmilitarización exigieron las FARC para abrir el diálogo con el gobierno.
El Ejército evacuó el viernes de San Vicente del Caguán a los últimos soldados que quedaban en el Batallón Cazadores, el principal de la región, pero las FARC denunciaron el sábado la presencia de 130 agentes de policía en esa guarnición.
Al repliegue militar siguió una etapa de verificación de la zona de distensión creada en los cinco municipios, en la que cada una de las partes comprobará el cumplimiento del acuerdo preliminar.
Según el comandante de las Fuerzas Armadas, general Fernando Tapias, los 130 agentes señalados por las FARC están desarmados y "cumplen funciones logísticas en la sede del batallón", donde serán alojados los funcionarios del gobierno y los delegados que participen en las mesas de diálogo.
Pero este lunes, familiares de los agentes de San Vicente del Caguán pidieron al gobierno que retire a éstos, para no expopnerlos a peligros. Las madres de los agentes anunciaron que ocuparán este martes de sede del batallón, en apoyo de su solicitud.
La petición fue respaldada también por el procurador (fiscal del Estado) Jaime Bernal, quien afirmó que si los policías están desarmados, "menos se justifica tenerlos en esa guarnición ya que pueden ser víctimas de un ataque".
El consejero presidencial para la paz, Víctor Ricardo, anunció una reunión, posiblemente el miércoles, con los delegados de las FARC que se encuentran en la zona, para analizar el caso de los agentes de policía del batallón de San Vicente del Caguán.
Ricardo informó así mismo que en los próximos días llegará a san Vicente del Caguán la Comisión de Acompañamiento creada por el gobierno con al aval de las FARC, que tendrá a su cargo canalizar las inquietudes de la comunidad en relación con el diálogo de paz.
De la comisión formarán parte personalidades nacionales y de paises que han ofrecido su apoyo como facilitadores del proceso de paz. (FIN/IPS/yf/ff/ip/98
