Grupos paramilitares de derecha arreciaron hoy sus ataques a la guerrilla y a la población en el norte y el sudeste de Colombia, con un saldo extraoficial de 21 muertos.
Once personas muertas, entre combatientes y civiles se contaron hasta este miércoles en el norteño departamento de Bolívar, donde las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional luchan desde el sábado contra los paramilitares.
El gobernador de Bolívar, Roberto Arrázola pidió al gobierno central una rápida intervención para acabar con la "guerra" en el sur del departamento "entre fuerzas irregulares" que tienen entre dos fuegos a la población.
Arrázola señaló que las Autodefensas Unidas de Colombia, que reune a todos los grupos paramilitares, anunciaron en agosto que antes de diciembre desalojarán a los guerrilleros izquierdistas del sur de Bolívar, y bombardean a éstos desde helicópteros.
El gobernador pidió a los habitantes de Altos del Rosario, Barranco de Loba, Arenal y Tiquisio que abandonen esas localidades, donde están en riesgo de ser blanco de los combatientes.
Así mismo, una comisión de la Defensoría del Pueblo (ombudsman) y de la Cruz Roja se desplazó el martes al área rural de Puerto Gaitán, en los límites entre los departamentos de Meta y Vichada, en el sudeste, para verificar denuncias de un ataque paramilitar que habría dejado 17 muertos.
El comandante de la división del Ejército que opera en la zona, brigadier Jaime Cortés, dijo a la radioemisora Caracol que sólo movilizará sus tropas cuando la defensoría del Pueblo y la Cruz Roja confirmen las denuncias, presentadas por pobladores.
Cortés advirtió que la división a su cargo no cuenta con suficientes recursos humanos para atender denuncias sin conformación plena.
Los paramilitares ya habían realizado el fin de semana otras incursiones, en varias localidades, con el saldo de 20 muertos.
Los casos más graves ocurrieron en Remedios y Vegachí, del noroccidental departamento de Antioquia, donde un grupo armado dió muerte a ocho personas y secuestró a otras 20 cuyo, de acuerdo con el testimonio de la población local.
El propósito de los paramilitares es tomar represalia de grupos de población a los que consideran base social de la guerrilla, señaló el Centro de Investigaciones y Cultura Popular (CINEP).
Carlos Castaño, jefe de las Autodefensas Unidas, afirmó en septiembre a la revista Semana que a los paramilitares les resulta "muy difícil distinguir quién es guerrillero y quién no" y por esa razón, "la masacre de sospechosos" es una advertencia a la población para que corte sus lazos con la guerrilla.
Los grupos paramilitares fueron responsables de 84 por ciento de los 187 casos de masacre (asesinato de más de cuatro personas en un mismo sitio) de 1997, la guerrilla de 14 por ciento y el ejército del resto, aseguró el CINEP.
Organizaciones no gubernamentales de derechos humanos han denunciado que los paramilitares tienen el apoyo de miembros de las Fuerzas Armadas.
Esas bandas armadas fueron creadas por hacendados y ganaderos con apoyo del Ejército en la década de los 70 para combatir a la guerrilla como grupos de autodefensa. El gobierno las declaró ilegales en 1998, debido a sus vínculos con el narcotráfico y sus violaciones a los derechos humanos.
Los paramilitares comunicaron en agosto su disposición a negociar la paz con el presidente Andrés Pastrana.
Pastrana afirmó que su gobierno mantiene su voluntad de dialogar con todos los grupos irregulares, e incluso con las Autodefensas Unidas, una organización con la que negociará de modo paralelo al previsto diálogo con la guerrilla. (FIN/IPS/yf/ff/ip/98
