El gobierno de Colombia anunció hoy que explicará formalmente por qué helicópteros y aviones militares sobrevolaron territorio de Brasil y aterrizaron en éste sin autorización, lo que originó una protesta de ese país.
Los artefactos transportaban soldados heridos en el combate librado con guerrilleros en Mitú, 530 kilómetros al sudeste de Bogotá, según portavoces oficiales. Pero el gobierno brasileño afirma que los militares colombianos usaron su territorio como centro de operaciones.
El ministro de Relaciones Exteriores, Guillermo Fernández, afirmó que responderá la protesta de Brasil, según la cual Colombia no esperó la respuesta a la solicitud formulada para aterrizar en su territorio.
Pero el embajador de Brasil en Colombia, Marcus Devicenzi, dijo al diario El Tiempo que Colombia violó la soberanía de su país "porque solo tenía nuestro permiso para aspectos meramente humanitarios y tomó una base nuestra como centro de operaciones para restacatar Mitú".
Mientras, el embajador de Colombia en Brasil, Mario Galofre quien recibió este martes la nota de protesta transmitida por el canciller Luiz Felipe Lampreia, fue llamado por la cancillería colombiana para explicar la situación.
"He recibido la información, la estamos evaluando y una vez que tenga todos los elementos el gobierno se pronunciará oficialmente", afirmó Fernández.
En principio, el canciller colombiano indicó que se había formulado una solicitud para ingresar a territorio brasileño con fines "meramente humanitarios", para la evacuación de soldados heridos.
Fernández aseguró, no obstante, que tendría que lamentar "cualquier malentendido" que haya podido presentarse en la operación con las autoridades brasileras.
Según el gobierno de Brasil, helicópteros y un avión de transporte colombianos aterrizaron en la pista de Querarí para reabastecerse de combustible y utilizarla esa base como apoyo a sus operaciones militares, antes de haber obtenido respuesta a la solicitud formulada cuatro horas antes.
El comandante de las Fuerzas Armadas, general Fernando Tapias, indicó que "todo se hizo en base a los convenios vigentes entre los dos países" y por una "acción humanitaria para salvar la vida de 20 soldados".
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), atacaron el domingo Mitú, capital del departamento de Vaupés, en la selvática región del Amazonas. El director del Hospital de la ciudad, William Baquero, sostuvo que el saldo del choque podría ascender a 160 muertos, entre policías, soldados y civiles.
La información oficial indica que este miércoles lograron ingresar al área controllada por las FARC, la principal organización guerrillera de Colombia, cerca de 700 soldados que combaten a los insurgentes para restaurar el orden.
El investigador Alfredo Molano sostuvo que el ataque a Mitú, además del alto costo en vidas, tendrá graves repercusiones porque "despertó susceptibilidades en el ejército de Brasil, el más a la hechura de la Escuela de las Américas" que orientó Estados Unidos que funcionó en Panamá en los años 60 y 70.
La presencia del narcotráfico en esa región fronteriza, sumada al ataque insurgente, pueden afectar el equilibrio geopolítico de esa zona, según Molano.
El experto advirtió igualmente, que a nivel interno, el ataque acentuará las posiciones de la extrema derecha "que entenderá la derrota asestada por la guerrilla al Ejército como un argumento para fortalecer la estrategia del paramilitarismo".
Los grupos paramilitares de derecha lanzaron en varias regiones una ofensiva para disputarle el control territorial a la guerrilla, en la que, según diversos estudios, resultaron afectados civiles a los que acusan de auxiliar a los insurgentes.
Así mismo, el investigador considera que el ataque puede afectar el retiro del ejército de cinco municipios ordenado por el gobierno, que concluirá el sábado y fue impuesto por las FARC como condición para el inicio del diálogo de paz.
Para Molano, tras el ataque insurgente aumentará la presión de sectores estadounidenses, pues se trata de un área con presencia del narcotráfico, lo cual "desgastará" las relaciones del grupo guerrillero con el presidente Andrés Pastrana.
El ataque insurgente fue condenado este miércoles por el Congreso legislativo, que califificó de "inexplicable la actitud de las FARC cuando el gobierno y el país" respaldaron a pleno el proceso de paz próximo a iniciarse.
El gobierno afirmó que el proceso de paz con este grupo insurgente se realizará "pase lo que pase". (FIN/IPS/yf/mj/ip/98