El hábito de fumar podría matar a un tercio de la población masculina joven de China, según el resultado de investigaciones científicas publicadas hoy en Gran Bretaña.
Los estudios, realizados por la Universidad de Oxford, las academias chinas de Medicina Preventiva y de Ciencias Médicas de Beijing y la Universidad de Cornell en Estados Unidos, integran la mayor investigación realizada jamás sobre los peligros del tabaco e involucró a 1,25 millones de personas.
Los investigadores atribuyeron 12 por ciento de los decesos de hombres adultos y de tres por ciento de los de mujeres adultas en China al hábito de fumar, informó este viernes la revista especializada British Medical Journal.
Si la tendencia actual se mantiene, al menos 100 millones de chinos menores de 29 años perecerán por enfermedades vinculadas con el tabaco cuando lleguen a la mediana edad, pronosticaron los investigadores.
El hábito de fumar crece en China, lo que se refleja en un fuerte incremento de la venta de cigarrillos en los últimos 30 años.
Cerca de tres cuartos de la población masculina de China fuma, y el promedio diario de consumo subió de un cigarrillo en 1952 a 10 en 1962, si bien ahora parece haberse estabilizado.
El aumento del hábito de fumar es relativamente reciente en China, por lo que su efecto tardará varias décadas en percibirse, explicó el profesor Richard Peto, de la Enfermería Radcliff, en Oxford.
Hasta ahora, el incremento se ha dado solo en hombres, en tanto la cantidad de mujeres chinas que fuman es decididamente menor y continúa en disminución.
Las razones de esa diferencia no son claras, pero Zhengming Chen, de la Universidad de Oxford, la atribuyó al desarrollo social de China en las últimas décadas.
En el primero de los dos estudios, los investigadores entrevistaron a las familias de un millón de personas que habían muerto en 24 ciudades y 74 distritos rurales para confirmar si los fallecidos eran fumadores.
El segundo estudio, que todavía está en marcha, abarcó a 250.000 hombres de más de 40 años y registró no solo la mortalidad sino las causas de muerte durante un período de tres décadas a través de controles anuales.
El estudio tomo en cuenta dietas, presión sanguinea, ingestión de bebidas alcohólicas y otros factores. Despues de cinco años los resultados confirmaron los obtenidos en estudios anteriores: el tabaco mata a la mitad del total de fumadores.
Los resultados mostraron tambien que unas 2.000 personas mueren diariamente en China debido al tabaquismo. Para el 2050, según los investigadores, esa cifra aumentará a 8.000 por día, o sea tres millones de personas por año.
Fumar causa un alto numero de muertes vinculadas con las enfermedades cardíacas en Occidente, pero la tendencia en China es diferente.
"En Occidente, los cigarrillos provocan muchas muertes por ataques cardíacos, pero en China fumar causa un inesperado número de muertes por tuberculosis, enfisema, cáncer de estómago y de hígado", señaló Alan López, médico de la Organización Mundial de la Salud.
En hombres con edades comprendidas entre 35 y 69 años, se comprobó que 51 por ciento tenía mayores probabilidades de morir de cáncer que el promedio, 31 por ciento debido a enfermedades respiratorias y 15 por ciento de afecciones vasculares.
De las muertes ocurridas en China y causadas por el tabaco, 45 por ciento se debieron a enfermedades pulmonares crónicas, 15 por ciento por cáncer de pulmón y entre cinco y ocho por ciento por cáncer de esófago, hígado y estómago, enfermedades cardíacas o tuberculosis.
Dos tercios de la población de China cree que fumar causa poco o ningún daño a la salud y dos tercios adquieren el hábito antes de cumplir 25 años.
Casi tres cuartos de los hombres chinos son fumadores. Peto dijo que si el consumo de cigarrillos se reducía a la mitad en el 2050 se podría evitar la muerte de 25 millones de personas en los primeros 25 años del siglo XXI.
"La gente piensa que fumar no va a causar muchas muertes en países pobres como China. Es cierto que, retrospectivamente, no han fumado durante demasiado tiempo, pero si ahora comienzan a temprana edad, entonces la mitad de los fumadores morirán", explicó.
"En los años 80 advertí que fumar es realmente peligroso. La gente pensó que estaba exagerando pero lo cierto es que resulta el doble de malo de lo que previne", agregó.
Según la publicación de este viernes, Jeffrey Koplan, director de los Centros para Control y Prevención de Enfermedades en Estados Unidos, dijo que "lo más trágico de todo es que esas muertes se pudieron prevenir".
El aumento del consumo de tabaco no parece ser resultado de la promoción de las compañías productoras, pues se incrementa desde los años 70 de manera similar a la que se registró en Estados Unidos entre 1910 y 1950, apuntó Zhengming.
Los fumadores también cambian con mayor frecuencia de modalidad de fumar, pasando de métodos tradicionales como la pipa, con un indice de mortalidad inferior, a los cigarrillos.
"China tiene un largo camino que recorrer para educar al público sobre los riesgos de fumar", expresó Zhengming.
El investigador señaló que, si bien las autoridades chinas apoyan los esfuerzos para reducir el hábito de fumar, los funcionarios del área económica tienen dificultades para conciliar una buena politica sanitaria con los abultados ingresos en impuestos que proporciona la industria tabacalera.
Chris Procter, jefe del departamento científico de la British American Tobacco, dijo que el estudio muestra "lo que ya sabemos hace 50 años, y es que hay riesgos claros asociados con fumar".
No obstante, negó que las compañías occidentales fueran responsables por el aumento del consumo de cigarrillos en China. "Mas de 90 por ciento de los cigarrillos fabricados y vendidos en China son fabricados y vendidos por el gobierno chino", afirmó.
Los resultados de los estudios no se circunscriben solo a China, según el doctor López. "Estos dos nuevos estudios nos brindan la primera evidencia a nivel nacional de los efectos del tabaco en un países en desarrollo. Los efectos son sustanciales y no pueden ser limitados a China", dijo.
En todo el mundo, al finalizar el siglo, los cigarrillos causarán un promedio de cuatro millones de muertes por año, la mitad en países ricos y el resto en naciones pobres.
Sin embargo, si las tendencias actuales persisten, alrededor del 2030 la cifra aumentará a 10 millones de muertes anuales, 70 por ciento en el mundo en desarrollo, afirmó López. (FIN/IPS/tra- en/mom/rj/ego-mj/he/98