Tras una velada crítica a la gestión del gobierno de Chile en el caso Pinochet, los mandos militares terminaron expresando su "irrestricto respaldo" a las gestiones con que el presidente Eduardo Frei buscará impedir la extradición del ex dictador a España.
La reacción del Ejército ante el fallo del Comité de Apelaciones de la Cámara de los Lores de Gran Bretaña, que por tres votos a dos le revocó la inmunidad al general retirado y senador vitalicio Augusto Pinochet, abrió en la tarde de este miércoles un margen de expectativa que se prolongó hasta las 21:30 horas locales (01:30 gmt).
A esa hora finalizó la reunión más prolongada desde el restablecimiento de la democracia en 1990 del Consejo de Seguridad Nacional (Cosena), que Frei se apresuró a convocar por propia iniciativa, anticipándose a una eventual autoconvocatoria inducida por los militares.
El mandatario consiguió así que el consejo se sumara a su llamado a preservar la estabilidad y pedir a la oposición derechista "un comportamiento responsable, conforme al estado de derecho y de pleno acatamiento del orden democrático".
El Cosena, presidido por Frei, está integrado además por los comandantes del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y la policía de Carabineros, por los presidentes del Senado y de la Corte Suprema de Justicia y por el Contralor General de la República.
Luego de tres horas y 30 minutos de reunión, el consejo declaró que las acciones emprendidas por el gobierno cuentan con su "irrestricto respaldo", porque son las que permitirán "el más pronto regreso" a Chile de Pinochet.
El ex dictador (1973-1990) podría ser extraditado por las autoridades británicas a España, donde el juez Baltasar Garzón investiga acusaciones en su contra por delitos de genocidio, torturas, secuestro y terrorismo de Estado internacional.
El canciller José Miguel Insulza resolvió viajar a Londres, donde tiene prevista en la tarde del viernes una reunión con su par británico Robin Cook, en la primera escala de una gestión que incluye también Madrid.
La declaración del Cosena rebajó la tensión abierta en las primeras horas de la tarde, cuando el Ejército en un comunicado reclamó que "las gestiones que se realicen (en favor de Pinochet) tengan la oportunidad y significación que el caso requiere".
Esa expresión fue considerada en medios políticos una velada crítica a Frei de la principal rama castrense, que tuvo al ex dictador como su comandante en jefe desde el 23 de agosto de 1973 hasta el 10 de marzo de este año.
La Armada, la Fuerza Aérea y el cuerpo de Carabineros emitieron igualmente en la tarde del miércoles comunicados para expresar su plena solidaridad con el Ejército, aunque reiteraron igualmente su respaldo al gobierno.
El general Ricardo Izurieta, sucesor de Pinochet al frente del Ejército, es un oficial profesional y moderado, sometido en esta crisis a la presión de los sectores más duros, tanto del alto mando como de los generales en retiro y de la extrema derecha civil.
Los más fieles partidarios del ex dictador, que se reunieron el miércoles en la sede de la Fundación Augusto Pinochet para recibir el fallo de los Lores, profirieron gritos contra Izurieta al expresar su frustración e indignación por el dictamen.
Al finalizar la reunión del Cosena, los miembros civiles del organismo fueron los más reservados cuando los reporteros apostados en el palacio presidencial de La Moneda les requirieron detalles sobre el contenido del prolongado encuentro.
Andrés Zaldívar, presidente del Senado y precandidato presidencial de la Democracia Cristina, el partido de Frei, invocó el carácter secreto de las reuniones del Cosena y pidió remitirse estrictamente al comunicado.
Similar actitud tuvo el primer magistrado de la Corte Suprema, Roberto Dávila, quien se limitó a reiterar la posición jurídica de las autoridades chilenas, en el sentido de que el fallo de los Lores vulneró el Pacto de Viena de 1978 sobre inmunidades diplomáticas.
El más locuaz, imprevistamente, fue el general Izurieta, quien dijo a la prensa que el dictamen de la Cámara de los Lores constituye en el caso Pinochet "el término de una etapa jurídica y el comienzo de una etapa política".
"Deseo éxito a las personas que tendrán la responsabilidad de (…) ir a Londres a conversar esta materia y revertir la situación injusta y dolorosa" que afecta al ex comandante castrense y actual senador vitalicio, añadió.
Las palabras de Izurieta indicarían que el Ejército se inclina por dar prioridad a la búsqueda de la repatriación del ex dictador con el argumento de las "razones humanitarias", ante lo incierto de la vía jurídica ensayada hasta ahora por Frei.
El canciller Insulza, sin embargo, estima que la vía judicial no está agotada, ya que el fallo de los Lores revocó específicamente la inmunidad soberana que el Tribunal Superior de Inglaterra y Gales había otorgado a Pinochet a fines de octubre en su condición de ex jefe de Estado.
O sea, quedaría aún espacio para nuevas batallas judiciales, impresión que comparte también Zaldívar, quien opinó que las "razones humanitarias", o el "recurso de compasión", como otros lo denominan, deben ser la última vía a seguir.
Los caminos finales se clarificarán a través de las gestiones que Insulza iniciará este viernes en Londres, y que el propio canciller definió como una labor de "lobby", en la cual no descarta llegar hasta el primer ministro laborista británico Tony Blair. (FIN/IPS/ggr/ff/ip hd/98