El movimiento de derechos humanos recibió con júbilo en Chile el fallo de la Cámara de los Lores de Gran Bretaña que negó hoy inmunidad al ex dictador Augusto Pinochet, quien corre ahora el riesgo de ser juzgado en España por crímenes contra la humanidad.
En cambio, los partidarios del general retirado y senador vitalicio recibieron el dictamen con indignación, traducido en hostilidad y amenazas hacia la prensa y advertencias al gobierno del presidente Eduardo Frei de que "debe defender mejor la soberanía nacional, atropellada por este fallo".
En medios de la coalición gobernante de centroizquierda se manifestaron, en tanto, esperanzas de que el anciano ex dictador sea repatriado a Chile, pero se advirtió de que debe hacerse por fin justicia en el país por las violaciones de derechos humanos cometidas por la dictadura de Pinochet.
"Hoy ha triunfado la justicia. Este es un momento trascendental para la humanidad cuando llegamos al fin del milenio", declaró emocionada en Londres a la Televisión Nacional de Chile Sola Sierra, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (AFDD).
Los cinco jueces de la sala de justicia de la Cámara de los Lores revocaron, por tres votos a dos, la inmunidad soberana que la Corte Superior de Gran Bretaña habia otorgado el 28 de octubre a Pinochet, detenido desde el 16 de ese mes en Londres.
El fallo, definido como histórico por los adversarios de Pinochet y aberrante y arbitrario por sus seguidores, coincidió con el cumpleaños número 83 del hombre que gobernó Chile entre septiembre de 1973 y marzo de 1990.
La detención del ex comandante en jefe del Ejército chileno se produjo a raíz de una solicitud del juez Baltasar Garzón, de España, quien investiga las antiguas dictaduras de Chile y Argentina (1976-1983) por delitos de genocidio y terrorismo de Estado internacional.
El gobierno español de José María Aznar dio curso al pedido de extradición del ex dictador chileno a Gran Bretaña, sobre el cual debe pronunciarse el ministro del Interior de ese país, Jack Straw, en un plazo que vence el 7 de diciembre.
No se descarta, sin embargo, que Straw pueda disponer la repatriación de Pinochet mediante su expulsión de Gran Bretaña, apelando a "razones humanitarias" por su avanzada edad y su delicado estado de salud, como convalesciente de una operación de hernia discal.
En la sede de la Fundación Augusto Pinochet, el hijo del ex dictador, Augusto Pinochet Hiriart, calificó el fallo de los Lores como el triunfo de una "expresión política, partidista y revanchista".
Algunos de los 300 seguidores del ex dictador reunidos en la sede de la fundación recibieron con lágrimas el fallo, transmitido en directo por la televisión, mientras otros coreaban gritos de apoyo a Pinochet y de rechazo a la izquierda.
"Que nuestro presidente (Frei) haga lo que tiene que hacer", dijo el general retirado Luis Cortés Villa, vicepresidente de la fundación, mientras algunos manifestantes proferían amenazas e insultos contra los periodistas que se encontraban en el lugar.
Cortés Villa responsabilizó por el fallo adverso a Pinochet "al odio, que sabemos de dónde viene. Viene de la izquierda".
Los máximos dirigentes de los dos partidos de derecha, la Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (PRN), exigieron, en tanto, que Frei tome medidas contra "un fallo que atropella la soberanía y ofende la dignidad del país".
"El gobierno debe iniciar más gestiones al más alto nivel", dijo el diputado Pablo Longueira, presidente de la UDI, quien agregó que "la única forma de mantener la calma" en Chile "es que el gobierno defienda mejor la soberanía nacional".
El presidente del cogobernante Partido Socialista, senador Ricardo Núñez, abogó porque se haga justicia en Chile a las violaciones de derechos humanos de la dictadura y que la Corte Suprema revoque el fuero (inmunidad) de que goza Pinochet como senador vitalicio para que sea juzgado aquí.
"El régimen democrático está consolidado. Nada ni nadie va a alterar la vida democrática. Llamamos a la serenidad. La verdad, la justicia, el arrepentimiento y el perdón en materia de derechos humanos son la base fundamental para la convivencia nacional", subrayó Núñez.
Unos 600 manifestantes iniciaron una marcha de celebración por el callejón central de la Alameda Bernardo O'Higgins, la proncipal avenida de Santiago, una hora después de conocido el fallo, que todo el país esperó con gran tensión.
Viviana Díaz, vicepresidenta de la AFDD, manifestó su alegría y emoción. "Es posible enjuiciar a Pinochet. El tiempo nos ha dado la razón. Son nuestros familiares detenidos-desaparecidos los que están con nosotros en este momento", dijo.
La AFDD y otros organismos humanitarios apoyan el arresto de Pinochet en Londres y su extradición a España por estimar que el ex dictador está protegido en Chile por la impunidad que le otorga la ley de amnistía de 1978 y la influencia militar sobre el poder civil.
El presidente Frei y su canciller, el socialista José Miguel Insulza, alegaron inmunidad diplomática para el ex dictador y negaron a España o cualquier otro país competencia para juzgar en el exterior delitos supuestamente cometidos en Chile.
El jurista democristiano Hernán Montealegre, propulsor de la tesis del juzgamiento internacional de los crímenes de lesa humanidad, dijo que el fallo de los Lores marca "un momento muy importante e histórico para los derechos humanos".
"No existe una patria si no se fundamenta sobre la justicia", añadió el jurista, quien refutó también los argumentos de la derecha y el gobierno señalando que la base de la soberanía está en los seres humanos y no en los intereses de los estados. (FIN/IPS/ggr/mj/hd ip/98
