La extradición de Augusto Pinochet, que será solicitada a Gran Bretaña por el gobierno de España, no pondrá en peligro la democracia en Chile, aseguraron hoy en esta capital los diputados chilenos Isabel Allende y Juan Pablo Letelier.
Allende, hija de Salvador Allende, el presidente socialista muerto durante el golpe de Pinochet, y Letelier, hijo del ex canciller Orlando Letelier, asesinado en Washington por agentes de la policía de la dictadura chilena, respondieron en rueda de prensa en Madrid a versiones alarmistas generadas por la detención en Gran Bretaña del ex dictador.
Al mismo tiempo, el Consejo de Ministros de España resolvió este viernes dar curso al pedido de extradición de Pinochet, presentado por el juez Baltasar Garzón.
Pinochet fue detenido en Londres el 16 de octubre, a pedido de Garzón, y actualmente está bajo vigilancia en un hospital psiquiátrico, a la espera de que la Cámara de los Lores, máxima instancia judicial de Inglaterra y Gales, decida si mantiene o revoca la inmunidad que le reconoció un tribunal.
Letelier subrayó que "no existe ninguna posibilidad de intervención militar" en Chile por el caso Pinochet, a quien Garzón investiga por tortura, desaparición y asesinato de opositores políticos en el periodo dictatorial (1973-1990).
También participaron de la rueda de prensa el diputado y abogado Juan Bustos y a la jurista Pamela Pereira, quien dirige la acusación contra los responsables del asesinato del general chileno Carlos Prats y su esposa, perpetrado en Buenos Aires en 1974.
Los visitantes chilenos se refierieron, para refutarlas, a informaciones que citan sin identificarlos a "gobernantes democráticos" preocupados por la influencia negativa del eventual enjuiciamiento de Pinochet en España.
Las Fuerzas Armadas de Chile "no cruzarán sobre las claras líneas de la constitucionalidad. Rechazamos categóricamente cualquier interpretación que haga pensar que podría haber algún tipo de retroceso democrático en función de los juicios que se siguen en España, en Inglaterra o en cualquier otro país", declaró Letelier.
Por su parte, Allende opinó que la democracia chilena se fortalecerá en la medida en que la justicia se cumpla y se satisfagan los deseos de verdad y de justicia de los familiares y víctimas de la dictadura de Pinochet.
Para la diputada, el proceso contra los responsables de genocidio, torturas y asesinatos es un acto de justicia y también una enorme aportación positiva para el futuro.
Es una manera de prevenir "por si hay tentación de futuros dictadores en otros países", porque se puede afirmar que "la humanidad no está dispuesta a aceptar la impunidad".
Bustos abundó en la idea de que el juicio a Pinochet no afectará la democracia de su país. Por el contrario, expresó, "es la presencia ilegítima de Pinochet en la política chilena la que ha perjudicado a nuestra democracia".
El proceso en marcha, explicó, "sea cual sea su final", implicará el fin de la trayectoria política del ex dictador "y por lo tanto, será un gran reforzamiento de nuestra democracia".
Todo lo contrario, dijo, de lo que está propagando la derecha chilena, que pregona que el enjuiciamiento de Pinochet pondría en peligro las instituciones y podría desembocar en enfrentamientos violentos de la propia ciudadanía.
El grupo de personalidades chilenas, -víctimas y familiares de víctimas de la dictadura- hicieron una pausa de su presencia en Londres, donde asisten desde el día 1 a las deliberaciones de la sala penal de la Cámara de los Lores, para visitar Madrid.
Dicha sala deberá resolver en los próximos días, no más allá del próximo jueves, si ratifica o anula la "inmunidad soberana" reconocida a Pinochet por un tribunal inferior. Si la anulase, el ex dictador será extraditado a España.
Allende, Letelier y Bustos explicaron, desde diversos ángulos, la perspectiva jurídica del caso, reconocieron que los lores trabajan con meticulosidad y manifestaron esperanza en que se haga justicia y de que, por lo tanto, se niegue inmunidad al ex dictador.
Pero si se confirmara la inmunidad, Pinochet volvería a Chile "condenado, porque es una persona requerida por siete países para que responda por sus crímenes. Moralmente, Pinochet ya ha sido condenado por toda la humanidad", manifestó Allende.
La delegación chilena, que este fin de semana regresará a Londres para la continuación de la vista en la Cámara de los Lores, se entrevistó en Madrid con representantes de máximo nivel del gobernante Partido Popular y de las dos principales fuerzas de la oposición, el Partido Socialista Obrero Español y la coalición Izquierda Unida.
A todos ellos, así como a las organizaciones no gubernamentales y humanitarias, agradecieron el apoyo prestado al pueblo chileno "desde hace 25 años", pues, dijo Allende, "sabemos de la solidaridad del pueblo español antes, ahora y en el futuro". (FIN/IPS/td/ff/ip hd/98