El presidente del Comité contra la Tortura de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Peter Thomas Burns, manifestó hoy satisfacción por la detención en Gran Bretaña del ex dictador de Chile Augusto Pinochet.
Burns, de nacionalidad canadiense, declaró sorpresa ante el dictamen del Tribunal Superior de Londres que el 28 de octubre declaró la inmunidad de Pinochet por tratarse de un ex jefe de Estado.
Pinochet se encuentra retenido en Londres desde el 23 de octubre, a solicitud del juez español Baltasar Garzón, que le procesa por graves delitos contra los derechos humanos.
Burns efectuó algunos comentarios sobre el caso Pinochet durante la sesión de apertura del último período anual de sesiones del Comité, que se extenderá hasta el 20 de noviembre.
Sin embargo, el funcionario adelantó que el organismo de la ONU no se ocuparía por ahora del tema debido a que la Cámara de los Lores se encuentra abocada en Londres al examen del litigio.
De todos modos, Burns encomendó a la secretaría del Comité que obtenga copias del fallo del tribunal británico que declaró la inmunidad de Pinochet.
Burns puntualizó que las copias del dictamen deben encontrarse en Ginebra antes del 16 de noviembre, cuando el Comité comenzará la evaluación del informe periódico presentado por Gran Bretaña.
El Comité, integrado por 10 miembros, tiene la misión de controlar la aplicación de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.
La Convención, vigente desde 1988, ha sido ratificada hasta ahora por 17 estados, que deben presentar informes periódicos al Comité sobre la aplicación de sus disposiciones.
Burns recordó que el Comité había solicitado en 1994 al gobierno de Holanda la detención de Pinochet, que se encontraba de visita en ese país.
Un magistrado de un tribunal holandés respondió en la ocasión que no había posibilidades de accionar penalmente contra Pinochet y que por tanto al gobierno en La Haya le resultaba imposible iniciar alguna acción contra el ex dictador.
Por esa época, la prensa de Amsterdam informó de la presencia de Pinochet, que se encontraba alojado en el hotel Amstel, el más lujoso de la capital holandesa.
Los partes periodísticos dijeron que el gerente del Amstel había manifestado a Pinochet que la empresa hotelera se sentía engañada en su buena fe porque el ex hombre fuerte chileno se encontraba registrado con nombre falso.
Ante la exigencia del hotel, Pinochet abandonó de inmediato el alojamiento y también la ciudad, acompañado de su numerosa comitiva que incluía varios custodios. (FIN/IPS/pc/mj/ip hd/98