La oficialista Concertación por la Democracia de Chile rechazó hoy la idea de conformar un gobierno de unidad nacional ante el supuesto atropello de la soberanía del país que entrañaría el esfuerzo de España por juzgar al ex dictador Augusto Pinochet.
Los rumores de los últimos días sobre una iniciativa en ese sentido fueron gestados en forma "irresponsable" por la derecha y muestran la "desesperación" de ese sector político, señalaron los jefes de los cuatro partidos de la gobernante coalición de centroizquierda.
Algunas versiones, sin fuentes precisas, atribuyeron a los mandos militares la idea de incorporar la oposición derechista al gobierno para aislar a los sectores de izquierda de la Concertación, partidarios de que se enjuicie a Pinochet en Madrid.
El ex dictador (1973-1990) y actual senador vitalicio está retenido desde el 16 de octubre en Londres y esta semana es crucial para su futuro, en términos de su retorno a Chile o la prolongación de su arresto preventivo.
La Cámara de los Lores de Gran Bretaña resolverá el miércoles o jueves si confirma o revoca la "inmunidad soberana" que el Tribunal Superior de Inglaterra y Gales reconoció al general retirado el 28 de octubre en su condición de ex jefe de Estado.
Si Pinochet pierde esa inmunidad, podría continuar detenido a la espera de que se resuelva sobre su extradición a España, donde el juez Baltasar Garzón investiga crímenes contra la humanidad de las antiguas dictaduras de Chile y Argentina.
La presión de la derecha sobre el gobierno del democristiano Eduardo Frei se intensificó el viernes, luego de que el Consejo de Ministros de España diera curso al pedido de extradición del ex dictador hecho por Garzón.
La Unión Demócrata Independiente y el Partido Renovación Nacional se unieron el sábado al pedido de los comandantes de las Fuerzas Armadas y la policía de Carabineros de que Frei convoque al Consejo de Seguridad Nacional.
La oposición derechista fustigó a parlamentarios del cogobernante Partido Socialista (PS), que viajaron a Londres junto a abogados y dirigentes humanitarios para testimoniar ante la Cámara de los Lores en contra de Pinochet.
El PS es parte de la coalición de gobierno junto a los partidos Demócrata Cristiano (PDC) de Frei, Por la Democracia (PPD) y Radical Socialdemócrata (PRSD).
Los dirigentes del PS, el PPD y el PRSD sostienen que el juzgamiento de Pinochet en Europa es consecuencia de la falta de justicia en Chile ante los crímenes contra los derechos humanos atribuidos a la dictadura.
No obstante, esos tres partidos y el PDC manifestaron comprensión ante la posición de Frei y su canciller, el socialista José Miguel Insulza, que niegan competencia a España y a cualquier otro país para juzgar supuestos delitos cometidos en Chile.
Frei e Insulza sostienen igualmente que la detención del ex dictador fue ilegal, ya que éste goza de inmunidad diplomática como senador y viajó a Gran Bretaña en una misión especial y reservada, invitado por una empresa de armamentos.
Pinochet, que cumplirá 83 años el día 25, puede ser reclamado por los tribunales de otros siete países de Europa donde se presentaron querellas criminales en su contra por graves violaciones de los derechos humanos en su gobierno.
El malestar de la derecha con el PS y el PPD sería compartido por el comandante del Ejército, general Ricardo Izurieta, y por los demás mandos castrenses, de acuerdo con los rumores que circularon en el país durante el fin de semana.
El viernes fueron desmentidas por el propio Ejército las versiones de un acuartelamiento de tropas, pero el diario La Tercera afirmó este domingo que esa rama castrense se mantiene en "estado de alerta".
El estado de alerta significa que los efectivos deben estar permanentemente en contacto con sus superiores.
El gobierno restó importancia a esa versión y los dirigentes de los partidos oficialistas la atribuyeron también a los "rumores irresponsables" que hace circular la derecha para socavar las bases de la coalición.
La propuesta de un gobierno de unidad nacional, inpirada en el lenguaje derechista en la defensa de la soberanía ante la "agresión colonialista" de España y otros países europeos, provocaría la ruptura de la Concertación.
Se trataría, en última instancia, de marginar del gobierno al bloque PS-PPD, cuyo precandidato presidencial, Ricardo Lagos, apoyado también por el PRSD, encabeza cómodamente las encuestas para los comicios de diciembre de 1999. (FIN/IPS/ggr/ff/ip hd/98