El Banco Central de Chile relajó las medidas de ajuste adoptadas ante la crisis internacional, luego de informes sobre un aumento del empleo informal que disfrazaría un incremento de la desocupación.
Empresarios y economistas elogiaron este martes la decisión del instituto emisor de rebajar de 12 a 10 por ciento la tasa referencial de interés, en lo que representa la segunda disminución de este indicativo en un lapso de tres semanas.
La medida fue considerada una buena repercusión del acuerdo del Grupo de los Siete países más industrializados de entregar recursos para apoyar el plan de estabilización de la economía de Brasil.
El Banco Central también destacó, como fundamentos de la baja de los intereses, el escaso crecimiento de la economía en los últimos meses, así como la evolución positiva de la inflación hacia la meta oficial de 4,5 por ciento en este año.
Algunos analistas advirtieron, sin embargo, que el establecimiento de menores tasas de interés contribuirá a aliviar la situación de los sectores productivos más afectados por la crisis y que influyen con fuerza en el mercado laboral.
El economista Jorge Desormeaux, de la Universidad Católica, mencionó al respecto el caso de la construcción, donde se estima que se perdieron este año unos 70.000 puestos de trabajo como consecuencia del impacto de la crisis internacional.
El supuesto propósito del Banco Central de estimular el empleo aparecería como contradictorio a la luz del informe difundido el lunes por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), que no registró cambios en la desocupación.
El desempleo se mantuvo en septiembre en 6,8 por ciento de la fuerza de trabajo, similar al de agosto, y con un incremento de sólo 0,1 por ciento respecto de septiembre de 1997.
Las cifras del INE desmintieron aparentemente al ministro de Hacienda, Eduardo Aninat, y a otros funcionarios gubernamentales que habían advertido sobre un "aumento significativo" del desempleo como consecuencia de la política de ajuste.
Sin embargo, del análisis más detallado del informe se desprenden dos fenómenos que incidieron en el nulo incremento del desempleo y que guardan relación con el impacto en Chile de las situaciones recesivas internacionales.
El primer elemento es que la fuerza de trabajo, conformada por quienes laboran y quienes declaran estar en busca de empleo, tuvo entre julio y septiembre un crecimiento de sólo uno por ciento, inferior al normal.
El director del INE, Máximo Aguilera, señaló que es normal que en períodos de ajuste se retiren algunos segmentos de la fuerza laboral y en especial mujeres y jóvenes.
El otro factor es el incremento desusado del empleo informal, lo cual muestra que los puestos de trabajo perdidos en sectores tradicionales, como la construcción y la industria manufacturera, son sustituidos por empleos de menor calidad.
En el período julio-septiembre el empleo se incrementó en 45.714 personas, de las cuales corresponden a trabajos informales 42.786, es decir 93,9 por ciento del total.
El empleo informal se multiplicó en Chile durante la recesión de los años 80, y aunque representa hasta hoy cerca de 40 por ciento de la masa laboral, su incidencia había disminuido en el mercado de trabajo.
Pese a las situaciones más o menos conflictivas en materia de ocupación, el ministerio de Hacienda y el Banco Central estiman que las medidas de ajuste están surtiendo efecto y que eso justificó la baja de los intereses.
La tasa referencial de interés, que era de 6,5 por ciento hasta el 8 de enero, fue aumentada paulatinamente a medida que se hacía mayor el impacto de la crisis, hasta que llegó a 14 por ciento el 16 de septiembre.
El 13 de octubre fue rebajada a 12 por ciento y este lunes a 10 por ciento, en una decisión que se atribuye también a los éxitos que las autoridades reivindican en el frente inflacionario.
El índice de precios al consumidor creció en octubre 0,8 por ciento, con lo cual la inflación acumulada desde enero ascendió a cuatro por ciento y a 4,3 por ciento en la tasa anualizada.
Con este resultado está virtualmente garantizado el cumplimiento de la meta fijada por el Banco Central a comienzos de año de una inflación en 1998 de 4,5 por ciento. (FIN/IPS/ggr/mj/if/98