El debate sobre la implementación de mecanismos de flexibilidad para facilitar el combate contra el recalentamiento de la Tierra parece estancado en la conferencia de cambio climático de la capital argentina y continuaría el año próximo, con nuevas propuestas.
Esa solución fue sugerida a la presidencia de la IV Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 4) por los órganos subsidiarios de Ciencia y Tecnología e Implementación, informó a IPS un integrante de la delegación argentina.
El funcionario indicó que no se trata de una propuesta definitiva, ya que las negociaciones continuaán hasta este viernes.
Tras nueve días de discusión en Buenos Aires, no se obtuvo consenso en la COP 4 para la implementación de los mecanismos de flexibilidad previstos en el Protocolo de Kyoto, aprobado a fines de 1997 en Japón y que fija metas y responsabilidades para la reducción de emisiones causantes del cambio climático.
Si el estancamiento del debate persiste, el secretariado de la Convención de Cambio Climático se verá obligado a solicitar nuevas propuestas de las partes, que serían sometidas, junto con las presentadas en la COP 4, a expertos que se reunirían en marzo o abril.
La Convención identifica como principales causas del recalentamiento del planeta las emisiones de dióxido de carbono, metano y otros gases liberados por la quema de combustibles fósiles y por una serie adicional de actividades humanas.
El Norte industrial es responsable de 75 por ciento de las emisiones de gases invernadero generadas por las actividades productivas. De continuar la tendencia actual, la temperatura global podría elevarse entre uno y 3,5 grados hacia el 2100.
Las consecuencias del calentamiento del planeta son tormentas y huracanes cada vez más violentos, sequías e inundaciones, y el descongelamiento de los hielos polares y el consiguiente aumento del nivel del mar, que amenaza sumergir islas y zonas costeras bajas.
El Protocolo de Kyoto establece que, en el período 2008-2012, los países industrializados deberán reducir su emisión de gases invernadero 5,2 por ciento por debajo del nivel de 1990.
Aunque fue suscripto por 159 países, hasta el momento sólo tiene la ratificación de dos estados insulares: Fiji y Antigua y Barbuda.
La COP 4 tiene por objetivo avanzar en la implementación de los compromisos y mecanismos previstos por el Protocolo de Kyoto para reducir la emisión de gases contaminantes.
Las medidas de flexibilidad diseñadas para ayudar a los países industrializados a cunplir con los compromisos asumidos en Kyoto son el "Mecanismo de Desarrollo Limpio", el "Comercio de emisiones" y la "Implementación Conjunta".
Las negociaciones de los dos primeros mecanismos se complicaron por diferencias hasta el momento irreconciliables entre el Grupo de los 77 (G-77) y China, que forman un bloque en la COP 4, y Estados Unidos y la Unión Europea (UE).
No obstante, las delegaciones esperan acercar posiciones en los encuentros que tendrán lugar hasta este viernes, cuando finalizará la COP 4.
La discusión más complicada se da en torno del comercio de emisiones. Ese mecanismo abarca a los países industrializados – incluidos en el Anexo I del Protocolo de Kyoto- que son los que han asumido compromisos para disminuir la emisión de gases contaminantes.
Si uno de esos países reduce sus emisiones por encima de lo convenido en el protocolo, puede vender ese excedente como "derechos de emisión" a otro que logre alcanzar la meta que le fijó la conferencia de Kyoto.
Estados Unidos está a favor de un comercio irrestricto de emisiones, mientras que la UE quiere imponer controles a esas transacciones, para que no se violen los postulados del protocolo.
Concebido como un instrumento de mercado y debido a la reticencia de muchas naciones industrializadas a cumplir con sus compromisos, el comercio de emisiones despertó interés en algunos países en desarrollo que, como Argentina, buscan la forma de participar de esas operaciones.
Esa fue la base de la propuesta argentina de que el mundo en desarrollo -no comprendido en el Anexo I- asuma "compromisos voluntarios" de reducción de emisiones nocivas.
La presidenta de la COP 4, María Julia Alsogaray, secretaria de Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable de Argentina, defendió la iniciativa de su país como una forma legítima de obtener capitales y tecnología para el mundo en desarrollo.
China y el G-77, que representa a 132 países del Sur en desarrollo, rechazaron la idea de los compromisos voluntarios y otras delegaciones consideraron la propuesta argentina "oportunista" y ligada a intereses de Estados Unidos.
Pero Bolivia, Chile y México admitieron que estudian la posibilidad de apoyarla.
En tanto, la UE creó un grupo de trabajo, integrado por Alemania, Austria y Gran Bretaña, que se pondrá en contacto con los países en desarrollo para avanzar en las negociaciones sobre otro instrumento, el Mecanismo de Desarrollo Limpio.
Ese mecanismo es el único que combina acciones entre países industrializados y en desarrollo.
Por medio de ese instrumento, las naciones del Anexo I pueden financiar proyectos de prevención de emisiones en el mundo en desarrollo y recibir créditos equivalentes al volumen de gases invernadero que contribuyen a evitar en el Sur. (FIN/IPS/va/ff/en/98