El debate de la conferencia de cambio climático en la capital argentina está controlado por los países ricos, que no quieren cumplir sus compromisos para reducir la emisión de gases de efecto invernadero, afirmaron el Grupo de los 77 (G-77) y China.
"Queremos recuperar la perspectiva original de la Convención" de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, dijo el representante de Indonesia Arizal Effendi, quien preside el bloque conformado por China y el G-77, portavoz de 132 países en desarrollo.
Los países del Norte industrial aceptaron en diciembre en la ciudad japonesa de Kyoto metas precisas para la reducción de emisiones de dióxido de carbono y de los otros gases que, según la mayoría de los científicos, son causa del efecto invernadero y del consiguiente cambio climático.
La temperatura promedio de la Tierra podría elevarse entre uno y 3,5 grados hacia el 2100, como consecuencia de la emisión sostenida de esos gases.
Si esa tendencia no se revierte, continuarán los desastres naturales que provoca: sequías, inundaciones, huracanes, aumento del nivel del mar por el descongelamiento de los hielos polares y propagación de las enfermedades tropicales.
El Protocolo de Kyoto establece que en el período 2008-2012, las naciones del Norte deberán disminuir 5,2 por ciento sus emisiones respecto de las que se registraban en 1990. Sólo dos países lo han ratificado hasta ahora.
La Cuarta Conferencia de las Parte de la Convención de Cambio Climático (COP 49, que comenzó el día 2 en Buenos Aires, tiene como objetivos avanzar en la ratificación y reglamentación práctica de los acuerdos alcanzados en Kyoto.
"Estamos aquí para revisar" el cumplimiento del Protocolo de Kyoto, señaló Effendi en un reportaje publicado por la prensa interna de la COP 4. "Eso es lo que queremos verificar y ésa es la agenda que traemos".
"Desafortunadamente, el debate está dominado por los países ricos y en ningún momento se mencionan los compromisos asumidos", agregó.
Según Effendi, la COP 4 se ha desvirtuado, porque se apartó de su postulado original, que era revisar el cumplimiento de la reducción de emisiones pactada en Kyoto, para concentrarse en la discusión de los mecanismos de flexibilidad de los compromisos asumidos.
Las declaraciones de Effendi contrastaron con la intervención del director de Medio Ambiente de la cancillería de Chile, Rolando Stein, quien consideró necesario que los países en desarrollo asuman compromisos no previstos en el Protocolo de Kyoto.
La posibilidad de que el mundo en desarrollo adopte esos "compromisos voluntarios" para la reducción de emisiones de gases invernadero fue propuesta en la apertura de la COP 4 por la delegación argentina.
Esa iniciativa tuvo el rechazo inmediato del G-77 y China, de India y de los países exportadores de petróleo. La quema de combustibles fósiles, como petróleo y carbón, es una de las principales causas de la producción de dióxido de carbono.
La idea de los compromisos voluntarios fue gestada en Estados Unidos, donde grupos industriales se resisten a realizar las inversiones necesarias para disminuir la emisión de gases invernadero.
La posición de Estados Unidos es compartida por Australia, Canadá y Japón, entre los países del Norte. En el mundo en desarrollo, tras Argentina se sumaron a esa postura México, Bolivia y Chile.
"El tema está latente", aseguró Stein, para quien es fundamental "instaurar formas de cooperación de parte de algunos países en vías de desarrollo".
"Lo que hace falta es mayor actitud constructiva, más deseos de acercamiento, más convencimiento de que todos habitamos el mismo planeta", declaró el representante de Chile.
"Hay responsabilidades de todos ante las futuras generaciones", agregó.
En tanto, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y la Agencia Internacional de Energía difundieron estadísticas que demuestran el incremento en siete por ciento de la emisión mundial de dióxido de carbono entre 1990 y 1996.
La tendencia es a la estabilidad de las emisiones en el Norte industrial, y al aumento en el Sur en desarrollo.
Estados Unidos es el principal emisor de dióxido de carbono con 5.324 millones de toneladas en 1996, nueve por ciento más que en 1990.
La lista de los 10 países más contaminantes se completa con China, Rusia, Japón, Alemania, India, Gran Bretaña, Canadá, Ucrania e Italia.
En América Latina, los mayores emisores son México, que ocupa el lugar décimotercero en la lista mundial, Brasil, que figura en el puesto 18, y Argentina, en el 28.
El informe divulgado da cuenta, además, de que la deforestación agrega de 3.000 a 4.000 millones de toneladas anuales de dióxido de carbono a la emisión global, y la aviación internacional aporta otros 300 millones de toneladas. (FIN/IPS/va/ff/en/98