El Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible de América Latina (CEDSAL) reclamó hoy un espacio para el sector privado de la región en la definición de proyectos que conduzcan a minimizar las consecuencias del cambio climáticos.
El CEDSAL, que reúne a unas 300 firmas de 10 países latinoamericanos preocupadas por definir "un modo de producción más cuidadoso del entorno", estimó que las empresas de la región tienen "un papel decisivo a jugar" en la implementación de medidas para evitar "nuevos desastres ecológicos".
Reclamaron para ello condiciones que les permitan asumir "un cierto nivel de autonomía", a través de programas de privatización, desregulación, eliminación de subsidios y creación de mercados "que no limiten sus posibilidades de expansión y crecimiento sostenido".
Al difundir sus propuestas este jueves, en paralelo a la IV Reunión de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP IV), los empresarios agrupados en el CEDSAL señalaron que en materia ambiental "hay una responsabilidad compartida pero diferenciada entre los países".
Aunque en la COP IV "no se llegue a ningún acuerdo concreto, se ha avanzado en la convicción de que se debe actuar rápido y en conjunto", dijo el ingeniero argentino Federico Zorraquín, integrante del CEDSAL.
La Convención reconoce, como la mayoría de los científicos, que entre las principales causas del recalentamiento del planeta figuran las emisiones de dióxido de carbono, metano y otros gases, liberados por la quema de combustibles fósiles y por otras actividades humanas.
El Norte industrial es responsable de 75 por ciento de las emisiones de gases invernadero generadas por las actividades productivas.
De continuar la tendencia actual, la temperatura global podría elevarse entre uno y 3,5 grados hacia el 2100.
Las consecuencias del recalentamiento del planeta son las tormentas y huracanes cada vez más violentos, las sequías, las inundaciones, el descongelamiento de los hielos polares y el consiguiente aumento del nivel del mar, que amenaza sumergir islas y zonas costeras bajas.
"El cambio climático obliga a un esfuerzo sin precedentes de coordinación y desarrollo institucional entre gobiernos, organismos internacionales y el sector privado", que debe orientarse "a partir de principios de efectividad de costos y eficiencia", indicó un documento del CEDSAL.
El texto, titulado "Cambio Climático: el reto del sector privado en América Latina", llama a los países latinoamericanos a aprovechar "las oportunidades" que ofrece el Mecanismo para un Desarrollo Limpio (MDL), definido en 1997 en Kyoto, Japón, en la COP III.
Ese mecanismo obliga a los países industrializados a reducir 5,2 por ciento sus emisiones de gases invernadero antes del 2012 y permite a las naciones del mundo en desarrollo acceder a recursos financieros para implementar cambios a escala nacional que conduzcan al mismo objetivo.
El MDL habilita "un margen importante" para que los países industrializados cumplan sus objetivos de reducción financiando proyectos en países en desarrollo, "que deben hacer jugar sus ventajas comparativas" para negociar en las mejores condiciones posibles con el Norte, consideró el CEDSAL.
La conservación de las áreas naturales protegidas, la iluminación eficiente, la eficiencia energética en procesos industriales y los proyectos de forestación son las áreas en que América Latina puede atraer mayores inversiones desde el Norte en el marco del MDL, según el Consejo.
"En ese contexto, América Latina presenta importantes ventajas comparativas por su elevada intensidad energética", al tiempo que "un volumen considerable de las emisiones" de la región "proviene de la agricultura de subsistencia, que tiene un costo de oportunidad sumamente pequeño", indicó el documento.
En América Latina, el clima y ciertos suelos "de áreas poco aptas para actividades agrícolas generan condiciones que permiten altas tasas de crecimiento vegetal y de captura de carbono, aprovechables a través de proyectos de forestación y plantaciones forestales", agregó.
EL MDL podría ofrecer financiamiento, transferencia tecnológica, cooperación técnica y capacitación para proyectos "de una elevada rentabilidad, tanto privada como social y ambiental", apuntó el texto del CEDSAL.
El desarrollo de proyectos de energía eólica y solar, de programas de calidad del aire urbano, de control y abatimiento de la agricultura y el pastoreo itinerantes, de proyectos de gas natural y energía hidroléctrica son áreas en que la región puede "ofrecer atractivos horizontes de inversión" mediante el MDL.
También la promoción de combustibles renovables como el etanol, el cultivo de productos perennes y la plantación comercial de bosques.
Para "maximizar sus ventajas comparativas", el Consejo pidió a los gobiernos latinoamericanos que brinden al sector privado condiciones que le permitan competir con "características similares".
Aun si considera que "es necesario mantener la referencia e intermediación del Estado-nación, por ser el nivel mínimo de soberanía política", el CEDSAL estimó que el sector privado debe beneficiarse de ciertas condiciones de autonomía respecto a los poderes públicos.
De ese modo, podría insertarse en el sistema de comercio de emisiones implementado por el MDL, explicó el Consejo.
"Es imprescindible estructurar un mecanismo por el que las empresas privadas emprendan proyectos de mitigación o secuestro de carbono y comercialicen los derechos de emisión producidos de manera directa o con la intermedación de sus gobiernos", destacó el documento.
El empresario brasileño Félix de Bulhoes, uno de los dirigentes del CEDSAL, dijo a IPS que "ya es hora de que América Latina abandone el viejo modelo de desarrollo, basado únicamente en el crecimiento".
Los empresarios agrupados en el Consejo, dijo, "están al frente de un movimiento de cambio de mentalidad en el sector privado que aúne la búsqueda de la eficiencia económica con la consecución de una mejor calidad de vida, una meta dejada de lado por el empresariado tradicional en la región".
Citó en ese sentido 35 casos de empresas latinoamericanas agrupadas en el CEDSAL que destacan por su "excelencia" en materia de "ecoeficiencia". Esas experiencias están reunidas en el documento "América Latina en el camino de la ecoeficiencia", también presentado este jueves.
El trabajo cita casos de firmas que operan principalmente en Argentina, Brasil, Chile, México y Venezuela. (FIN/IPS/dg/mj/if en/98