CAFE: Países productores apelan a mercado interno

La demanda mundial de café está estancada, pero la oferta sigue creciendo. Por eso, los países productores vuelven ahora los ojos hacia su mercado interno, ofreciendo calidad de exportación y mayor valor agregado.

En busca de aumentar el consumo interno, los encargados del negocio del café están tratando de conquistar el paladar de los jóvenes, que, según investigaciones realizadas, no gustan del sabor tradicional.

Por primera vez en ocho años, la producción mundial excederá a la demanda, que ascenderá a unos 100 millones de sacos de 60 kilogramos, estimó John Naranjo, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, segundo país productor.

El estado de la oferta y la demanda mundial del grano, las últimas investigaciones en torno a sus beneficios y el desarrollo de los precios internacionales son algunos de los asuntos que se analizan en la Semana Internacional del Café (Sintercafé), que se realiza en Costa Rica, organizada por el Instituto del Café.

En la cita, la número 12 celebrada en Costa Rica, participan cerca de 400 empresas o funcionarios internacionales vinculados con el café.

Brasil, el mayor productor con una cosecha estimada de 34 millones de sacos para el año 98-99, espera aumentar su consumo interno para llegar al 2000 con 15 millones de sacos, informó el director del Instituto del Café de Costa Rica, Guillermo Canet.

En Costa Rica, país que ostenta el primer lugar en productividad por hectárea, los jóvenes han dejado de tomar café, y por eso en 1999 se lanzará una campaña en la cual la bebida tomará diferentes formas y sabores.

Haydée Cuadrado, encargada de Mercadeo y Promoción del Instituto, indicó que a los jóvenes no les agrada el café porque entre los 13 y los 17 años desarrollan unas enzimas en las papilas gustativas que les impiden disfrutar del sabor del café.

Pero algunas pruebas realizadas en el país han demostrado que este sector de la población sí disfruta del café de sabores, como canela, vainilla y chocolate, del café frío, que lleva un procesamiento diferente, o de un café con helado.

Colombia pretende seguir una estrategia similar. Para promover el consumo, se planificaron varias acciones, entre ellas ofrecer café gratis en colegios y universidades, explicó Naranjo.

Para la próxima cosecha, Colombia espera una producción de 12 millones de sacos, de los cuales 11 serán para la exportación y el resto para el consumo interno, estancado también por la crisis económica.

Como parte de la estrategia para promover el consumo, tanto interno como externo, en la Sintercafé realizada en 1997 se conformó un grupo llamado Viva Café Forever, actualmente integrado por 60 miembros.

Este grupo encargó una encuesta realizada en la Universidad de Georgetown, en Washington, la cual demostró que los jóvenes no beben café porque creen que es riesgoso para la salud.

Las principales razones para rechazar el café, según la encuesta, fueron su sabor amargo, las dificultades para prepararlo y los efectos perjudiciales de la cafeína.

Según los jóvenes consultados, para aumentar el consumo del café es necesario resaltar sus cualidades y atributos positivos en la salud.

Naranjo opinó que el consumo interno no variará las perspectivas para los países latinoamericanas productores, sino que éstas dependerán de un adecuado manejo del excedente de cuatro millones de sacos.

El productor colombiano recordó que, por primera vez en los últimos ocho años, la producción superará a la demanda mundial del café.

El representante colombiano afirmó que los países miembros de la Asociación de Productores de Café (APPC), que producen unos 55 millones de sacos, tienen "una gran responsabilidad para asegurar buenos precios y ordenar la oferta" mundial, que rondará los 100 millones de sacos.

Para Naranjo, la mejor ayuda a las naciones de América Central, cuya producción de café sufrió serios daños con el paso del huracán Mitch, hace dos semanas, es, precisamente, un ordenamiento del mercado que permita mantener los precios.

El sector cafetalero centroamericano no solo está afectado por las pérdidas en las cosechas, que aún no se han calculado regionalmente, sino también por una baja en los precios internacionales del grano.

Esa baja se atribuye a la supercosecha que se avecina en Brasil y a la buena producción que también tendrá Colombia.

América Central, en conjunto, tiene 12 por ciento del mercado mundial, pero aún así su incidencia es muy baja, como lo demuestra la baja de precios. Este martes, los precios cerraron a alrededor de 112 dólares el saco.

Osmand Maduro, representante de Honduras, y Roberto Bendaña, de Nicaragua, aseguraron en Sintercafé que todos las plantaciones de sus países fueron afectadas y buena parte de la cosecha en pie no tendrá salida al mercado por los daños que ocasionó el huracán a los caminos.

Es por eso que el istmo pidió a los consumidores que ayuden a detener la caída de precios, para ayudar con ello a la región. (FIN/IPS/mso/mj/if/98

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