El volumen de las exportaciones de café de Brasil se duplicó entre el primer semestre de 1998 y los cuatro últimos meses, mientras los precios cayeron más de 40 por ciento, informaron hoy las organizaciones de exportadores del grano.
Por primera vez desde septiembre de 1993, el país vendió más de dos millones de sacos de café en grano el mes pasado, dijeron este jueves las dos asociaciones empresariales en que se dividen los exportadores.
Fueron 2.025.000 sacos de 60 kilos, estimó la Asociación Brasileña de Exportadores de Café (Abecafé), que espera un desempeño similar o incluso superior en los dos últimos meses del año.
La pérdidas provocadas por el huracán Mitch en América Central favorecen a Brasil, uno de los pocos productores con disponibilidad del producto, evaluó la Abecafé. De esa forma el país podrá concluir 1998 con más de 17 millones de sacos exportados, 11,5 millones en el segundo semestre.
En todo el año pasado Brasil vendió 14,4 millones de sacos en el mercado externo. En el primer semestre de este año las exportaciones bajaron a un promedio mensual de 930 millones de sacos.
Los precios obtenidos por el café brasileño, sin embargo, vienen declinando. Después de mantenerse por encima de 180 dólares el saco desde julio de 1997 a abril de este año, bajaron gradualmente a 115 dólares en octubre.
Por eso, pese a un esperado aumento de 20 por ciento en la cantidad exportada este año, los ingresos deberán caer más de 10 por ciento en comparación a los 2,726 millones de dólares obtenidos en 1997.
Esa evolución del volumen y de los precios es determinada por la entrada en el mercado, a partir de julio, de la actual cosecha brasileña, una de las más voluminosas de la historia, de 35,2 millones de sacos en la estimación de la Abecafé.
En los tres últimos años Brasil sufrió escasez de café, producto de las fuertes heladas y sequia en 1994, hecho que permitió la recuperación de los precios internacionales. Con la cosecha actual la tendencia se invirtió.
"El café brasileño está recuperando un incuestionable liderazgo en el mundo", según Francisco Ourique, secretario general de la Federación Brasileña de Exportadores de Café (FEBEC).
Su participación en el mercado mundial, que tendía a caer a 20 por ciento en el primer semestre, subió en los últimos meses al 30 por ciento que tradicionalmente correspondió a Brasil.
El café sufre también los efectos de las actuales turbulencias financieras internacionales, que impiden una exportación más agresiva de Brasil.
Los caficultores brasileños vacilan en ampliar sus exportaciones, ante la posibilidad de una devaluación del real, la moneda nacional, que les permitiría mayores utilidades.
Tal expectativa también condujo al aplazamiento de compras por parte de los importadores. Las oscilaciones cambiarias en el hemisferio Norte agravaron esa tendencia en Europa y Japón, por el fortalecimiento de sus monedas ante el dólar estadounidense.
Además, productores y exportadores brasileños esperan una recuperación de los precios el prximo año, como consecuencia de una menor cosecha en Brasil. Estos factores pueden reducir las exportaciones en noviembre y diciembre, como prevé la FEBEC.
El café fue durante décadas el principal producto exportable brasileño. Pero perdió importancia relativa desde los años 70, cuando terribles heladas destruyeron extensos cafetales en el sur del país, mientras se expanda el cultivo de soja, que asumió el liderazgo en las exportaciones agrícolas en la década pasada.
Con la diversificación de las exportaciones, los productos manufacturados pasaron a ser mayoritarios en el comercio exterior de Brasil. El café representa actualmente cerca de cinco por ciento del total de las exportaciones. (FIN/IPS/mo/mj/if/98