El contagio del sida por vía heterosexual creció últimamente en Brasil, con un aumento de la cantidad de mujeres infectadas, por lo que los expertos temen una "africanización".
Los últimos datos del Departamento de Enfermedades Sexualmente Transmisibles y SIDA (DST/SIDA), del Ministerio de Salud, indican que el país tuvo 135.200 casos notificados hasta fines de mayo, colocándose entre los cuatro países con mayor número absoluto de enfermos.
Rn términos proporcionales a su población, hay más de 40 países en el mundo en situación más grave. Las estadísticas mantienen a Brasil aún lejos de la epidemia fuera de control de gran parte de Africa.
Pero el temor entre los expertos radica en que el aumento de la contaminación entre heterosexuales, y por ende de las mujeres, provoque un recrudecimiento de la epidemia en Brasil, ya que es más dificil la prevención en esa parte de la población.
El sida dejó de ser un problema casi exclusivo de los grupos minoritarios denominados "de riesgo", como homosexuales, dependientes de drogas inyectables y hemofílicos, entre los cuales los casos diagnosticados se estabilizaron o se redujeron.
"Cambió el perfil de la epidemia", reconoció Pedro Chequer, coordinador del DST/SIDA, anunciando que la nueva campaña de prevención del Ministerio de Salud se basará en la nueva realidad.
De enero de 1997 a mayo de 1998 hubo un caso diagnosticado entre mujeres por cada 2,38 entre hombres. Esa relación era de sólo uno por 28 en 1985 y de 5,6 en 1990. Desde 1996 la mayoría de heterosexuales contaminados son mujeres.
Crece así la participación de las mujeres en el total de portadores conocidos del virus del sida. Hasta mayo pasado eran 29.718 casos, 83 por ciento notificados en los últimos cinco años.
En consecuencia, aumenta exponencialmente la incidencia entre niños contaminados por sus madres en la gestación, en el parto o el amamantamiento. A fines de mayo, había 1.916 niños y niñas de menos de un año en esa situación y 599 entre cinco y nueve años.
Pero por ahora se estima que es la relación sexual y usuarios de drogas inyectables la mayor responsable de la contaminación de las mujeres, seguida de compañeros bisexuales.
La situación de Brasil se considera más cercana a la de Europa y América del Norte, que a la de Africa, donde la transmisión del sida ocurre en general por relaciones heterosexuales.
La cantidad total de notificaciones de sida se estabilizaron en Brasil en los tres últimos años, incluso con una caída desde 1997. Es decir, la mayor participación de heterosexuales en el total se debe en parte a la caída de los demás grupos, como adictos a las drogras y homosexuales.
Pero el experto Artur Kalichman, director del Programa de SIDA en Sao Paulo, advierte sobre el riesgo de la tendencia actual, porque los heterosexuales son la gran mayoría de la población y un pequeño índice de contaminados entre ellos representa altas cifras absolutas y mayor dificultad para contener el contagio.
Gran parte de las mujeres infectadas tienen pareja estable y se creen protegidas por la supuesta monogamia, sin necesidad de cuidados mayores. Entre los jóvenes, cada día más precoces sexualmente, encuestas comprueban que la mayoría no usa preservativos en sus primeras relaciones.
Otro peligro es la mayor expansión de la epidemia en los sectores más pobres de la población, por tanto con menor grado de información y capacidad de prevención, acercándose a la situación africana.
Ante el nuevo perfil de la epidemia, aumenta la importancia de los preservativos, a los que hay que convertir en "instrumento permanente de defensa de la vida", señaló Chequer. (FIN/IPS/mo/ag/he/98