BRASIL: Reforma endurece condiciones para la jubilación

Las condiciones para la jubilación aumentaron en Brasil con la reforma del sistema de previsión social, aprobada por presión de la crisis financiera.

Fueron necesarios tres años y medio de trámites parlamentarios y tres olas de turbulencia internacional para que este jueves de madrugada, la Cámara de Diputados aceptara las tres últimas disposiciones de la reforma constitucional que modifica parcialmente el sistema previsional.

La ley votada establece que el derecho a la jubilación se adquiere con un periodo de contribución al sistema de 35 años para el hombre y de 30 para las mujeres.

Hasta ahora, los trabajadores brasileños se retiraban por el concepto de "tiempo de servicio". Es decir, los años trabajados, independiente de haber o no contribuído al sistema público de previsión social.

El objetivo del gobierno es poner fin a las jubilaciones prematuras y reducir el déficit del sistema. En los últimos años, la edad promedio de retiro ha sido de 49 años, y muchas profesoras de la enseñanza pública se jubilaron antes de los 40.

El mismo ex ministro de Previsión Reynhold Stephanes admitió haberse jubilado a los 48 años.

La modificación del régimen de jubilaciones exigía la reforma de la Constitución, y su aprobación fue entonces difícil, dado que requería una mayoría conforme de 60 por ciento en al menos dos votaciones en la Cámara de Diputados y otras dos en el Senado.

Fue necesaria una quinta votación en la cámara baja, para confirmar modificaciones importantes agregadas en el Senado.

Pero la reforma "llegó tarde" y es insuficiente para restablecer el equilibrio en el sistema, advirtió el secretario ejecutivo del Ministerio de Previsión, José Ceccin, porque fueron rechazadas varias disposiciones del proyecto original del Poder Ejecutivo.

El gobierno insistirá en el aumento de la edad mínima para jubilación, uno de los puntos rechazados, anunció Ceccin. La propuesta inicial impedía el retiro antes de los 60 años para el hombre y los 55 para la mujer, pero el Congreso la fijó en 53 y 48 años, respectivamente.

La reforma aprobada permitirá un ahorro de 1.400 millones de dólares en 1999, cifr que podría multiplicarse por cuatro en tres años, calculó el funcionario.

Esa es una de las medidas del ajuste fiscal anunciado por el gobierno la semana pasada, destinado a reducir en 23.000 millones de dólares el déficit de las cuentas públicas del próximo año y promover un esfuerzo similar en los dos años siguientes.

El esfuerzo fiscal constituye el principal compromiso de Brasil para obtener asistencia financiera por más de 30.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional, Estados Unidos y bancos multilaterales de desarrollo, un acuerdo que será firmado la próxima semana.

La enmienda constitucional se refiere principalmente a la jubilación de trabajadores del sector privado, cuyo sistema tendrá este año un déficit de 6.500 millones de dólares.

El equilibrio entre contribuciones y pagos solo se podrá alcanzar dentro de siete u ocho aos, según Ceccin.

Pero el mayor factor de desequilibrio de las cuentas del Estado son las jubilaciones en el sector píblico que, de acuerdo con el ministro de Hacienda, Pedro Malán, costarán unos 28.600 millones de dólares al presupuesto de este año.

Es que los funcionarios públicos brasileños se jubilan ganando el mismo sueldo de sus colegas en actividad. En cambio, los trabajadores privados sufren una fuerte reduccin y su remuneracin máxima, como jubilado, se limita a 1.200 reales (1.000 dlares).

El gobierno intentó incorporar a la reforma aprobada una reducción de 30 por ciento del pago a los jubilados del sector público, pero el Congreso rechazó la propuesta.

Ante la derrota, las autoridades económicas decidieron imponer a los funcionarios públicos jubilados un descuento de 11 por ciento de su paga para la previsión social, una forma alternativa de reducirles la remuneracin.

Además, incrementó de 11 a 20 por ciento el aporte social de e funcionarios en actividad con un salario mensual superior a 1.200 reales (1.000 dlares).

La aprobación de la reforma previsional contribuye a mejorar la credibilidad de Brasil ante los inversionistas, como primer paso de un ajuste fiscal considerado indispensable para rescatar la confianza en la economía del país. (FIN/IPS/mo/ff/if lb/98

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