El gobierno de Brasil adoptó hoy medidas para atenuar el aumento del desempleo que se espera para el próximo año, como consecuencia de la crisis financiera, y propuso una reforma de la organización sindical.
La enmienda constitucional que será sometida al Congreso Nacional pone fin a la "unicidad sindical", una regla vigente desde hace más de 60 años y que prohibe más de un sindicato de cada categoria profesional en un municipio o conjunto de municipios.
Además, el gobierno suprimió el llamado impuesto sindical, que obligaba a todos los trabajadores a contribuir cada año con un jornal al financiamiento de la actividad de los sindicatos.
El monto recaudado por ese concepto llega a 500 millones de dólares, según Marcio Pochmann, profesor de la Universidad de Campinas, cerca de Sao Paulo.
Por lo menos un tercio de las 12.000 organizaciones sindicales del país desaparecerá a causa de las decisiones del gobierno, predijo Pochmann, investigador de Economía del Trabajo. Pero las medidas estimularán la creación de sindicatos por empresas, multiplicándolos de ese modo, añadió.
De esa forma, el país podrá tener hasta 70.000 sindicatos, aunque representarán a una cantidad inferior de trabajadores, señaló Pochmann.
Además, muchos de los sindicatos que desparecerán son organizaciones "fantasmas, sin representatividad", puntualizó Joao Vaccari Neto, vicepresidente de la Central Unica de Trabajadores (CUT).
La CUT, la mayor central sindical brasileña, promovía la eliminación del aporte obligatorio de los trabajadores desde su fundación hace 18 años.
El impuesto sindical fomentó la creación de miles de sindicatos de existencia puramente formal, que no defienden los intereses de los obreros, según los dirigentes de la CUT.
Las decisiones de efecto inmediato, dispuestas para compensar en parte el desempleo esperado como consecuencia de la crisis financiera, están incluidas en una "Medida Provisional" (decreto- ley) firmada por el presidente Fernando Henrique Cardoso.
El economista José Marcio Camargo, experto en cuestiones laborales de la Universidad Católica de Río de Janeiro, cree que el desempleo llegará a 12 por ciento entre abril y mayo del próximo año. Actualmente el índice es de 7,6 por ciento.
Esa explosión del desempleo se deberá a una fuerte recesión económica en 1999, cuando el producto nacional caerá entre dos o tres por ciento, de acuerdo con los cálculos de Camargo.
Los trabajadores desempleados desde hace más de 12 meses recibirn una ayuda de 83 dólares mensuales por tres meses y la posibilidad de un curso de capacitación profesional para reintegrarse al mercado de trabajo.
La meta del gobierno es asistir entre 500.000 y 700.000 desocupados "de larga duración" dentro de tres meses, informó el ministro de Trabajo, Edward Amadeo. El programa se limitará a las diez áreas metropolitanas del país.
Amadeo también anunció la suspensión temporal del contrato de trabajo, para evitar la ruptura definitiva del vínculo entre el trabajador y la empresa.
La suspensión del contrato laboral estará acompañada de una beca de caapacitación para el trabajador. Concluido el periodo de capacitación, que será de dos a cinco meses, la empresa estará obligada a reconocer nuevamente el contrato o a pagar a su empleado una indemnización por despido más una multa.
El mismo decreto, que se convertirá en ley tras su aprobación parlamentaria, extiende a alumnos de enseñanza secundaria la posibilidad de trabajar como aprendices en empresas. Hasta ahora, esa oportunidad sólo se ofrecía a estudiantes universitarios o de formación profesional.
El objetivo es ofrecer una primera ocupación a los jóvenes, que encuentran crecientes dificultades para ingresar en el mercado de trabajo. (FIN/IPS/mo/ff/lb/98
