El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció hoy un paquete de ayuda internacional de 41.500 millones de dólares para evitar el colapso financiero de Brasil.
A cambio, la mayor economía de América Latina prometió aplicar medidas de austeridad para reducir los 65.000 millones de dólares de su déficit presupuestal, informó en Washington el director gerente del FMI, Michel Camdessus.
Las reservas de divisas de Brasil descendieron de 65.000 millones de dólares a 47.000 millones desde que los inversores desencadenaron una fuga de capitales tras la crisis financiera que comenzó en julio de 1997 en el sudeste de Asia y se propagó este año a Rusia.
Tras su reelección, el presidente Fernando Henrique Cardoso presentó en octubre al parlamento un plan de austeridad para recaudar 84.000 millones de dólares para el año 2001 a través de aumentos impositivos y recortes al gasto.
La cámara baja del Congreso aprobó el plan el día 4, lo que habilitó el acuerdo de este viernes con el FMI.
Con esas medidas, y el compromiso de abrir aun más el comercio y la inversión a los extranjeros, "el camino está libre para que la comunidad internacional dé el respaldo financiero a Brasil que aumente la confianza del mercado en las políticas económicas del gobierno", declaró Camdessus.
El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, dijo que el acuerdo es "un paso importante en nuestro esfuerzo para enfrentar con eficacia la crisis financiera mundial y proteger la prosperidad y los empleos estadounidenses".
Brasil es la octava economía mundial y el gigante económico latinoamericano, con un producto interno bruto de 800.000 millones de dólares, casi el doble del de México. América Latina es el principal socio comercial de Washington.
Una drástica caída del real brasileño provocaría la recesión económica de toda la región y agravaría la inestabilidad en Estados Unidos y los mercados mundiales, advierten economistas.
El Export-Import Bank y la Corporación de Inversión Privada en el Exterior, ambos organismos públicos de Estados Unidos, están preparando más de 2.500 millones de dólares para financiar las ventas de compañías estadounidenses en Brasil, explicaron funcionarios de Washington.
Además, Washington contribuiría con 5.000 millones de dólares, liderando a países europeos, norteamericanos y asiáticos en la recaudación de 14.500 millones de dólares en créditos y garantías para cubrir los préstamos del Banco de Ajustes Internacionales a Brasil.
El FMI ofreció 18.000 millones en tres años, sujeto a la aprobación de su junta ejecutiva a principios de diciembre.
Setenta por ciento del financiamiento provendría de un "fondo suplementario de reserva", reembolsable en 12 a 18 meses a una tasa de interés de 7,75 por ciento al año. El resto, bajo la forma de un acuerdo de contingencia, sería reembolsado en cinco años a una tasa de 4,75 por ciento anual.
Inmediatamente estarían disponibles 5.000 millones de dólares, y otros 5.000 millones podrían ser entregados antes del período usual de tres a seis meses, anunció Jack Boorman, director del Departamento de Investigación y Política del FMI.
Así mismo, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo anunciaron que cada uno contribuirá con préstamos de 4.500 millones de dólares.
Para poder recibir el dinero, Brasil deberá ajustarse a su plan de austeridad, que implica grandes reducciones en el gasto público.
Brasil también deberá mantener su actual régimen monetario, devaluando el real en 7,5 por ciento al año y ampliando gradualmente la banda de fluctuación. (FIN/IPS/tra-en/aa/mk/aq-ml/if-dv/98