BOLIVIA: Operación Cóndor divide al país, con Banzer en el medio

La Operación Cóndor, plan de coordinación represiva entre los últimos regímenes militares en el Cono Sur de América, es objeto en Bolivia de una polémica cuya línea divisoria pasa por el general Hugo Banzer, dictador en los años 70 y presidente democrático hoy.

El asunto cobró vigencia con la detención en Londres del actual senador vitalicio de Chile Augusto Pinochet, otro general y ex dictador que conserva un papel importante en la escena pública.

Banzer, hoy elegido en las urnas tras cinco exitosas participaciones electorales desde 1980 y algunas actitudes que elogian hasta sus adversarios, vivió dos semanas difíciles desde el 16 de octubre, fecha en que capturaron a Pinochet.

El presidente boliviano dijo hace diez días que nunca supo de la Operación Cóndor pactada por las dictaduras de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay e implementada por sus aparatos represivos.

"Nunca he sabido de la existencia de la Operación Cóndor porque, que yo sepa, eso no funcionó en el país, de manera que mal podría yo estar inmerso. Yo lo niego y lo voy a negar siempre porque no sé de ese tema", dijo Banzer el 23 de octubre.

Con esas palabras abrió, sin proponérselo, una polémica de la que aún no puede salir pese al esfuerzo de sus más cercanos colaboradores.

Políticos opositores y organizaciones de derechos humanos no dudaron en considerar el gesto de Banzer un intento de tapar el sol con un dedo ante un hecho que dejó muchos testigos en Bolivia.

Por otro lado, los ministros, los prefectos (gobernadores designados por el Presidente) y los jefes de los partidos que integran la alianza de gobierno expresaron su confianza en Banzer y destacaron su vocación democrática.

Algunos de ellos incluso se sumaron a la voz del presidente para negar que Banzer hubiera sabido, y menos aun participado, de la Operación Cóndor durante su dictadura entre 1971 y 1978.

Entre los acusadores figuran organizaciones como la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), la Central Obrera Boliviana y la organización sindical que agrupa a los periodistas de La Paz, que le pidió a Banzer "pedir perdón por su pasado".

El presidente de la APDHB, Waldo Albarracín, anunció que estudia la posibilidad de pedir al juez español Baltasar Garzón incluir a Banzer en el juicio contra Pinochet. Garzón fue quien ordenó la detención en Londres del dictador chileno por violaciones de derechos humanos durante su régimen.

El opositor Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997) propuso investigar los crímenes de lesa humanidad durante la dictadura de Banzer y en otros períodos críticos de los últimos 50 años de historia boliviana.

El MNR entiende que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos debería ser la instancia a cargo de esa investigación.

En respuesta, el gobierno y también organizaciones populares le recordaron al MNR que fue precisamente ese partido, entonces liderado por Víctor Paz Estenssoro, el que llevó del brazo a Banzer a dar el golpe de Estado en agosto de 1971 contra el gobierno populista del general Juan José Torres.

Torres murió asesinado en Buenos Aires en 1976, y se presume que fue una de las víctimas de la Operación Cóndor.

El oficialismo recordó que gobiernos anteriores a la dictadura de Banzer crearon campos de concentración y desarrollaron varias formas de represión política.

Banzer ya saldó cuentas con varios sectores políticos a los que persiguió en su dictadura, entre ellos con el socialdemócrata Jaime Paz Zamora y su Movimiento de Izquierda Revolucionaria, que nació para combatir ese régimen.

Paz Zamora terminó aliándose con Banzer, gracias a quien llegó a la presidencia (1989-1993), y desde 1997 apoya el gobierno del ex dictador.

En ese marco, lo único que parece quedar pendiente en la vida política del presidente Banzer es una actitud de arrepentimiento y un pedido de perdón para cerrar las heridas del pasado y promover la reconciliación.

Ese criterio resume la opinión de analistas y periodistas que reconocen el aporte de Banzer a la democracia en los últimos 14 años, pero le exigen con igual firmeza que admita los errores y violaciones de derechos humanos durante su régimen autoritario.

"Lo indignante es constatar que, a pesar de todo, puede más la actitud prescindente y casi soberbia de no pedir perdón por todo lo que se hizo mal, sobre todo cuando se segaron vidas humanas en el ejercicio del poder", dijo el prestigioso periodista de televisión Carlos Mesa. (FIN/IPS/ac/mj/ip hd/98

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe