La postura que adopte Japón, la mayor economía asiática y la segunda mundial, sobre el proteccionismo y la liberalización comercial será crucial en el foro de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (APEC) que se realizará el martes y el mércoles en Malasia.
Japón se resiste a la presión de Estados Unidos, Australia y otros exportadores agrícolas de APEC para reducir sus aranceles sobre la madera y la pesca como parte de una propuesta del foro para adoptar una liberalización más rápida.
En consecuencia, Washington lo acusa de sabotear el plan de liberalización comercial de APEC.
Pero Tokyo arguye que la recesión que afecta a su economía desde hace siete años perjudicó a los productores de la pesca y la madera, lo que hace difícil que el gobierno ceda a las presiones de Washington. Las quiebras de compañías del sector forestal se duplicaron en las últimas dos décadas.
Tokio sostiene que 40 por ciento de su consumo de pesca y 80 por ciento del consumo de productos forestales dependen de las importaciones. Japón es el mercado más grande para los productos agrícolas de Estados Unidos.
Analistas estadounidenses prevén un mayor proteccionismo de los países de APEC como resultado de la crisis económica que afecta a la región, lo que enlentecería el proceso de liberalización.
"Consideramos inexcusable que Japón, la segunda economía del mundo y la mayor economía de Asia, no participe en este ejercicio", declaró el representante comercial interino de Estados Unidos, Richard Fisher.
Sin el respaldo explícito de Japón, será difícil persuadir a otras naciones asiáticas que apoyen la rápida liberalización comercial.
Creado en 1989, APEC fijó la meta del libre comercio en la región para el 2010 en el caso de las economías industriales y para el 2020 en el caso de las demás. Los integrantes del foro generan 60 por ciento del producto interno bruto y casi 50 por ciento del comercio del mundo.
En la cumbre celebrada en 1997 en la ciudad canadiense de Vancouver, los líderes de APEC acordaron eliminar los aranceles de la madera para enero del 2002 y de la pesca para fines del 2005, y abogaron por una mayor liberalización de las industrias de los juguetes, los equipos médicos y los productos químicos.
Pero la recesión obligó a muchos países de APEC a cambiar su posición sobre la liberalización comercial, que ahora deberá realizarse más lentamente debido al creciente desempleo y la menor producción nacional de los países asiáticos.
China, Indonesia y Japón quieren que APEC se aleje de la conflictiva cuestión de la liberalización comercial y se concentre en la recuperación económica de la región.
Los ministros de economía de APEC, reunidos en Manila en octubre, pidieron incentivos para resolver la crisis. El ministro malasio, Rifidah Aziz, dijo entonces que entre esas medidas se incluirán aranceles, derechos de aduana y tasas que deberán acordarse en consulta mutua de los países.
El economista japonés Keiji Omura dijo que los miembros asiáticos de APEC están comprometidos con el libre comercio pero creen que el objetivo debe lograrse teniendo en cuenta la situación particular de cada país.
"El peligro yace en intentar imponer un único estándar en APEC, que es una organización de distintas economías. La liberalización se debe desarrollar sobre una base internacional y no sólo según los estándares de Estados Unidos", opinó.
En septiembre, el primer ministro malasio Mahathir Mohamad desoyó las advertencias de los organismos multilaterales y los países industriales y adoptó un tipo de cambio fijo para evitar la "especulación" contra la moneda nacional, el ringgit.
Mohamad explicó que la especulación en el mercado monetario libre destruyó la economía del sudeste de Asia, causó desempleo e inestabilidad política.
Japón sostiene que como el acuerdo de APEC sobre los aranceles es voluntario, este no tiene la facultad de obligar su aplicación. El foro sigue la política de respetar la voluntad de sus integrantes con respecto a la liberalización, declaró el ministro de Agricultura, Bosques y Pesca, Shoichi Nakagawa.
Para Japón, las negociaciones sobre aranceles u otro tipo de asunto comercial corresponden a la Organización Mundial del Comercio y no a APEC.
Japón propuso un fondo de rescate de 30.000 millones de dólares para las economías asiáticas y propone utilizar a APEC como espacio de discusión sobre la recuperación de la región.
Según los analistas, los gobernantes asiáticos ya no están dispuestos como antes a adoptar las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), como la austeridad monetaria para estabilizar los tipos de cambio, y agregan que las mismas impiden la recuperación en lugar de generarla.
Las políticas propuestas por el FMI acrecentaron el descontento popular en Indonesia y dificultaron la recuperación en ese país. La prioridad de Asia es ayudar a las compañías nacionales y reducir el desempleo, señaló el economista Omura.
Con este fin, muchos analistas piden que se utilicen los cuantiosos ahorros de Asia para bajar las tasas de interés y ayudar a impulsar la capacidad productiva de las compañías y el crecimiento económico.
Omura pide que Japón aumente la inversión en los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, lo que ayudaría a aumentar la producción. (FIN/IPS/tra-en/sk/ral/aq/if/98