La mayoría del parlamento de Ecuador es favorable a los acuerdos de paz con Perú, y el problema se reduce aun más al considerar los legisladores que solo uno de los tratados debe ser ratificado, trámite que ocurrirá con seguridad la semana próxima.
Mientras la gobernante Democracia Popular (DP) insiste en una rápida aprobación, el Partido Social Cristiano (PSC) prefiere tomarse su tiempo. Se prevé que el debate en el plenario comenzará sólo el jueves próximo.
El acuerdo de paz firmado en Brasilia el 26 de octubre, por los presidentes de Ecuador y Perú, que zanjó el conflicto territorial que ambos países mantenían hacía medio siglo, comprende varios tratados, algunos de los cuales requieren ratificación de los dos congresos legislativos.
La Comisión de Asuntos Internacionales del congreso legislativo ecuatoriano comenzó a sesionar este miércoles, y se prevé que el grupo emita su informe el martes.
Tanto el PSC como la DP coinciden en que el Tratado de Navegación y Comercio no necesita aprobación parlamentaria, pues la Constitución no determina que el congreso deba aprobar ese tipo de acuerdos.
Para el presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales, Heinz Moeller, del PSC, el Tratado de Integración sí debe ser ratificado por el Poder Legislativo.
La mayoría de legisladores apoya esa tesis. También se confirmó que la mayoría de legisladores considera imposible un regreso del acuerdo de paz que se firmó en Brasilia al congreso para su ratificación.
Wilfrido Lucero, de Izquierda Democrática (ID), declaró que su partido considera prioritaria la ratificación de los tratados, ya que la solución de paz depende de la globalidad del proceso.
También quedó claro que el Poder Legislativo no podrá en ningún caso cambiar el texto de los tratados, pues solo puede aprobarlos o rechazarlos en bloque.
Los legisladores están a la espera de conocer al detalle el contenido de los tratados. Aunque se considera que su aceptación no será difícil, queda aún pendiente un debate público entre partidos sobre el problema limítrofe.
El acuerdo con Perú ya no es sujeto a ratificación, este asunto aún constituye un argumento político contra el gobierno.
El acuerdo de paz firmado en Brasilia contiene un trazado de la frontera emitido por los países garantes del tratado limítrofe de 1942 (Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos).
Los garantes intervinieron a pedido de los presidentes de Ecuador y Perú. A su vez, por pedido expreso de los garantes, su fallo fue aceptado por los parlamentos de ambos países antes de que se lo diera a conocer.
El trazado de frontera decidido por los garantes coincidió con la posición de Perú, pero otorgó a Ecuador la propiedad perpetua de un kilómetro cuadrado dentro de territorio peruano, en el que se encuentra el simbólico punto de Tiwinza, donde ocurrieron los combates más encarnizados de la guerra de 1995.
El compromiso previo adquirido por los cuerpos legislativos de ambos países al aprobar el fallo antes de conocerlo impide cualquier intento político de cuestionarlo. La intención de los garantes al solicitar la aprobación previa de su fallo fue impedir un probable rechazo a la solución encontrada.
Ecuador y Perú han mantenido posiciones irreconciliables, por lo que cualquier fallo, por equitativo que fuera, causaría malestar en ambos pueblos, como efectivamente sucedió.
En Ecuador, tras conocerse el fallo de los garantes, la reacción inicial de varios bloques políticos en el Congreso fue de rechazo.
Jaime Nebot, líder del PSC, propuso rechazar la propiedad de Tiwinza "por las condiciones indignas de su entrega". A esta posición se sumaron el opositor Movimiento Popular Democrático (MPD) y algunos diputados del Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE) y el pro-indígena Pachakutik.
El opositor PRE, que no respaldó la ratificación previa al fallo, se opuso desde el inicio a la aprobación de los tratados y convenios firmados, porque en su opinión el país fue "tremendamente perjudicado".
Este partido, con el respaldo del MPD, considera iniciar juicio político al presidente Jamil Mahuad.
La ID considera como irreversible a la fijación de la frontera común, pero también la califica de "derrota diplomática". Sin embargo, aceptó que Ecuador reciba Tiwinza, por su valor histórico.
Finalmente, varios partidos, entre ellos el PSC, ID y Pachakutik, pidieron la comparecencia ante el congreso de Mahuad, para que explique si hubo o no un acuerdo previo entre ambos presidentes y los garantes sobre la fijación de frontera. (FIN/IPS/gm/mj/ip/98