Los gastos sociales en los países angloparlantes del Caribe siguen siendo superiores a los de América Latina, pero la CEPAL concluyó que eso no ha sido suficiente para detener la creciente marea de desplazados.
"La sociedad atribuye al Estado un papel crucial en la promoción de justicia social. Un acuerdo fiscal sería incompleto e insatisfactorio si ese papel se desempeñara inadecuadamente o se ignorara", según un documento de CEPAL (Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe).
El documento se refería a la propuesta del organismo de sellar "un nuevo pacto fiscal", planteada en mayo y analizado esta semana en una reunión de expertos en Puerto España.
La directora de CEPAL para el Caribe, Len Ishmael, sostuvo en la reunión que a los gastos sociales en esta región, pesar de que representan gastos altos comparados con los de América Latina, "siguen por debajo de las expectativas de la poblacion".
Ishmael agregó que "los pobres se beneficiaron indudablemente con esos programas, y aquellos menos necesitados también obtuvieron ventajas, por lo cual se siguen buscando mecanismos para mejorar la eficacia de los esquemas sociales".
La funcionaria reconoció que los gastos sociales en el Caribe han sido históricamente superiores, considerados como porcentaje del producto interno bruto, a los de América Latina, y áreas como salud, educación, transporte público y subsidios para viviendas se beneficiaron de esa situación.
El nuevo pacto fiscal propuesto por CEPAL prevé consolidación impositiva, aumento de la productividad del gasto público, transparencia y promoción de la justicia social.
El ministro de Finanzas de Trinidad y Tobago, Brian Kuei Tung, dijo que en su país se reconoce la necesidad de promover justicia social, pero admitió que los gastos en áreas importantes como salud y educación "tienen largos períodos de gestación".
Kuei Tung agregó que los resultados de esos aportes "no son percibidos con rapidez debido a que contribuyen al desarrollo a largo plazo del capital humano".
Durante la crisis fiscal provocada por la caída de la producción y los precios del petróleo en los años 80, la inversión social en Trinidad y Tobago, segun Kuei Tung, "cayó dramáticamnente".
En el contexto regional, los gastos sociales oscilaron hasta 1987 entre nueve y 11 por ciento.
"En Trinidad y Tobago somos concientes de la importancia en la distribución de este tipo de gastos y nos hemos comprometido a darles la máxima prioridad a los aportes sociales a mediano plazo", indicó.
"Creemos que cuando los principales elementos de la reforma en el sector sanitario se concreten, deberá recorrerse un largo camino antes de corregir estos desajustes particulares", dijo Kuei Tung.
CEPAL ha propuesto una estrategia para supervisar y corregir esos desequilibrios, la cual está incluida en el voluminoso informe de la comisión sobre el nuevo pacto.
La estrategia incluye la necesidad de impulsar estudios regulares sobre el impacto distributivo de la política fiscal, la urgencia de consolidar los resultados de los gastos sociales y la restauración del énfasis sobre la importancia de los impuestos directos.
Además, prevé supervisar los efectos sobre descentralización de la justicia social e incorporar "mecanismos específicamente altruistas para el diseño de esquemas que involucren al sector privado en servicios sociales".
No obstante, Ishmael se mostró convencida de que las crisis financiera mundial y la región pueden retrasar el proceso de alcanzar y mantener la estabilidad macroeconómica necesaria para que esas medidas sean posibles.
La crisis económica asiática, que repercutió en los mercados financieros del resto del mundo y en especial en Rusia y América Latina, preocupa a Ishmael porque "amenaza los cimientos de la frágil estabilidad macroeconómica que ambas regiones lograron tras una década de dolorosas reformas estructurales".
La funcionaria también se refirió a la amenaza de los desastres naturales que este año se concretó con los devastadores pasajes de los huracanes Mitch y Georges, que costaron decenas de miles de vidas y causaron miles de millones de dólares en daños en América Central.
"El éxito y la continuidad de las reformas políticas estará dictada en gran medida por la capacidad que tengan esos países para adaptarse constantemente a las nuevas realidades y al omnipresente espectro de los desastres naturales", dijo.
Las cifras de CEPAL sugieren que las últimas desgracias pueden revertir algunos logros y enviar a ciertos países al punto de partida. Durante la fase más aguda de los ajustes estructurales en América Latina, durante los años 80, el gasto social descendió 24 por ciento.
El secretario ejecutivo de CEPAL, Jose Ocampo, dijo, sin embargo, que el proceso de ajuste estructural debe continuar a pesar de que en los últimos años "ha dejado una brecha en materia de igualdad social".
Pero Ocampo sostuvo que tanto el Caribe como América Latina aprendieron que "el ajuste puede ser bueno para los pobres". "Soslayar esos ajustes no es la solución adecuada", concluyó. (FIN/IPS/trad-en/wg/cb/ego/mj/ip dv/98