/BOLETIN-INTEGRACION/ AMERICA CENTRAL: La difícil negociación comercial con México

América Central concluyó en forma exitosa un acuerdo de libre comercio con República Dominicana que empezó a negociar hace apenas un año, pero no ha podido lograr un convenio similar con México después de casi tres años de intentarlo.

La respuesta de un experto y de empresarios es que República Dominicana es un mercado complementario y con un tamaño similar al de América Central, mientras que México compite con el istmo y sus dimensiones desbordan la capacidad exportadora de esta pequeña región.

Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua firmaron el acuerdo general con República Dominicana el 16 de abril, pero sólo la semana pasada las partes convinieron los productos que estarán en las listas de comercio y aquellos que quedarán fuera del tratado.

En cambio, la última ronda de negociación entre México y el Triángulo Norte de América Central (El Salvador, Guatemala y Honduras), realizada a fines de octubre en Guatemala, no logró superar las divergencias entre ambas partes.

Los centroamericanos se quejan de que sus propuestas no obtienen una respuesta positiva de parte de México.

Richard Awad, presidente de la Unión de Dirigentes de Empresas Salvadoreñas, dijo que el sector privado de los tres países centroamericanos no respaldará un acuerdo con México que signifique la pérdida de empleos o que no contemple un trato favorable para la región.

Awad aseguró que México pretende imponer barreras al comercio de medicamentos y alimentos y al transporte de mercaderías. Otro representante del sector privado salvadoreño, Rigoberto Monge, dijo que hay un gran desequilibrio de fuerzas entre el Triángulo Norte y México.

El Triángulo Norte pretende obtener de su contraparte acceso a Canadá y Estados Unidos, los dos socios de México en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Pero las respuestas de México no son favorables ni en ese ni en otros temas, informó Monge.

Por ejemplo, los centroamericanos propusieron a México flexibilizar el acceso de los fármacos a su mercado. Actualmente, el registro sanitario para comerciar en México debe ser emitido por algún laboratorio mexicano.

Esa exigencia resulta inaceptable para El Salvador, Guatemala y Honduras, porque -a su juicio- es como dejar en manos de la competencia el comercio de esos productos.

Todos esos puntos serán discutidos en una reunión de viceministros, prevista para este mes, aunque la fecha no ha sido fijada aún, para destrabar la negociación.

Con República Dominicana, en cambio, los centroamericanos en su conjunto lograron un resultado favorable. Por ejemplo, los productos derivados de la leche de América Central tendrán libre acceso inmediato a República Dominicana, pese a que el tratado no entrará en vigencia hasta enero de 1999.

Las carnes estarán sujetas a un plan de desgravación que comenzará con un arancel de 25 por ciento. La mayoría de los aranceles desaparecerán en el 2004 y sólo 15 productos permanecerán al margen del proceso de desgravación y, por lo tanto, del comercio preferencial entre las partes.

El presidente de la Cámara de Industrias de Costa Rica, Marco Vinicio Ruiz, considera que República Dominicana es un mercado idóneo para la industria alimenticia de la región, por lo cual los centroamericanos puede convertirse en los principales proveedores de la isla caribeña, superando a Estados Unidos.

En promedio, cada país centroamericano vende a República Dominicana sólo por valor de 15 millones de dólares al año. Pero las proyecciones indican que la cantidad puede subir a 100 millones de dólares por país en cuanto entre en vigencia el tratado.

Leiner Vargas, experto en Comercio Internacional de la Universidad Nacional de Costa Rica, dijo a IPS que los acuerdos de libre comercio se firman entre países de oferta exportable heterogénea y esa la mayor ventaja del tratado con República Dominicana.

En cambio, el dilema con México es que, "en la mayoría de los casos, la complementaridad no se da, porque ellos (los mexicanos) son competitivos en el sector industrial con productos en los cuales nosotros también lo somos", explicó.

El gran impacto del buscado acuerdo de libre comercio con México podría darse en los rubros asociados a los bienes agrícolas, pero la apertura que se negocia no se basa en productos de la agricultura, observó Vargas.

Costa Rica tiene un tratado vigente con México desde 1995. Desde entonces, sus ventas a México se han triplicado, pero muchos economistas locales aseguran que los beneficios no son reales, porque el aumento de las exportaciones se debe a tres o cuatro productos que ya desde antes tenían mercado en ese país.

Vargas indicó que, a la luz de los tratados de Costa Rica y Nicaragua con México, las ventajas de la apertura del mercado mexicano prácticamente son nulas y eso crea escepticismo en los empresarios del resto de los países centroamericanos.

Finalmente, señaló que, según encuestas hechas en la región, las prioridades del empresariado centroamericano, pequeño y mediano, siguen siendo la región misma y el Caribe, porque dan posibilidades fuertes de comercio y las dimensiones de los mercados son similares.

Con México, la situación es diferente. "La empresa de lácteos más grande de Centroamérica, -Dos Pinos, de Costa Rica- es cinco veces más pequeña que una empresa mediana, que produce sólo para la capital mexicana. ?Qué oportunidad tiene entonces Dos Pinos de exportar a México?", planteó Vargas.

La diferencia entre República Dominicana y México, para América Central, es clara: el primero es un mercado real, complementario, y el otro, de 90 millones de consumidores, es más grande, pero produce lo mismo que la región y es un mercado satisfecho, concluyó el especialista. (FIN/IPS/mso/ff/if/98

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