Honduras y Nicaragua, los países más perjudicados por el huracán Mitch, destinan la tercera parte de su presupuesto nacional, o más de dos millones de dólares por día, a pagar la deuda externa.
"No hay manera de que podamos sobrevivir" a la doble carga de pagar la deuda externa y lograr la recuperación del huracán Mitch, declaró Francisco Aguirre Sacasa, embajador nicaragüense ante Estados Unidos. "La medida más importante que necesitamos es alguna forma de urgente reducción de la deuda", agregó.
El huracán dejó a su paso por América Central unos 11.000 muertos, casi 20.000 desaparecidos y tres millones de damnificados, según cálculos oficiales. Las autoridades esperan que el número de muertos aumente debido al cólera, la malaria y otras enfermedades.
La catástrofe daño gravemente las economías de Honduras, Nicaragua, Guatemala y El Salvador y la reconstrucción podría llevar más de 30 años, advirtieron funcionarios y agencias humanitarias. Un quinto de la cosecha de la región correspondiente a 1998-99 se habría perdido.
Estos países tienen algunos de los ingresos más bajos del mundo y el peso que cargan por la deuda externa es de los más altos.
Honduras y Nicaragua clasifican como Países Pobres Fuertemente Endeudados (PPFE) y Managua espera verse beneficiada por una iniciativa dirigida a reducir la deuda de este tipo de países.
La deuda externa de Honduras asciende a 4.300 millones de dólares, suma similar al monto de daños que, según cálculos de economistas locales, provocó el huracán Mitch. La deuda de Nicaragua es de 6.100 millones de dólares. Ambos destinan la tercera parte del presupuesto nacional al pago de la deuda.
Pero por ahora, los acreedores internacionales aún esperan que Tegucigalpa y Managua paguen este año 450 millones y 300 millones de dólares respectivamente, correspondientes al servicio de la deuda, según analistas económicos.
El ministro de finanzas de Gran Bretaña, Gordon Brown, y el primer ministro de Francia, Lionel Jospin, solicitaron la reducción de la deuda de Honduras y Nicaragua.
Para que las medidas de reducción de la deuda sean efectivas, también tendrán que participar el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial, los grandes acreedores multilaterales de la región, y el Fondo Monetario Intenacional (FMI), que controla la iniciativa de reducción de la deuda de los PPFE.
Así mismo, deberán participar los vecinos latinoamericanos de los países afectados, que figuran entre sus mayores acreedores.
Honduras debe la mayor parte de sus obligaciones externas a acreedores multilaterales, mientras Nicaragua sólo les debe 27 por ciento de su deuda de 6.100 millones de dólares, según cifras del Banco Central nicaragüense.
Managua debe 11 por ciento al BID, siete por ciento al Banco Mundial y uno por ciento al FMI. El país adeuda 27 por ciento del total a los países industrializados y cuatro por ciento a bancos comerciales.
Los países latinoamericanos son acreedores de 25 por ciento de la deuda nicaragüense. Ocho por ciento del total corresponde a Costa Rica. México canceló gran parte de la deuda de Managua en 1996 y ahora sólo le corresponde uno por ciento de las obligaciones de Nicaragua.
El ministro británico Brown solicitó la colaboración del Grupo de Siete potencias industriales, integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón, presidido en la actualidad por Londres.
Francia anunció que cancelará los 69,8 millones de dólares de la deuda oficial que le debe Nicaragua y los 29,4 millones de dólares de Honduras.
Las sumas son relativamente pequeñas, reconocen funcionarios franceses, pero esperan que otros países sigan su ejemplo. Así mismo, Jospin instó a sus compañeros del Club de París a suspender el pago de la deuda de los países centroamericanos durante los próximos dos o tres años.
Pero hasta que la moratoria de la deuda comience a regir, Honduras y Nicaragua seguirán pagando 2,2 millones de dólares por día, según cálculos de la no gubernamental Red Europea sobre la Deuda y el Desarrollo (Eurodad).
"La moratoria es un primer paso muy importante. Pero incluso si dura tres años y los países necesitan 30 años para su reconstrucción, se necesita algo para ayudarlos durante los 27 años que quedan", dijo Sascha Pichler, de Eurodad.
El FMI calcula cuál será la reducción de la deuda para cada país incluido en la iniciativa de PPFE según sus exportaciones y crecimiento económico.
Los acreedores deben acordar la moratoria para realizar nuevos cálculos "basados en la economía totalmente distinta" de Nicaragua y Honduras tras el paso del huracán Mitch, sostuvo Pichler a IPS.
El FMI tendrá que "adaptar" sus programas de ajuste estructural en Nicaragua y sus planes económicos para Honduras, país que esperaba calificar para el tratamiento de PPFE luego de firmar un acuerdo con la organización multilateral.
Para conseguir la reducción de la deuda según la iniciativa de PPFE, un país debe llegar a un acuerdo con el FMI sobre políticas económicas consideradas "sólidas" y luego debe convencer a la institución de que las implementó fielmente durante un lapso de entre tres y seis años.
A cambio, el país recibirá una reducción de la deuda suficiente como para que el pago sea sostenible y no se generen nuevas deudas, siempre que los acreedores acepten cargar con una parte proporcional de la reducción de las obligaciones.
Funcionarios del FMI dicen que es demasiado pronto para saber si será necesario reconsiderar los casos de Honduras o Nicaragua, pero las organizaciones no gubernamentales aseguran que los programas de ajuste estructural obstaculizaron el desarrollo en los dos países, mucho antes de que golpeara el huracán Mitch. (FIN/IPS/tra-en/aa/aq/dv/98