La conformación de un bloque comercial en la cuenca del Caribe comienza a concretarse con la firma de un tratado de libre comercio entre América Central y República Dominicana.
El tratado será enviado la próxima semana al Congreso dominicano para su ratificación y entrará en vigencia a mediados de 1999, una vez que también sea aprobado por uno de los cinco países del grupo centroamericano.
El acuerdo establece el libre ingreso inmediato, sin pago de aranceles o impuestos de entrada, para todos los productos, con algunas excepciones sensibles para ambas partes.
Solo unos pocos bienes quedaron bajo el sistema de cuotas, como el pollo, la leche en polvo y los aceites refinados, mientras que otros fueron excluidos, como el arroz, los frijoles, el café, la cerveza y el tabaco.
Aún está por discutirse el delicado sector de los textiles, fuerte en la economía dominicana, y las excepciones en zonas francas (libres de impuestos), las cuales son uno de los principales generadores de empleo tanto en el país caribeño como en los centroamericanos.
"El tratado comercial con República Dominicana es nuestra puerta de entrada al Caribe, un mercado natural al cual hemos sido muy lentos en entrar", dijo el representante empresarial centroamericano Marco Vinicio Ruiz.
República Dominicana comparte muchas características con los países de América Central. Aparte de ser economías pequeñas en cuanto a producción, su principal socio comercial es Estados Unidos.
El país caribeño tiene 8,5 millones de habitantes, y América Central 34,6 millones.
El producto interno bruto por persona en República Dominicana es de 1.833 dólares, similar al promedio de 1.910 para los países centroamericanos.
Según Ruiz, presidente de la Cámara de Industrias de Costa Rica, los países pequeños deben no solo presionar por mejorar sus condiciones de acceso a grandes mercados como Estados Unidos o la Unión Europea, sino también pensar en integrarse con naciones de similar tamaño.
"Es en mercados más pequeños donde nuestras empresas, de tamaño pequeño y mediano, tienen más oportunidades de comerciar e invertir", dijo Ruiz en una conferencia en San José.
El proceso de conformación del bloque de la Cuenca del Caribe avanza a paso lento, pero seguro, aseguran los expertos.
República Dominicana tiene un tratado de libre comercio con sus vecinos insulares de la Comunidad del Caribe (CARICOM), pero está pendiente de definición qué bienes quedarán excluidos del libre comercio.
El país caribeño también procura un acercamiento comercial con Cuba y Haití, y ha planteado su interés de negociar con México, Venezuela y Colombia en el 2000.
América Central, por su parte, también ha avanzado en la formación del bloque.
Costa Rica y Nicaragua tienen tratado de libre comercio indivivudales con México, y los países del llamado Triángulo del Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) están en la fase final de negociaciones con ese país norteamericano.
Costa Rica también iniciará el próximo año negociaciones con Trinidad y Tobago, además de Jamaica.
"En el Caribe hay grandes oportunidades para comerciar e invertir", aseguró el consultor centroamericano y ex canciller costarricense Fernando Naranjo en el seminario.
De acuerdo con Naranjo, América Central tendrá unos privilegios arancelarios notorios en República Dominicana en relación con los demás países, pues el arancel oscila entre cinco y 30 por ciento.
Esto será una gran ventaja si se toma en cuenta que las importaciones de bienes en el país caribeño han aumentado a un ritmo sorprendente.
Mientras en 1990 llegaban a 1.800 millones de dólares, en 1998 serán de unos 7.500 millones, un aumento de más de 400 por ciento, según cifras oficiales.
El consultor Carlos Despradel, ex presidente del Banco Central de República Dominicana, aseguró durante la misma actividad que se producirá una interesante sinergia entre ambas regiones.
"Esperamos que el tratado de libre comercio entre en vigencia a mitad del próximo año. Este será un paso de enorme trascendencia en el proceso de apertura económica", dijo Despradel.
Las exportaciones de América Central a República Dominicana crecieron 164 por ciento entre 1991 y 1996, de 17,7 millones de dólares a 46,8 millones.
Las importaciones también crecieron, de 2,8 millones de dólares en 1991 a 21,5 millones el año pasado, según datos oficiales.
Entre 1991 y 1996, todos los países centroamericanos, excepto Honduras, tuvieron superávit comercial con República Dominicana. (FIN/IPS/imr/mj/if/98