Los presidentes de cuatro países de América Central pidieron ayuda e inversión a la comunidad internacional para la reconstrucción del istmo, donde Honduras y Nicaragua fueron arrasados por la furia del huracán Mitch.
Los mandatarios, que se reunieron a comienzos de semana en la capital salvadoreña, también solicitaron a los organismos financieros multilaterales que convoquen a grupos consultivos de países industriales para considerar la ayuda que pueden aportar a la región.
El presidente de El Salvador, Armando Calderón Sol, dijo que la petición fue formulada al Banco Mundial, al Banco Interamericano de Desarrollo y al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Calderón Sol indicó que se pedirá a los países receptores de emigrantes centroamericanos, principalmente Estados Unidos, que flexibilicen sus leyes migratorias.
El propósito es evitar la deportación de emigrantes hacia los países afectados por el huracán, que no pueden atender demandas de empleo y servicios de la población.
La suspensión de las deportaciones aseguraría a El Salvador y Honduras la persistencia remesas familiares de residentes en el extranjero que han favorecido sus economías por más de una década.
El Salvador, que también sufre el impacto del huracán, recibe más de 1.000 millones de dólares anuales de emigrantes instalados especialmente en Estados Unidos.
Los mandatarios "regionalizaron" la crisis que viven principalmente Honduras y Nicaragua, considerando que juntos tienen mayores posibilidades de ser oídos.
Por esa razón, en la cita realizada el lunes pasado en el aeropuerto internacional de Comalapa, de El Salvador, participó también el costarricense Miguel Angel Rodríguez, cuyo país no sufrió daños de gran magnitud al paso del huracán.
A nombre del presidente guatemalteco Alvaro Arzú asistió su canciller, Eduardo Stein.
Además de Rodríguez, Stein y el anfitrión, Calderón Sol, estuvieron presentes el mandatario hondureño, Carlos Flores y el nicaragüense Arnoldo Alemán.
Los participantes en la reunión hicieron suyo un documento elaborado por Calderón Sol denominado "Unidos para el Esfuerzo", en el cual se solicita la ayuda de gobiernos y países amigos, la apertura de mercados y el acceso al Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
"Se trata de un llamamiento a la inversión y al comercio, para ser verdaderos socios del desarrollo", dijo Calderón Sol en un momento previo a la conferencia.
Por su parte, el ministro de Hacienda de El Salvador, Manuel Enrique Hinds, dijo que si la región logra el solicitado acceso a mercados sería atractiva para la inversión internacional, "lo cual nos permitiría crecer económicamente y sobrellevar este problema".
Los presidentes también apoyaron el pedido de condonación de las deudas de Honduras y Nicaragua, los países más afectados, que destinan la tercera parte de su presupuesto nacional al pago de sus obligaciones externas.
Honduras tiene una deuda externa de 4.300 millones de dólares, una suma similar al monto de daños que, según cálculos de economistas locales, provocó el huracán Mitch.
En cuanto a la deuda de Nicaragua, suma 6.500 millones de dólares y su presidente, Alemán, al igual que Flores, de Honduras, la semana pasada solicitó la cancelación de esas obligaciones.
El llamado de Alemán y Flores tuvo buena acogida en Europa y en organismos multilaterales. Pero este lunes, representantes del FMI dijeron en Managua que, a pesar del huracán, se exigirá al gobierno de Alemán que cumpla con las metas económicas establecidas.
Mientras, el primer ministro de Francia, Lionel Jospin, informó haber pedido a los acreedores de los países centroamericanos afectados por el huracán la reducción de la deuda y una moratoria para los próximos años.
La iniciativa de Jospin se presentó en vísperas de la visita que inicia este sábado en Guatemala el presidente francés Jacques Chirac, quien viajará también los países devastados por el huracán y se reunirá con cinco presidentes de América Central el día 17.
La Unión Europea (UE), por su parte, recibió con buenos ojos la propuesta de España para ayudar en un plan de reconstrucción, según declaró el secretario de Estado español para la UE, Ramón de Miguel, luego de una reunión de ministros de Asuntos Exteriores.
Mitch dejó a su paso por América Central unos 11.000 muertos, casi 20.000 desaparecidos y cerca de tres millones de damnificados, según cálculos oficiales. (FIN/IPS/mso/ff/dv/98