/BOLETIN-DD HH/ EL SALVADOR: Sobran armas, pero falta dinero para recogerlas

Una organización recién nacida se acercó en 1996 al mercado negro de armas de El Salvador para saber de precios, y en dos años le arrebató 8.000 unidades de grueso calibre, no para venderlas, sino para destruirlas.

"Esa es la forma en que creímos que podíamos aportar al proceso de paz de El Salvador, recogiendo las armas que constituyen el remanente de la guerra", dijo a IPS David Gutiérrez, presidente del Movimiento Patriótico contra la Delincuencia (MPCD).

El MPCD es una organización formada por 60 asociaciones empresariales y por la Iglesia Católica, que en dos años realizó 18 jornadas de la campaña "Bienes de Consumo por Armas de Fuego".

"Nosotros le asignamos a las armas y pertrechos un precio inferior al del mercado negro, porque no estamos comprando armas sino dándole una bonificación a los salvadoreños de buena voluntad", explicó Gutiérrez a IPS.

El movimiento no da dinero a cambio de las armas, sino cupones de supermercado canjeables por alimentos. También hay cupones canjeables por zapatos, electrodomésticos o medicamentos.

"Muchas veces es tal la demanda que nos hemos quedado sin dinero para seguir recibiendo armas un fin de semana", narró el empresario.

Sonia de Jule, directora ejecutiva del movimiento, indicó que en las 18 jornadas se invirtieron 1,3 millones de dólares aportados por países como Canadá, México, Noruega y de organismos como la Organización de Estados Americanos.

Se han recogido 8.000 unidades de grueso calibre y, en total, 120.000 unidades, incluyendo municiones y pertrechos.

"Creemos poder recoger 12.000 armas más, pero eso dependerá de que recibamos recursos", dijo Gutiérrez, al indicar que al Movimiento le quedan recursos para dos jornadas más de canje de armas por alimentos, que se realizarán entre este mes y diciembre.

El programa que realiza el MPCD es reconocido como uno de los de mayor éxito, en el plano internacional. Lo que más impacta es, afirmó Gutiérrez, que fue desarrollado por el sector privado.

"Hemos asistido a muchos seminarios internacionales donde hemos planteado el problema de la escasa cooperación para la paz. Cuando hay un conflicto armado, todos los países ayudan para que se acaben los tiros, pero cuando eso sucede la ayuda se va y el país se queda en peor situación", indicó el empresario.

Recordó que el costo de la paz en El Salvador se calculó en 2.200 millones de dólares, de los cuales al final solo se recibieron 600 millones de dólares.

La diferencia iba a ser utilizada en desarrollo de infraestructura, en educación para los desmovilizados y en crear condiciones para el desarrollo de la población, pero al final, "los salvadoreños tuvimos que pagar los costos de la paz".

Ese precio "lo estamos pagando en los altos índices de violencia", dijo Gutiérrez. En El Salvador se cometen 13 asesinatos por día, según cifras oficiales.

En este país siempre hubo pobreza, pero nunca estuvo acompañada de una delincuencia violenta como la actual, que, según Gutiérrez, es una secuela de la guerra y la consecuencia de la falta de financiamiento para la paz.

El empresario recordó que tras los acuerdos de paz suscritos en 1992, que pusieron fin a una guerra de 12 años, se desmovilizaron 80.000 hombres, entre soldados y guerrilleros, que durante la guerra ganaban un salario.

"Quedaron sin empleo, en un país con una economía que no estaba lista, ni lo está ahora, para absorber tal cantidad de mano de obra, que, además, no está capacitada", puntualizó. (FIN/IPS/mso/mj/ip hd/98

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