El socialista Ricardo Lagos, aspirante a la candidatura presidencial por la coalición gobernante de Chile, pidió a Gran Bretaña que libere al ex dictador Augusto Pinochet para juzgarlo en su país.
Sin embargo, Lagos, que visitó esta semana la capital mexicana, dijo que Pinochet "fue condenado por sus propios hechos", en referencia al fallo emitido el miércoles pasado por el Comité de Apelaciones de la Cámara de los Lores británica, que negó toda inmunidad al ex dictador frente a denuncias por crímenes contra la humanidad.
La opinión de Lagos contrastó, por un lado, con la euforia de activistas de derechos humanos de América Latina, y, por el otro, con la de militares de la región que cuestionaron la sentencia de los lores.
"Pinochet y su régimen han sido condenados no por una campaña de desinformación de la izquierda o de sus víctimas, sino por sus propios hechos, que incluso su defensa no intentó negar, sino justificar por razones de Estado", dijo el ex ministro socialista.
Lagos, quien integró el gabinete de Salvador Allende, presidente derrocado y muerto en el golpe de Estado de 1973, sostuvo que la sentencia confirma que "los derechos humanos son una conquista de la humanidad" y que "no es posible dejar sin juicio ni sanción" a quienes los violen.
Al igual que el presidente de Chile, Eduardo Frei, el ex ministro llamó a los chilenos a tener una actitud de "calma, unidad y madurez" ante el caso Pinochet.
Pinochet, convaleciente de una operación a la que se sometió en una clínica de Londres, permanecerá detenido en Gran Bretaña hasta que se resuelva el pedido de extradición presentado por España.
El ex dictador ocupó en marzo, al retirarse del mando del Ejército, un escaño vitalicio en el Senado de Chile, como lo facultaba en su carácter de ex presidente la Constitución promulgada durante la dictadura que él mismo encabezó.
El fuero parlamentario le aseguró dentro de las fronteras de su país la impunidad que ya se había arrogado cuando decretó en 1978 una amnistía que benefició a quienes cometieron graves violaciones de derechos humanos durante su régimen.
Los diputados chilenos Isabel Allende, hija del fallecido presidente, y Pablo Letelier, hijo de Orlando Letelier, canciller del gobierno de Allende y asesinado por agentes de la dictadura en Washington en 1976, brindaron en Londres su testimonio para el juzgamiento de Pinochet fuera de Chile.
El fallo de los lores británicos demuestra que "los derechos humanos a nivel mundial, más allá de declaraciones de buena voluntad, se hacen realidad", señaló la Corporación de Promoción y Defensa de los Derechos del Pueblo (Codepu), una organización chilena que preside Fabiola Letelier, hermana del ex canciller asesinado.
"Pinochet es el principal responsable de los más de 3.000 crímenes cometidos en contra de compatriotas chilenos y de un centenar de extranjeros. Si en el país no existen condiciones jurídicas ni políticas para juzgarlo, corresponde entonces que sea juzgado por la comunidad internacional", declaró Codepu.
El vicepresidente de Colombia, Gustavo Bell, dijo que la Cámara de los Lores fue "consecuente" con la "tradición histórica de defender los derechos humanos sobre toda consideración".
"Es con decisiones como ésas como ha evolucionado la conciencia universal de la humanidad", afirmó Bell.
Mientras, el portavoz de la cancillería de Cuba, Alejandro González, dijo no tener "una reacción en particular en estos momentos" sobre la sentencia.
El presidente de la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez, dijo que "la Cámara de los Lores ha sido portavoz de la conciencia universal" al negar "impunidad a los responsables directos o indirectos de crímenes contra la persona humana"
Sánchez manifestó su confianza en que también "se tome en cuenta las características de la transición chilena, la avanzada edad y los problemas de salud del general Pinochet".
Claudio González, de la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos, declaró en Quito que la sentencia en Londres no refleja "revanchismo, rencores ni mucho menos, sino solamente la justicia que está imperando".
El juez brasileño Francisco Rezek, miembro de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, sostuvo que casos como el de Pinochet deben ser juzgados por un Tribunal Penal Internacional, cuya creación se acordó en Roma, en julio.
Rezek, ex juez de la Corte Suprema y ex canciller de Brasil, afirmó que no se justifica que solo los crímenes cometidos en Ruanda o la antigua Yugoslavia sean juzgados por tribunales especiales temporales, ni tampoco que se espere tantos años para examinar los crímenes de la dictadura chilena.
El ex canciller de Uruguay y ex integrante de la Corte Interamericana de Justicia Héctor Gros Espiell afirmó que la decisión de los Lores "marca "un nuevo período en la historia del derecho internacional".
"A Pinochet no le correspondía ningún tipo de inmunidad", afirmó Gros.
Mientras, una alta fuente militar uruguaya dijo a IPS que un grupo de oficiales manifestaron su "radical discrepancia" del fallo del Comité de Apelaciones de la Cámara de los Lores, tras analizarlo en conjunto.
"Parece una actitud colonialista que afecta solo a los países pequeños. Desconocemos decisiones de este tipo que hayan afectado a grandes naciones. Cuando eso ha sucedido, fue en tribunales penales internacionales como el de Nüremberg", sostuvo el informante.
La sentencia de la Cámara de los Lores "puede obstaculizar las salidas democráticas en países como Argentina, Chile y Uruguay" y, además, "si esta tesis se internacionaliza, (el presidente cubano) Fidel Castro debería poner las barbas en remojo", agregó.
El coordinador del no gubernamental Foro por la Vida de Venezuela, Raúl Cubas, consideró que "habría sido un precedente gravísimo que se hubiera reconocido inmunidad a un ex jefe de Estado que cometió crímenes de lesa humanidad, penados por el derecho internacional sin posibilidad de prescripción".
Cubas consideró que "la edad de Pinochet no puede pesar" en la decisión en torno de la extradición, "porque en el mundo aún se siguen buscando, extraditando, juzgando y condenando a líderes nazis que son más ancianos".
"Para el gobierno británico, el costo político de liberarlo sería mucho mayor que el de extraditarlo. ¿Qué podría perder? La compra de unos cuantos vinos chilenos y poco más", afirmó.
El fallo de la Cámara de los Lores "rompe el cerco de la impunidad que ha enlutado a nuestros países y que impide convivir en armonía", porque "en la democracia no se puede transar nada cuando está la justicia de por medio", dijo Elsie Monge, de la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos de Ecuador. (FIN/IPS/mj/ip hd/98