/BOLETIN-DD HH/

Medios oficiales de Cuba manifestaron su beneplácito por el Premio de los Derechos Humanos concedido por una institución alemana al presidente Fidel Castro.

La distinción le fue conferida a Castro por la Sociedad de Derechos Ciudadanos y Dignidad Humana, creada en 1991 por científicos, artistas, abogados y teólogos para la defensa de los derechos civiles en el este de Alemania.

El portavoz de la cancillería, Alejandro González, calificó el premio de "merecido", pues Castro ha dado "como nadie" un aporte fundamental al pleno disfrute de los derechos humanos del pueblo cubano.

Esta decisión "demuestra que aún en un tema tan manipulado" como éste, "la verdad siempre consigue abrirse paso", dijo González a IPS. El portavoz subrayó que Castro también se ha destacado en la promoción y defensa de los derechos para los pueblos del mundo en desarrollo.

La distinción fue recibida en Berlín, en nombre del mandatario, por el embajador de Cuba en Alemania, Oscar Martínez Cordovés, junto con una donación para el financiamiento de un hogar de ancianos en la Isla.

Castro reiteró en sus últimas declaraciones a la cadena televisiva estadounidense CNN su rechazo a acusaciones sobre supuestas violaciones de los derechos humanos en Cuba, a las que calificó de "calumnias infames".

"Hemos afirmado categóricamente que Cuba tiene la página más limpia en este aspecto", dijo Castro, quien puso como ejemplo que en la isla "no ha habido jamás" casos de desaparecidos, asesinatos políticos o torturas.

El mandatario sostuvo que en la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas el asunto "fue politizado" por Estados Unidos, que "adquirió fuerzas" luego de la desaparición del campo socialista.

"Pero, aun así, prosiguió la lucha y, al final, Cuba solita logró el apoyo de la mayoría de los miembros de la comisión para rechazar la resolución de Estados Unidos condenando" al país caribeño, dijo Castro.

La Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas con sede en Ginebra rechazó el 21 de abril una propuesta de resolución de condena promovida por Washington, lo que fue interpretado en Cuba como un acto de justicia y una "victoria" en el terreno diplomático.

Fuentes periodísticas resaltaron el resultado favorable a Cuba del viaje del Papa Juan Pablo II en enero y del acercamiento diplomático de La Habana a España y América Latina.

El gobierno de Castro se considera un modelo de respeto a los derechos humanos por su política social y el acceso en igualdad de condiciones de sus ciudadanos a servicios de salud, educación, empleo y seguridad social.

Fuentes diplomáticas, sin embargo, recordaron que no se garantizan en la isla determinados derechos civiles, como la libertad de asociación y reunión, y que están prohibidos los partidos políticos y la prensa de oposición.

En sus declaraciones a la CNN, el mandatario cubano defendió el "verdadero pluralismo político" existente en su país, demostrado en "la participación activa del pueblo" dentro de las "filas de nuestras propias organizaciones y de nuestro Partido" Comunista.

Mientras, el presidente de la opositora Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación, Elizardo Sánchez, dijo no tener mayores comentarios sobre el premio concedido al líder cubano.

"Si los tuviera, tendría que tener mucho cuidado, porque decir una opinión que desagrade sobre algunas altas personalidades del gobierno es un delito", declaró Sánchez a IPS.

Según esa organización, sin estatuto legal, el número de "prisioneros cubanos por motivos políticos" sufrió una sensible baja en los últimos dos años, aunque en julio aún había "algo menos de 400" encarcelados por esa causa. (FIN/IPS/pg/mj/hd ip/98

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