Incendios forestales iniciados hace tres meses en el extremo oriental de Rusia que arrasaron 1,5 millones de hectáres de bosques destruyen el ambiente y fuentes locales de ingresos, y, según la ONU, constituyen una amenaza para el planeta.
El invierno (boreal) pronto pondrá fin a los incendios, pero para entonces el daño estará hecho. El equivalente a 15 millones de metros cúbicos de madera comercial se ha perdido, a un costo estimado de 26,9 millones de dólares únicamente en la región de Khabarovsk Krai.
Pero la nueva amenaza proviene del humo dispersado por el viento. Una gran nube de humo se ubica sobre la ciudad de Kabarovsk, cerca de la frontera con China y sólo a unos 350 kilómetros del Mar de Japón. En poblados a más de 1.000 kilómetros la gente puede oler el humo.
"La situación se parece cada vez más al desastre (nuclear) de Chernobyl", dijo Alexander Samoiloff, abogado de Khabarovsk. Cuatro grandes ciudades, entre ellas Khabarovsk, Komsomolsk-Na- Amure y Amursk viven bajo una capa de denso humo.
En Khabarovsk los contaminantes del aire tienen tres veces el nivel máximo permitido y en Komsomolsk cinco veces.
Las autoridades de la región no lograron apagar el fuego con sus fuerzas locales. El gobernador de Khabarovsk Krai, Victor Ishayev, dijo que sus pedidos de ayuda al gobierno federal fueron diplomáticamente rechazados.
En lugar de ayuda, Moscú, afectado por una grave crisis económica, ofreció préstamos de alto interés.
A comienzos de septiembre, las lluvias mejoraron la situación, pero a comienzos de octubre la sequía produjo la extensión del fuego desde Khabarovsk hacia el Territorio Marítimo y la isla Sakhalin, cubriendo toda la región con un denso humo.
La jefa del departamento de Inspección Sanitaria Rita Liberova, explicó que durante el verano (boreal) el humo provino de árboles quemados, pero ahora es causado por la quema de pastos, hojas y basura.
"Esta clase de humo contiene altos niveles de componentes peligrosos. Muchas personas sufren asfixia y problemas respiratorios crónicos", alertó Liberova.
La organización ambientalista Greenpeace/Rusia estima que las pérdidas materiales totales en Siberia y el Lejano Oriente ruso podrían superar 31.500 millones de dólares.
Pero los fuegos tienen implicaciones más amplias. La taigá siberiana cubre más de dos millones de kilómetros cuadrados y representa casi un cuarto de las reservas de madera de la Tierra.
La taigá es una fuente vital de oxígeno para todo el planeta. Sin embargo, los incendios produjeron unos 50 millones de toneladas de gases carbonados tóxicos este año.
Además, la taigá brinda refugio a animales en peligro de extinción, incluyendo tigres, osos y pájaros. Para escapar, muchos animales huyeron a las ciudades. Residentes de un edificio de Khabarovsk encontraron un oso marrón en el vestíbulo de su casa.
El santuario de vida silvestre Sikhote-Alin está amenazado por dos focos que ya destruyeron unas 4.000 hectáreas del total de 340.000 de la reserva.
Esfuerzos proteccionistas habían hecho crecer la población de tigres a más de 400, pero los incendios están destruyendo los hábitats tradicionales. "Esto significa que se acercarán a las ciudades, donde serán víctimas de cazadores ilegales", dijo Yevgeny Usov, de Greenpeace Rusia.
Además, las cenizas que caen en los ríos de Sakhalin harán más difícil la reproducción del salmón, afectando la industria del caviar rojo, de la cual depende la región.
Un equipo de la Organización de las Naciones Unidas que visitó la isla Sakhalin y Khabarovsk Krai a comienzos de este mes describió la situación como una catástrofe mundial.
"Los incendios tendrán consecuencias no sólo para los ecosistemas de los países fronterizos, sino también para gran parte del hemisferio norte", concluyeron los expertos en una declaración.
"Unos dos tercios de los árboles de la isla de Sakhalin han desaparecido. El bosque de la isla desaparecerá por completo", anunció Usov.
Aunque el invierno (boreal) termine de poner fin a la catástrofe, el fenómeno podría repetirse simplemente el año próximo si no se encuentran fondos para la prevención y la rápida respuesta a los incendios. (FIN/IPS/tra-en/jmp/rj/lp/en/98