El huracán Mitch ocasionó en Nicaragua la pérdida de 30 por ciento de la cosecha cafetalera 1998-1999, que comenzó el día 1, un duro golpe al principal rubro exportador de este país, informaron empresarios del sector.
A las pérdidas de café se suman las sufridas por las producciones de caña de azúcar, banano, ganado y granos básicos, estimadas extraoficialmente en más de 50 millones de dólares.
"Las fincas cafetaleras están incomunicadas, pero tenemos conocimiento de que más de 30 por ciento de la cosecha cafetalera está perdida a consecuencia de derrumbes en las principales zonas productivas", dijo el presidente de la Unión Nicaragüense de Cafetaleros (Unicafe), Amílcar Navarro.
Navarro mencionó "daños en la infraestructura cafetalera, sobre todo en los beneficios (haciendas de procesamiento) húmedos a orillas de las quebradas, carreteras, puentes y salida de fincas y caminos".
Las zonas cafetaleras más afectadas, según informes preliminares, son los departamentos de Matagalpa, Jinotega, y Las Segovias, ubicados en el norte del país, donde se produce más del 70 por ciento de la producción del grano.
Nicaragua se proponía producir en la presente cosecha 1,4 millones de quintales de café oro, cifra similar a la cosecha anterior, que produjo el ingreso al país más de 180 millones de dólares.
Pero el huracán Mitch barrió los cultivos y las vías de transporte. Hay 42 puentes destruidos en su totalidad, 29 semidestruidos y miles de kilómetros de carreteras y caminos inhabilitados.
Según el Ministerio de Transporte e Infraestructura, los costos de rehabilitación de las vías de transporte terrestre podrían ascender a 30 millones de dólares, un tercio de los cuales serán cubiertos de inmediato por una transferencia de emergencia dictada por el Ejecutivo.
Semanas atrás, el gobierno se había comprometido con los cafetaleros a rehabilitar 1.445 kilómetros de carreteras rurales para garantizar la salida de la cosecha, pero esa cantidad se duplicó como consecuencia del huracán.
Ahora que las lluvias concluyeron, Navarro anunció acciones inmediatas para evitar una propagación de la roya, una enfermedad que ataca y destruye los cafetales como consecuencia de la excesiva humedad.
Los caficultores prevén una maduración repentina que los obligaría a buscar de inmediato mano de obra extra y a procurar alimentos, alojamiento y créditos. Esto elevaría sus costos de producción.
Ante una maduración repentina se presentarían problemas con el transporte de las cosechas a las plantas de procesamiento. La única opción sería la vía aérea, pero cada viaje en helicóptero tiene un costo de 2.000 dólares.
Navarro criticó la decisión presidencial de no declarar el estado de emergencia nacional, actitud que consideró "una enorme irresponsabilidad", pues tal medida ya se aplicó en países que sufrieron daños menores a los de Nicaragua.
"Es una enorme insensibilidad ante los problemas sociales. No lo declaran por no afectar las reservas y provocar un desbalance macroeconómico", declaró el presidente de Unicafé.
En el país hay 32.000 productores de café, que el año pasado exportaron 182 millones de dólares y generaron más de 200.000 empleos, entre puestos fijos y temporales.
Nicaragua es el tercer exportador de café de América Central, después de Costa Rica y El Salvador.
A los daños causados a la caficultura se suman las pérdidas de aproximadamente cuatro millones de quintales de granos básicos y cultivos de exportación, según la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos (UNAG).
Las pérdidas agropecuarias ascienden a alrededor de 50 millones de dólares en rubros como maíz, frijoles, arroz y soja, entre otros, la mayoría en el occidente y norte del país, de acuerdo con estimaciones preliminares de la UNAG.
Por otra parte, medios nacionales informaron que hay 1.423 hectáreas dedicadas a la explotación del camarón inundadas, así como 505 hectáreas de estanquerías destruidas y 2.300 hectáreas incomunicadas, la gran mayoría en el occidente, la zona más afectada.
Las autoridades de la telefónica estatal indicaron que 12 por ciento del tendido telefónico de la red nacional está destruido, con daños de ocho millones de dólares.
Mientras, la oferta de energía se redujo 30 por ciento. Varios municipios carecen de energía porque cayeron las líneas de interconexión hacia occidente y el norte.
Las pérdidas de energía son de alrededor de 15 millones de dólares. Para cubrir el déficit se considera comprar electricidad a Costa Rica. (FIN/IPS/rf/mj/en if/98