Comunidades pesqueras de las costas de Africa, Asia y América del Sur y del Norte exigen que se ponga fin a la sobrepesca y a la destrucción de los hábitats marinos en peligro de destrucción.
El Foro Mundial de Pescadores y Afines fue el coordinador de una campaña internacional realizada el sábado 21 en el Día Mundial de la Pesca, que incluyó reuniones, exposiciones, teatro callejero y festividades en distintos lugares del mundo.
El día fue declarado "feriado pesquero" en India y Pakistán, y miles de personas se juntaron en Chaupati, sobre la costa oeste de Bombay, para manifestar su solidaridad con la campaña mundial de protección a la comunidad pesquera tradicional.
En Chile, cientos de personas se reunieron en los puertos para protestar contra los poderosos buques-factoría que arruinaron a las comunidades pesqueras artesanales del mundo.
En Brasil, el extenso calendario de actividades del Día Mundial de la Pesca incluyó un seminario sobre relaciones de género en la pesca artesanal y una asamblea general extraordinaria del foro de los pescadores contra la pesca depredadora.
Sindicatos de la comunidad de pescadores de Senegal pidieron el sábado una huelga mundial, y miles de pescadores sudafricanos se reunieron el mismo día en Bellville presentándose como "comunidades pesqueras informales".
En Sri Lanka, los pescadores asistieron el viernes y sábado pasados a una gigantesca convención para destacar el problema de las pesqueras, e invitaron a 21 participantes extranjeros.
La Asociación Penang para el Bienestar de los Pescadores Costeros, en Malasia, y algunos sindicatos pesqueros de Estados Unidos distribuyeron "pescado gratis" entre el público, para dirigir la atención hacia la crisis de la comunidad pesquera tradicional.
Las actividades fueron organizadas por los sindicatos de pescadores de cada país para conmemorar la creación del Foro Mundial, ocurrida en un encuentro en Nueva Delhi el 21 de noviembre del año pasado, con más de 100 representantes de la industria pesquera de 32 países.
El Foro Mundial fue la culminación de una movilización de 14 años que comenzó en Roma, en 1984, con la Conferencia Internacional de Pescadores y Aficionados.
En esa ocasión, pescadores procedentes sobre todo de países en desarrollo decidieron empezar por la construcción de asociaciones nacionales antes de crear sindicatos internacionales.
El coordinador general del Foro Mundial, el activista indio Thomas Kocherry, es uno de los más fervientes defensores de la causa de la acción internacional.
"Los océanos del mundo, los peces y, con demasiada frecuencia, la propia comunidad pesquera, no tienen fronteras políticas. Por tanto, es inútil que un país actúe unilateralmente", sostuvo.
El Foro prometió trabajar en conjunto para detener "el saqueo de los mares por parte de flotas industriales pertenecientes a corporaciones transnacionales, que provoca una reducción significativa de las reservas de peces y pone en peligro la seguridad alimentaria de millones de personas".
En 1995, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) elaboró un informe sobre el "Estado Mundial de la Pesca y la Acuicultura".
El mismo advertía que "las pesquerías están atravesando la peor crisis que se haya registrado. Al menos 75 por ciento de ellas están destruidas o al borde del colapso debido a los destrozos producidos por la sobrepesca y la pesca destructiva."
Kocherry opinó que, si en lugar de empresarios fueran comunidades pesqueras las dueñas de los derechos sobre las zonas de pesca y las que manejaran los recursos marinos, el daño podría detenerse.
"Estos derechos deberían fijarse por ley, con el fin de proteger a aquellos cuyas vidas dependen de la generosidad de océanos saludables", sostuvo en un artículo de prensa la semana pasada.
La FAO estima que casi todas las pesquerías comerciales más importantes están agotadas, explotadas a tal punto que no es posible aumentar la captura sin provocar una caída abrupta de la población.
Otro informe titulado "Aguas en peligro, futuro empobrecido" emitido en 1996 por Worldwatch, un grupo observador del ambiente con sede en Estados Unidos, estimó que 20 por ciento de las 9.000 especies conocidas de peces están extinguidas o desaparecidas.
Enfrentada a pérdidas vitales y al empobrecimiento, la comunidad de pescadores protestó con dureza. En India, los pescadores costeros consiguieron mediante huelgas, bloqueos, demostraciones y ayunos que no entraran barcos pesqueros extranjeros a sus aguas profundas.
En Senegal, el Colectivo Nacional de Pescadores Artesanales ha instado a los pescadores durante los últimos siete años a luchar contra los acuerdos de pesca entre su país y la Unión Europea.
En Canadá, el "Consejo Canadiense de Pescadores Profesionales" se organizó contra las flotas industrializadas, extranjeras y nacionales, que agotaron significativamente las reservas de caballas, capellinas, rodaballos y otras especies importantes para los pescadores artesanales canadienses.
Las prácticas de pesca destructivas, el impacto de cultivos marinos tales como el langostino y la contaminación industrial costera, están agotando las reservas marinas del mundo entero. (FIN/IPS/tra-en/ms/an/ceb-ml/en/98