Representantes de Africa exhortaron al Norte industrial a cumplir con su compromiso de reducir las emisiones que provocan el efecto invernadero y a contribuir con fondos y tecnología al desarrollo limpio de las naciones más pobres.
"El calentamiento global es un problema de todos, pero nosotros no podemos ser responsables de las emisiones de los países industrializados", dijo Muganwa Kajura, delegado de Uganda ante la IV Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 4), que concluyó sus sesiones el viernes en la capital argentina.
La convención reconoce, como la mayoría de los científicos, que la causa del calentamiento global son las emisiones de dioxido de carbono y otros gases invernadero liberados por la actividad humana.
Si no se reducen esas emisiones, la temperatura seguirá en aumento en todo el mundo, con el consiguiente peligro de tormentas, huracanes, inundaciones, olas de calor y sequías, según los expertos.
La elevación de la temperatura amenaza con el descongelamiento de los hielos polares, un hecho que ocasionaría el aumento del nivel de los océanos y la sumersión de islas y zonas costeras bajas.
El Protocolo de Kyoto, firmado en diciembre pasado en esa ciudad de Japón, obliga al Norte industrial a reducir 5,2 por ciento su emisión de gases invernadero respecto del volumen registrado en 1990, para el período 2008-2012.
El protocolo también prevé "mecanismos de flexibilidad", destinados a ayudar a los países industrializados a cumplir con los compromisos que asumieron en Kyoto.
Esos instrumentos son el "mecanismo de desarrollo limpio" (MDL), la "implementación conjunta" y el "comercio de emisiones".
"Los mayores contaminantes tienen que hacer el mayor esfuerzo", sostuvo Kajura, y los países pobres "no pueden ser responsables de las emisiones de los que tienen las industrias más desarrolladas".
"Nosotros coincidimos con la posición de Uganda", declaró el presidente del Comité Nacional Sobre Cambio Climático de Senegal, Mbareck Diop.
Diop destacó que Senegal está especialmente interesado en que se llegue a acuerdos sobre "la transferencia de tecnología y la instrumentación del MDL".
"Consideramos que estas cuestiones son de vital importancia y que contribuyen directamente al desarrollo sustentable", agregó.
Diop dijo que la delegación senegalesa llegó a Buenos Aires "con las idea de avanzar en estos dos aspectos, pero también con la esperanza de que se discutan los mecanismos financieros" para que los países en desarrollo establezcan sistemas industriales compatibles con el ambiente.
"Africa es uno de los continentes más ignorados: sufre la desertificación, debe luchar contra la pobreza y trata de mejorar su deficiente infraestructura", observó Diop en una nota publicada en la prensa interna de la COP 4.
"Creemos que el MDL nos dará la oportunidad de alcanzar la base estructural que necesitamos para atraer inversiones", indicó el representante de Senegal.
Tras pronunciarse a favor del desarrollo de una industria limpia, Diop advirtió que para eso es indispensable "el uso de la energía solar y la eólica, así como de otras fuentes renovables de energía".
También admitió la posibilidad de recurrir a "pequeñas represas hidroeléctricas", pero puso de relieve que "el uso de la energía nuclear no tiene sentido" en los estados africanos.
En tanto, el director de Ambiente de Qatar, Al-Alí Khalid Ghanim, sostuvo que su país "está decididamente en contra de los compromisos voluntarios" de reducción de emisiones.
"Los compromisos ya fueron asumidos en el Protocolo de Kyoto. Después de que se cumpla con lo que fue establecido, nosotros estaremos dispuestos a discutir otros compromisos", agregó.
"Creemos en el desarrollo sustentable, pero también creemos que nadie debe salvarse destruyendo a otros", manifestó Ghanim.
La riqueza de Qatar, un estado del Golfo Pérsico o Arábigo es la producción de petróleo, y los científicos han identificado la quema de combustibles fósiles, como el petróleo y el carbón, como una de las principales causas del efecto invernadero.
Ghanim criticó la lentitud de las negociaciones que tienen lugar en el marco de la COP 4 y consideró que "todavía hay mucho por hacer para vencer las dificultades y avanzar en los acuerdos".
Por su parte, el director de ambiente Fiji, Epeli Nasome, indicó que "ha habido cierto progreso en las discusiones", pero coincidió con Ghanim en que "se avanza a un paso muy lento, en especial en lo que hace a los compromisos (de reducción de emisiones) tanto de los países en desarrollo, como de los industrializados".
"Los resultados que nos gustaría ver al término de la COP 4 es que los países industrializados se decidan a ayudar a las naciones pobres, a los pequeños países como Fiji", agregó.
Esa ayuda, según Nasome, debería plasmarse en fondos y transferencia de tecnología para que los países en desarrollo puedan llevar adelante los trabajos necesarios para cumplir con el Protocolo de Kyoto.
Uganda, Senegal, Qatar y Fiji forman parte del Grupo de los 77 (G-77) que, junto con China, se enfrenta desde el comienzo de la COP 4, el 2 de este mes, con Estados Unidos y otros países del Norte que pretenden obtener un "compromiso voluntario" de reducción de emisiones nocivas del mundo en desarrollo.
Esa propuesta fue presentada por Argentina en la apertura de la COP 4. Aunque resultó rechazada de inmediato por el G-77 y China, y no forma parte de la agenda oficial del encuentro, es un tema que continúa bajo análisis en reuniones informales.
Algunos países del G-77, como Bolivia, Chile y México, acompañaron la posición de Argentina y admiten que están analizando la posibilidad de hacer "contribuciones voluntarias" para solucionar el problema del cambio climático. (FIN/IPS/va/ff/en/98