Una explosión de solidaridad siguió en España a las informaciones sobre la devastación causada por el huracán Mitch en América Central, donde se cuentan más de 25.000 víctimas, entre muertos y desaparecidos.
Desde niños que ofrecen lo ahorrado en sus alcancías, hasta ciudadanos que aportan mediante tarjetas de crédito, pasando por la disposición gubernamental de dedicar fondos de la cooperación internacional para ayudar a las víctimas de la catástrofe, lo cierto es que toda España está pendiente de las necesidades de los sobrevivientes de la tragedia.
La Cruz Roja española informó el miércoles pasado que recibe 500 llamadas telefónicas por minuto de personas que quieren participar en la ayuda a América Central y que ya recaudó tres millones de dólares, que serán destinados íntegramente a paliar la situación en aquella región.
Otra muestra de la respuesta ciudadana la logró la estatal Radio Nacional de España, que dedicó a la tragedia de América Central un programa de tres horas, en colaboración con la Cruz Roja y un canal de Televisión Española, y recaudó en ese espacio dos millones y medio de dólares.
En el programa colaboraron intelectuales, periodistas, deportistas, políticos y artistas.
Pero los actores de esta manifestación de solidaridad no sólo aportan dinero, sino que también señalan que los hechos en América Central demuestran que los efectos de los desastres atmosféricos los pagan los más pobres entre los pobres.
El profesor universitario y periodista Felipe Sahagún subrayó que ese aserto se prueba de manera irrefutable: "Un terremoto de magnitud 7,4 en la escala de Ritcher, como el que sacudió California en 1992, sólo causó una muerte. Otro, mucho más débil, destruyó por completo 73 aldeas de India al año siguiente".
Sahagún también recordó que el huracán Elena se abatió sobre Estados Unidos en 1985 y causó la muerte de cinco personas, mientras que el ciclón que arrasó Bangladesh en 1991 se cobró la vida de medio millón de personas.
Por ello, citó a A. K. Roy, del People's Science Institute, con quien coincide: "No son los terremotos ni los vientos huracanados los que matan, sino las viviendas de mala calidad e inseguras, la caída de techos vulnerables y los asentamientos mal planificados, donde se hacina la gente más pobre y desprotegida".
Y trajo a colación un estudio de la agencia Münchener Re, de Munich, especializada en el análisis de seguros. Esta empresa señala que las indemnizaciones por los desastres naturales en Estados Unidos representan de 200 a 300 millones de dólares por cada deceso, mientras que cada muerto asiático, africano o latinoamericano, apenas significan unos céntimos.
Son cifras que resultan de comparar el monto total de indemnizaciones, por daños materiales y humanos, y su relación con el número de víctimas, explicó Sahagún.
El escritor Antonio Gala, quien expresó el deseo de que la solidaridad con América Central no sea cuestión de un solo día, coincidió con Sahagún en que "son las malas infraestructuras de la pobreza las que facilitan estas catástrofes".
"No es que la naturaleza vaya contra los pobres, actúa igual con unos que con otros, pero las infraestructuras malas hacen que los pobres sufran más los efectos y que la solidaridad tenga que remediar pecados que cometió el abandono", concluyó Gala.
El gobierno, por su parte, anunció que enviará a los países afectados por el huracán ayuda de emergencia por 12 millones de dólares y pondrá en marcha este jueves un puente aéreo con América Central. Las peores consecuencias del paso del Mitch se registran en Honduras y Nicaragua.
El ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, explicó que los aviones estarán a disposición de las organizaciones no gubernamentales (ONG), de las Comunidades Autónomas españolas y de otros países de la Unión Europea.
La Fundación Telefónica anunció a su vez que enviará un equipo de comunicación vía satélite, para conectar las zonas aisladas por inundaciones y derrumbes con los centros de asistencia, y para coordinar la cooperación internacional y, en especial, el trabajo de las ONG sobre el terreno. (FIN/IPS/af/ff/dv/98