El gobierno de Honduras cerró este fin de semana el año lectivo en la educación primaria y media a causa de los daños que dejó a su paso el huracán Mitch, entre otros la destrucción del Ministerio de Educación y de centenares de escuelas.
La memoria histórica educativa de Honduras ya no existe porque Mitch borró los archivos del Ministerio de Educación, que junto con el de Salud, Finanzas y el estatal Instituto Hondureño de Seguridad Social resultaron las oficinas públicas de Tegucigalpa más afectadas, anegadas de lodo y agua.
El ministro de Educación, Ramón Cálix Figueroa, dijo el viernes que el huracán provocó daños a 25 por ciento de la infraestructura educativa del país. "No tenemos archivos. Se perdió información valiosa y muchas escuelas y colegios fueron borrados del mapa", sostuvo.
"Por eso, decidimos suspender y clausurar el año lectivo para la educación primaria y media, cuyos alumnos no perderán definitivamente sus estudios, pues se trabaja en el diseño de mecanismos alternativos para evaluarlos", afirmó.
Unos 900.000 niños asisten a escuelas primarias y 1,2 millones a los centros de enseñanza media, muchos de los cuales estaban a punto de graduarse para ingresar el próximo año a la universidad.
El ministro dijo que estos estudiantes se graduarán. Dada la emergencia del país y la pérdida de los expedientes, sus calificaciones se basarán en un servicio social de 40 horas que tendrán que hacer en sus lugares de residencia, apoyando las tareas de limpieza y reconstrucción.
De acuerdo con los informes proporcionados por el Ministerio de Educación, más de 2.500 centros educativos fueron destruidos por el huracán Mitch, así como unas 7.500 aulas escolares que representan en términos económicos un gasto de 30 millones de dólares.
El ministro de Educación indicó que la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo prometió ayudar a reconstruir las instalaciones de su cartera y dotarlo de un equipo computarizado que permita mantener archivos alternativos, algo que nunca previeron las autoridades de este país.
Organismos como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Centroamericano de Integración Económica y el gobierno de Alemania anunciaron desembolsos para mejorar la calidad educativa y construir centros escolares en zonas sin riesgos de derrumbes.
A nivel superior, las clases se encuentran parcialmente suspendidas y los estudiantes iniciaron esta semana una cruzada nacional de limpieza, requisito impuesto por las autoridades universitarias para compensar sus acciones de proyección social con la comunidad.
Con mascarillas en sus rostros, palas, escobas y baldes, los universitarios son vistos en los puntos más anegados de lodo en Tegucigalpa y el resto del país, donde además de ejecutar labores de limpieza se integraron también a las brigadas médicas de asistencia en albergues o centros de refugios.
Once mil muertos, 20.000 desaparecidos y tres millones de damnificados dejó el Mitch a su paso entre el 25 de octubre y el 1 de este mes por Honduras, el país más afectado, y por Nicaragua, El Salvador y Guatemala.
Según estimaciones oficiales, Honduras requiere de unos 3.000 millones de dólares para levantarse, ya que 70 por ciento del aparato productivo y 50 por ciento de la infraestructura vial quedaron destruidos.
"Tendremos clases en 1999, mejoraremos la calidad educativa y, si tenemos que enseñar bajo la sombra de un árbol, no duden que lo haremos", dijo el ministro Cálix Figueroa, si bien admitió que será difícil reconstruir a tiempo las escuelas y colegios dañados por el huracán a tiempo.
"La escuela la constituyen el maestro y el alumno, no los edificios. Hemos retrocedido mucho en este país, pero debemos hacer un esfuerzo para seguir adelante. Como educadores nuestro reto es demostrar que podemos salir adelante, pese a la adversidad", enfatizó. (FIN/IPS/tm/mj/dv ed/98