Altos funcionarios, empresarios y organizaciones no gubernamentales de 21 países asistentes a la cumbre del foro de Cooperación Económico Asia-Pacífico (APEC) en esta ciudad no se ponen de acuerdo sobre qué hacer para acabar con la crisis ecconómica que afecta a las naciones asiáticas.
Varios gobiernos, como los de Estados Unidos y Japón, revelaron un paquete de ayuda por 10.000 millones de dólares para ayudar a las economías, los bancos, las compañías y los sistemas financieros de Asia. Australia anunció su propio plan económico para la región.
Pero las propuestas difieren sobre la cuestión más amplia de cómo se debe cambiar la suerte de Asia y qué políticas se usarán en el futuro.
El primer ministro malasio Mahathir Mohamad quiere que la declaración final de los líderes de APEC, a anunciarse durante el cierre de la cumbre este miércoles, destaque la necesidad de regular los movimientos monetarios y haga planteos concretos para frenar la especulación que dañó a las economías regionales.
Aunque Malasia no pretende que APEC adopte los controles de capital que el país impuso en septiembre, Mahathir dijo que alberga una "esperanza razonable de que haya algún tipo de acuerdo" sobre la idea de controlar la nociva especulación monetaria.
"Queremos saber cuál es la actitud de APEC hacia la crisis y exigir algún tipo de regulación", explicó.
Organizaciones no gubernamentales, que se reunieron antes de la cumbre formal, solicitaron al grupo que revise los planes para convertir la región en una zona de libre comercio para el año 2020, debido al trastorno causado por la recesión asiática.
Este martes, empresarios solicitaron a los líderes de APEC que actúen rápidamente para combatir la crisis económica, si es que el foro pretende conservar su relevancia.
"El costo humano de la crisis ha sido demasiado alto durante demasiado tiempo", dijo Tajudin Ramli, director malasio del Consejo Comercial Asesor de APEC. "APEC debe actuar si quiere tener algún sentido", agregó en diálogo con los dirigentes del foro la tarde del martes.
Algunas de las economías más afectadas por la recesión asiática, que se desató en julio de 1997, son miembros de APEC. En Indonesia se calcula que la economía tendrá un crecimiento negativo de 15 por ciento este año. El desempleo se disparó a niveles récord en toda la región, incluso Japón y Hong Kong.
Un nuevo informe del grupo de trabajo de APEC sobre el impacto social de la crisis concluyó que la mayor carga de la recesión recae sobre tres grupos: mujeres, jóvenes sin experiencia laboral y personas mayores que trabajaron en ciertos sectores industriales.
La crisis "tiene lugar en economías sin redes de seguridad social mínimas", dijo Nigel Haworth, de la australiana Universidad de Auckland, que preparó el informe.
En su informe a los líderes del foro, el consejo comercial de APEC abogó por un mecanismo que limite el impacto de la inestabilidad monetaria y ayude a los sistemas financieros en problemas a través de la creación de bonos del gobierno respaldados por monedas y economías fuertes.
También solicitó al Fondo Monetario Internacional que "amplíe su enfoque para tomar en cuenta las implicaciones sociales" de la crisis.
Pero estas palabras no significan que el sector privado le dé la espalda a APEC. El informe de los empresarios señala que aunque algunas economías debieron aplicar medidas para "aislarse" de la especulación monetaria, el grupo cree que se debe mantener el plan de libre comercio del foro.
Algunos líderes que dijeron haber aprendido las dolorosas lecciones de liberalización económica gracias a la recesión, también evitaron criticar el modelo de libre mercado.
"Hace un año, muchos pensaron que esta era una crisis regional, ahora sabemos que es mundial, afectando a Rusia y planteando serias interrogantes sobre las economías de América Latina", dijo la noche del lunes el vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore.
"Todos aprendimos lecciones, lecciones difíciles, en el año pasado. En definitiva, nuestra mejor esperanza es permitir que los mercados hagan su magia", agregó.
"Algo es claro: así como la crisis financiera mundial comenzó en Asia, la recuperación económica mundial debe comenzar en Asia también", sostuvo Gore.
Varios países señalaron que el debate sobre la construcción de una nueva arquitectura financiera mundial no se debe dejar sólo a los países ricos o poderosos.
En conversaciones bilaterales celebradas esta semana, el primer ministro australiano John Howard estuvo de acuerdo con Mahathir en que las discusiones sobre cambios en el sistema financiero internacional deben ampliarse al menos al Grupo de los 22, conformado por países de economías emergentes.
Mahathir había señalado que los debates deben trascender al Grupo de Siete (G-7) países industrializados, que no logró proponer una solución a la crisis mundial. No ayuda que el G-7 esté integrado por países ricos, "que no resultaron tan afectados (por la crisis) como los países en desarrollo", expresó.
Este martes, el presidente de China, Jiang Zemin, dijo a Mahathir que la especulación descontrolada en los mercados financieros y monetarios generó "consecuencias muy serias" para los países en desarrollo.
"La comunidad internacional debe regular la especulación, porque si continúa también será desfavorable para los países industriales", dijo Jiang. (FIN/IPS/tra-en/js/aq/if/98