El escritor mexicano Carlos Fuentes cumplirá 70 años el próximo miércoles, mientras amenaza con no volver a escribir literatura y es ubicado por los críticos en el trono que dejó el premio Nobel Octavio Paz, muerto en abril.
Con más de 45 años en el mundo de las letras y decenas de miles de hojas escritas para novelas, ensayos y análisis políticos, Fuentes, a quien lo alaban no sólo por su capacidad intelectual sino por su habilidad para las relaciones públicas, llega a su nuevo cumpleaños sin competencia.
Sin duda "el nuevo rey (de la literatura mexicana) es Carlos Fuentes", proclamó el crítico literario Emanuel Carballo, luego de la muerte de Paz, con quien Fuentes mantuvo diferencias ideológicas y políticas que desembocaron al fin en un distanciamiento personal en 1988.
Fuentes, candidato desde 1992 al Premio Nobel de Literatura, galardón entregado a Paz en 1990, advirtió hace poco que posiblemente nunca volverá a escribir un libro, luego del último, "Los años con Laura Díaz".
En esa novela, de pronta publicación, el escritor describe parte de la historia de México a través de los ojos de las mujeres. Fuentes anunció que, si queda satisfecho con "Los años de Laura Díaz", jamás volverá a escribir otro libro.
En marzo se cumplieron los 40 años de la primera y más célebre novela del escritor, "La región más transparente", considerado uno de los libros capitales de la literatura hispanoamericana.
A los 30 años de edad Fuentes exploró con en esa obra parte de la historia y personalidad del mexicano de las urbes. En 1958 los críticos la calificaron de novela fundacional, audaz, erótica y modernista.
Para poder escribir ese libro, Fuentes indicó que debió transformarse en un "parrandero siniestro" de la capital mexicana.
"Me pasaba las noches recorriendo la ciudad como un vampiro. Me encantaba la vida nocturna, los burdeles, los cabarets, los lugares mágicos, donde vivían los mendigos. Mis amistades eran las prostitutas", expresó.
Las editoriales mexicanas festejaron el aniversario de "La región más transparente", traducida a múltiples idiomas en los útimos años, y quisieron hacer lo mismo con el cumpleaños de su autor. Sin embargo, Fuentes prefirió celebrar en privado.
Entre sus 30 y 70 años, el escritor recibió prácticamente todos los galardones existentes de la literatura mexicana y numerosos en el extranjero, como el Rómulo Gallegos, el Premio Cervantes y el Premio de la Letras Príncipe de Asturias.
Seguidor de las causas de izquierda, crítico del sistema político mexicano y hoy opositor declarado, aunque en los años 70 colaboró para el gobierno como embajador en Francia, Fuentes se considera un "intelectual militante".
"En un país como el nuestro, el intelectual no puede ser ajeno a la lucha de la transformación política que, en última instancia, supone también una transformación cultural. El escritor en México le da una voz a quienes no pueden hacerse escuchar", sostiene.
Fuentes apoyó desde sus inicios los movimientos revolucionarios de Cuba y Nicaragua y desde joven fue un entusiasta generador de iniciativas para crear revistas culturales, grupos de intelectuales y equipos editoriales.
Incluso llegó a proponer la fundación de un partido político de centroizquierda, idea que no prosperó.
La amplia obra de Fuentes, quien afirma escribir cinco horas diarias, ha sido traducida a más de 20 idiomas, llevada al cine, el teatro y la televisión.
Sus posturas políticas lo llevaron a enemistarse con Paz, a quien conoció en 1950 .
Hasta 1988, cuando un seguidor de Paz, el historiador Enrique Krauze, escribió una nota contra la obra y personalidad de Fuentes con la venia del escritor, habían sido grandes amigos.
Fuentes es dueño de "un estilo de vida burgués y una ideología antiburguesa", profesa posturas de moda y es la personificación exacta de un "guerrillero dandy", fueron algunas de las frases que escribió Krauze.
Luego de la muerte de Paz, quien era un duro crítico de las ideas políticas de izquierda, Fuentes habló y escribió a favor de su ex amigo y recordó que "tuvimos una larga amistad, pero a veces se cruzan cucarachas en el camino, cucarachas ambiciosas" que distancian a las personas, apuntó.
Para el crítico literario Federico Campbell, Fuentes siempre fue centro de envidias, pues tuvo la imagen de triunfador desde joven. Se trataba de un "escritor de primer mundo, polilingüe, cultísimo, hijo de diplomático y estudiado en Estados Unidos y Europa".
"Fuentes es un escritor que pudo dedicarse exlusivamente a escribir, a tiempo completo, y a cultivar las relaciones públicas, con enorme talento en su caso", señaló Campbell. (FIN/IPS/dc/mj/cr ip/98
