(Arte y Cultura) CINE: Debate sobre ecodocumentales en festival británico

Los cineastas de 47 países que participaron en el "Wildscreen 98" en esta ciudad británica, considerado el festival de cine documental sobre vida silvestre y conservación más grande del mundo, terminaron enfrascados en un intenso debate sobre la naturaleza de estas películas.

El primer premio "Panda de Oro" fue otorgado a la película "Los Dragones de Galápagos", la historia de las iguanas que viven en zonas volcánicas de ese territorio insular ecuatoriano.

La filmación fue realizada para la Australian Broadcasting Corporation por David Parer y Elizabeth Parer-Cook, quienes también habían ganado ese premio en 1994.

Pero en medio del festival realizado en octubre, en el que predominaron las empresas y los realizadores británicos y estadounidenses, muchos cineastas del mundo en desarrollo comenzaron a sentir que sus países no eran retratados en forma adecuada.

"Las especies que aparecen en esta película son consideradas exóticas, pero ¿exóticas para quién?", preguntó Elda Brizuela, representante de EB Films de Costa Rica.

La mayor parte de los documentales del festival trataban sobre historia natural o comportamiento animal, y hay quienes creen que éste es un rumbo equivocado.

"Es necesario hacer más películas sobre conservación, como 'La gente del mar', que es entretenida y tiene un fuerte mensaje", dijo Cathe Neukum, de Turner Original Productions.

"Lo que hacemos es copiar el estilo de National Geographic, que consiste en poner a la gente en medio de películas sobre la naturaleza", agregó.

En los seminarios del festival se debatió sobre la influencia de la televisión en el cambio de actitud frente a los temas ambientales. Una de las discusiones se centró en el peligro de que este tipo de documentales sea visto como "un montón de imágenes bonitas", sin considerar su influencia sobre la vida de las personas.

"La televisión está dominada por lo nuevo y lo sensacional", admitió la representante del Fondo de Televisión Ambiental (Television Trust for Environment), Jenny Richards. Sin embargo, destacó que si esta circunstancia es bien aprovechada, se logra llegar a millones de personas.

"Hubo una época en que los programas sobre hambrunas en Etiopía o sobre la destrucción de la Amazonia por el desarrollo carretero de Brasil con apoyo del Banco Mundial tenían un gran impacto e influenciaban cambios en la estrategia ambiental. Como comunicadores, tenemos la responsabilidad de insistir en la solución a los problemas ambientales", añadió.

El periodista y escritor Ros Coward cuestionó los métodos utilizados para filmar la vida silvestre. En muchas ocasiones se emplean animales en cautiverio para simular escenas, en vez de capturarlas en terreno.

"Esas prácticas son más comunes de lo que se cree, y deberían ser objeto del debate ético necesario en el complaciente rubro de la filmación de la naturaleza", comentó.

Jeffrey Boswall, el productor más experimentado de la Unidad de Historia Natural de la BBC (British Broadcasting Corporation), aseguró que las reglas del gremio son muy claras: "no engañarás a la audiencia, no dañarás a los animales, y estarás dispuesto a informar cómo fue realizada la película".

Pero el jefe de esta unidad de la BBC, Alistair Fothergill, dijo que aún cuando se usan simulaciones, existe la preocupación de reflejar la vida silvestre tal como es.

El festival de este año estuvo dedicado a la promoción de la conservación de la naturaleza.

El profesor Robert May, asesor científico del gobierno británico encargado del discurso principal del festival, recordó que la humanidad destruyó 30 por ciento del mundo natural sólo desde 1970.

Otro importante debate se centró en la adecuación de este tipo de películas para el público infantil.

"Siempre tenemos que tener en cuenta las preferencias de los niños, aunque éstas son muy difíciles de definir", comentó Michael Lekes, realizador de "Animales Sorprendentes" (Amazing Animals), una serie que se difunde en 50 países, en 20 idiomas.

Una investigación presentada ante la Cumbre Mundial 1998 sobre la Televisión para Niños demostró que éstos suelen preferir los programas para adultos a aquellos realizados específicamente para ellos.

Los niños son una audiencia fundamental para los documentales sobre la naturaleza. "El ambiente es la causa política que más interesa a los niños", comentó el vicepresidente de esa Cumbre, John Richmond.

Los niños se preocupan de la conservación, y los realizadores y emisores deberían contribuir a mantenerlos informados y estimulados ante esta causa, exhortó Richmond. (FIN/IPS/tra-en/nb/ane/mk/lc-ml/cr-en/98

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