AMERICA LATINA: Crisis financiera dominó asamblea de bancos

La crisis financiera mundial y sus efectos sobre la economía regional dominó las sesiones de la XXXII asamblea anual de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), que durante tres días reunió a más de mil banqueros de América Latina en Panamá.

Pese a ello la organización no adoptó una resolución al respecto. El presidente saliente de Felaban, Sebastiao Cunha, afirmo al hacer un balance de la crisis, que a pesar que ella estalló fuera de América Latina la misma los coloca "una vez más en una situación bastante dificil".

En ese sentido precisó que el futuro que le espera a la actividad bancaria se puede resumir en la siguiente frase: "menos bancos y más competencia".

Eficiencia, competencia y productividad son a juicio del banquero los tres elementos básicos para que la banca "pueda sobrevivir a esto".

En el ámbito económico, Cunha acotó que la crisis actual "a puesto en juego la interrogante de si América Latina puede ser económicamente estable y económicamente viable".

Sin embargo, el banquero brasileño dijo que para superar la crisis "América Latina necesitará recibir el apoyo explícito y tangible de los países desarrollados, de las instituciones multilaterales de crédito, de la banca y el capital internacional".

Durante el acto de inauguración de la asamblea, el miércoles, el director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Michel Camdessus, admitió que América Latina es víctima de una crisis importada y pidió a los países industrializados una reforma del sistema financiero internacional para evitar que vuelva a ocurrir.

En ese sentido el secretario ejecutivo de la Comisión Económica para America Latina (Cepal), José Antonio Ocampo, instó a resolver "la asimetría gigantesca entre el mundo financiero cada vez más sofisticado y dinámico", y las instituciones internacionales que deben manejarlo.

"En otras palabras, no tenemos instituciones apropiadas para la globalización financiera, las cuales tendremos que formar a partir de las organizaciones actuales", puntualizó Ocampo.

Ocampo indicó que durante las cuatro crisis financieras que han afectado en distintos grados a los países o grupos de naciones de la región desde octubre de 1997 se han sacado varias enseñanzas.

La primera de ella fue la "incapacidad" de previsión que padecen las instituciones financieras internacionales que no detectaron a tiempo lo que iba a ocurrir, así como "el comportamiento de manada" que adoptaron los países una vez que se desató la crisis.

Otra enseñanza es que se requieren "políticas expansionistas de parte de los países industrializados, fondos de contingencia para manejar los efectos de contagio" que producen las crisis, y una reforma profunda de la arquitectura financiera internacional.

Esa nueva arquitectura debe lograr que en el futuro haya "una mayor coordinación macroeconómica entre los países industrializados".

Tras definir esas pautas como "un principio fundamental de todo el sistema financiero", Ocampo reclamó que se lleve a cabo en el futuro "un monitoreo más preventivo por parte del FMI y otros organismos" financieros internacionales.

"Mejor información, regulación y supervisión", y "sistemas ordenados para manejar y las crisis financieras internacionales, que se manejan de una forma totalmente exagerada", y "evitar el endeudamiento en los períodos de bonanza" económica formaron parte de las recomendaciones del secretario ejecutivo de Cepal.

Según el funcionario, hasta ahora la crisis ha tenido "un efecto grave" en los términos de intercambio comercial en algunos países de la región, sobre todo los productores de petróleo y minerales.

Venezuela ha perdido el seis por ciento de su producto interno bruto (PIB) debido a la caída en los precios internacionales de los hidrocarburos y los metales, en tanto que Chile y Jamaica sufrieron una pérdida de alrededor del 2,5 por ciento, explicó.

Vaticinó que el crecimiento económico va a ser un dos por ciento menor al 4,7 por ciento previsto para 1998, pese a que algunos países, como es el caso de las pequeñas economías de América Central, muestran "una mayor resistencia y probablemente no van a sufrir cambios en sus proyecciones".

La experta estadounidense Katherine Jones, de la firma consultora Prudential Securities, Inc, advirtió que la primera consecuencia de la crisis financieras será el bajo crecimiento que van a experimentar la mayoría de los países del planeta.

Para 1999, lo más probable es que el crecimiento global esté por debajo del dos por ciento, pero en algunas regiones, como es el caso de América Latina, "va ha haber una tasa más lenta", acotó Jones.

Mientras que en Estados Unidos esa tasa puede llegar al 2,5 por ciento, pero tendrá una caída en sus exportaciones superior al cinco por ciento, de acuerdo con la experta.

Como elemento positivo que podría emerger de la crisis, Jones vaticinó una mayor caída de las tasas de interés, lo cual en última instancia va a poner en el mercado "una disponibilidad de capital barato". (FIN/IPS/sh/ag/if/98

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