Los cancilleres de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) deberán designar este viernes a su nuevo secretario general, definir el ingreso de Cuba y dar impulso al acuerdo entre el Mercosur y la Comunidad Andina.
El venezolano Juan Francisco Rojas, actual secretario adjunto de esta organización de 11 países, es el único candidato para recibir el voto de los cancilleres para subrogar al brasileño Antonio Antunes, que ocupó el cargo dos períodos desde 1993.
Rojas, que desde esa fecha se desempeña como secretario adjunto, deberá asumir sus funciones en 1999.
El futuro secretario general de Aladi, de 46 años, es economista, fue funcionario de la Junta del Acuerdo de Cartagena, ministro consejero para Asuntos Económicos en Colombia y director general de Integración Económica del Instituto de Comercio Exterior de Venezuela.
La Aladi está integrada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, y tiene la función de facilitar la concertación de acuerdos de alcance regional en materia arancelaria.
Aunque el cambio de timón en Aladi no es menor, la atención se concentra en el ingreso de Cuba, que de esta forma verá ampliado su horizonte de participación en organismos regionales desde su expulsión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en 1962.
Desde 1986 Cuba actúa como observadora en Aladi y en marzo solicitó su ingreso como miembro activo.
Algunos dipolomáticos dijeron a IPS que "nada está libre de imprevistos", pero el ingreso de Cuba puede considerarse un hecho para el cual sólo falta que los cancilleres de los 11 países levanten su mano.
Es que la decisión estuvo precedida de múltiples reuniones de un grupo de trabajo que en los últimos meses se reunió con delegaciones de la isla.
En esas reuniones se consideró la posición del gobierno de Fidel Castro frente a los acuerdos de la Ronda Uruguay de comercio, el intercambio de servicios, la propiedad intelectual, las compras del sector público y el funcionamiento de las empresas privadas y estatales.
En materia financiera y monetaria se consideró la inversión extranjera en la isla, el funcionamiento del mercado cambiario, los pagos y transferencias del exterior, el comercio, la deuda externa y el Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos.
Cuba ingresará a Aladi como país de desarrollo intermedio y con un sistema de cuota anual que comenzará con 120.000 dólares y aumentará progresivamente en los siguientes cinco años hasta llegar a 200.000 dólares.
Según los últimos informes de Aladi, el comercio entre los países miembros de la organización y Cuba entre 1989 y 1996 tuvo un crecimiento de 41 por ciento al pasar de 552 a 780 millones de dólares anuales.
Así, en ese período se registró un valor acumulado de 4.435 millones de dólares, de los cuales 83 por ciento corresponden a exportaciones de los actuales países de Aladi y 17 por ciento a importaciones.
En ese período, los países de Aladi en su conjunto acumularon un saldo favorable de 2.894,2 millones de dólares, 90,2 por ciento del cual corresponde a Argentina, México y Venezuela, que registran un saldo favorable en su comercio con Cuba durante esos siete años.
Mientras que las exportaciones de Argentina y Brasil observan una tendencia decreciente hasta 1992, que se revierte a partir de 1993, las exportaciones de México y Venezuela observan una tendencia creciente.
El intercambio con Cuba arrojó un saldo positivo para nueve de los 11 países.
En el total del comercio bilateral, la participación de las exportaciones para Argentina, Chile, México y Venezuela se ubica entre 88 y 92 por ciento, para Colombia, Ecuador y Uruguay, entre 74 y 76 por ciento, y para Brasil y Perú, en 53 y 54 por ciento.
Los cancilleres también discutirán cómo destrabar la negociación entre el Mercosur (Mercado Común del Sur) y la Comunidad Andina.
En una reunión celebrada en Buenos Aires, ambos bloques se habían propuesto terminar la negociación antes de septiembre para poner en marcha en octubre un acuerdo comercial.
Este acuerdo será el primer paso para llegar a la liberalización arancelaria antes del 2000.
Sin embargo, las demandas tanto de un lado como del otro impidieron cumplir con ese cronograma y la negociación quedó empantanada.
Ahora, aprovechando la reunión de cancilleres de ambos bloques en Montevideo, se intentará destrabar la negociación, dijo Elbio Rosello, director de Intetgración y Mercosur de la cancillería uruguaya. (FIN/IPS/rr/mj/ip if/98
