La sociedad civil y las autoridades de España reaccionaron al drama del huracán Mitch en América Central buscando soluciones de fondo al subdesarrollo, pero sin olvidar la necesidad de prestar ayuda de emergencia.
El embajador de Honduras en España, José Francisco Morales, calificó de "sin precedentes" la movilización ciudadana y de las organizaciones de la sociedad civil española para prestar ayuda humanitaria. Esas organizaciones recogieron unos 40 millones de dólares en 15 días.
El gobierno que preside el centroderechista José María Aznar adoptó una serie de medidas, desde envíos de dinero y de aviones con ayuda y personal de apoyo, hasta proponer la condonación de la deuda externa y suspender la expulsión de inmigrantes sin visado procedentes de países afectados.
No obstante, lo más trascendente es el reclamo generalizado de que se contribuya con efectividad al desarrollo de aquellos países, a cuyas carencias se atribuye la mayor responsabilidad en los efectos devastadores del huracán Mitch.
Así, se destaca el doble discurso de los países industriales ante las crisis. El matutino madrileño El Mundo tituló su primera página a cinco columnas el domingo 8 afirmando que América Central "recibe 35 veces menos dinero que los especuladores" de la firma Long Term Capital Management (LTCM).
El Mundo puntualizó que la Reserva Federal de Estados Unidos dijo el 23 de septiembre a representantes de la elite financiera de ese país que debían aportar 3.500 millones de dólares para evitar la quiebra del LTCM, una empresa de fondos de inversión de alto riesgo.
El LTCM, controlado por grandes multimillonarios, es un ejemplo de la especulación desenfrenada. Contrajo deudas por 900.000 millones de dólares, 250 veces su capital, algo que ninguna empresa productiva o particular podría lograr.
En contraste, la primera reacción del gobierno estadounidense ante el Mitch fue ofrecer dos millones de dólares, suma que días después subió a 30.
Si se agrega la asistencia de organismos internacionales y de otros gobiernos, se llega a unos cien millones de dólares, o sea 35 veces menos que la ayuda prestada al LTCM.
La debilidad del apoyo a América Central choca con la generosidad mostrada en los últimos doce meses para apagar los incendios de la crisis financiera mundial, afirmó Felipe Sahagún, periodista y profesor universitario de Relaciones Internacionales.
En ese período se destinaron 57.000 millones de dólares a instituciones financieras de Corea del Sur, más de 60.000 millones a Indonesia, 23.000 millones a Rusia y se aprestan de 35.000 a 40.000 millones para Brasil.
Los cien millones de dólares en ayuda equivalen a la décima parte de lo que Honduras y Nicaragua pagan cada año a bancos de países industrializados y organismos financieros internacionales por el servicio de su deuda externa, que suma en total 10.700 millones de dólares, subrayó Sahagún.
Más de cien organizaciones no gubernamentales españolas impulsan una campaña para lograr que se condone la deuda externa de los países más pobres.
Una de ellas, Intermon, compró al Estado español la deuda externa de Mozambique y pagó por ella diez por ciento de su valor total, que era de veinte millones de dólares. El gobierno español ya la había reducido al condonar 85 por ciento.
España propuso este lunes en la reunión de cancilleres de la Unión Europea condonar la deuda a los estados más afectados por el Mitch, Honduras y Nicaragua. La iniciativa fue apoyada por la comisaria europea para Asuntos Humanitarios, Emma Bonino.
El secretario de Estado para la Cooperación Internacional de España, Fernando Villalonga, se pronunció por ampliar la propuesta y condonar la deuda a Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.
Las organizaciones no gubernamentales españolas, apoyadas por la mayoría de los medios de comunicación, abrieron cuentas especiales para recibir aportes destinados a América Central. Los ejemplos de donantes abarcan toda la escala social, desde los reyes hasta los más humildes ciudadanos, pasando por deportistas.
Cuando el humilde club Real Oviedo hizo el domingo un gol contra el poderoso Barcelona, las cuentas de la solidaridad volvieron a aumentar.
Los jugadores de aquel equipo, que lucían en su camiseta la frase "Solidaridad con Centroamérica", comprometieron para esa región el premio que les correspondía si ganaban el encuentro. Y en ese último minuto ganaron. (FIN/IPS/af/mj/dv/98