El asesinato de periodistas se convirtió en la principal preocupación de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que sesiona en Uruguay, al tropezar las investigaciones, en algunos casos, con la pasividad, la negligencia o la complicidad de gobernantes.
El periodista uruguayo Danilo Arbilla, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de esa organización, dijo a IPS este martes que en los últimos años la muerte de periodistas se ha convertido en una "angustia".
En la última década 204 periodistas fueron asesinados en América Latina y el Caribe y este año esa cifra aumentó con 26 nuevos asesinatos, dijo Arbilla a IPS.
"Casi ninguno de esos crímenes fue resuelto. Por eso no sabemos si la muerte se produjo debido al ejercicio de la función del periodista o por otras razones", agregó.
"Pero lo cierto es que en varios casos ha existido negligencia, pasividad o complidad de las autoridades" que impidió el avance de las investigaciones, dijo el periodista.
Entre las "situaciones más graves" de su denuncia, Arbilla mencionó a gobernaciones de México y algunas zonas de Brasil, además de la acción de grupos paramilitares y guerrilleros en Colombia y la ausencia en Perú de una justicia que sea una garantía para los ciudadanos.
La asamblea anual de la SIP, presidida por el jamaiquino Oliver Clarke, está reunida desde el sábado en Punta del Este, 190 kilómetros al este de Montevideo. Las sesiones concluirán este miércoles.
Del informe presentado por los diversos países surge que en Brasil aún no se ha resuelto el asesinato de ocho periodistas y que varios fueron objeto de "amenazas y asaltos".
En México, cuatro periodistas fueron asesinados en los últimos dos meses, mientras que en Colombia en los seis meses pasados fueron asesinados ocho periodistas e igual número fueron secuestrados y luego liberados por la guerrilla.
En Argentina, pese a que se ha desarrollado una intensa actividad policial y judicial, no hubo ningún avance en la investigación en torno al asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas.
Arbilla, que ocupa su cargo hace cuatro años y que cesará este año, dijo que durante su gestión se notaron avances y retrocesos en materia de libertad de expresión.
"Todavía muchos no comprenden que la libertad de expresión es la primera libertad de los ciudadanos. Cuando ésta cae, detrás vienen las dictaduras, las torturas y las violaciones de derechos humanos", opinó.
Arbilla recordó que la libertad de expresión es "el fundamento de la democracia" y que, aun cuando los dirigentes políticos la respetan en términos generales, "a veces creen que es un impedimento para su tarea".
Entre los retrocesos, el director del semanario uruguayo Búsqueda mencionó una ofensiva de legislación restrictiva en varios países de la región.
Entre ellos mencionó a Uruguay, Canadá, Costa Rica, El Salvador, México, Venezuela y Cuba, donde "el gobierno continúa hostigando a la prensa independiente".
La otra cara de la moneda fue el informe presentado por Estados Unidos, que dijo que en ese país "existe la perecepción de que la prensa disfruta de demasiada libertad"
"Muchos estadounidenses no está complacidos por la cobertura del caso Clinton-Lewinsky" y "varios periodistas fueron despedidos por inventar historias" para diarios prestigiosos, dijo el informe.
Para Arbilla también se registraron avances importantes, como los que produjo un proyecto de la SIP sobre crímenes sin castigo contra periodistas, que culminó en julio y agosto de 1997 con una conferencia hemisférica en Guatemala.
A partir de ese trabajo, la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas pra la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) formuló recomentaciones a los gobiernos "para hacer más efectiva la investigación de esos crímenes", dijo el periodista.
Arbilla señaló que también la Organización de Estados Americanos recomendó a los gobiernos mejorar su gestión en esa materia.
Mientras, la cumbre de presidentes de América realizada en abril en Santiago aprobó la creación de una relatoría de libertad de expresión que quedó a cargo del argentino Santiago Cantón.
"Ya era hora de que los organismos internacionales le dieran a la libertad de expresión la jerarquía de derecho humano que habitualmente era relegada a un segundo plano. Las organizaciones privadas deben también tomar conciencia de este hecho", dijo Arbilla. (FIN/IPS/rr/mj/hd/98