VENEZUELA: Chávez pide a Caldera destituir a jefe del ejército

El candidato presidencial venezolano Hugo Chávez emplazó hoy al presidente Rafael Caldera a que destituya al comandante del ejército, el general Ruben Rojas, como prueba de que es ajeno a una alegada conspiración contra su triunfo.

Chávez, un teniente coronel retirado de 44 años que encabezó un intento de golpe de Estado en 1992 y es ahora el favorito de los sondeos para las elecciones del 6 de diciembre, reiteró su denuncia de que Rojas busca impedir que llegue al poder.

Rojas es yerno de Caldera y antes de ser designado como jefe del ejército en el último cambio del Alto Mando militar dirigió la Casa Militar del presidente, con un poder que sus críticos aseguran que sobrepasó sus funciones específicas.

En un encuentro con corresponsales extranjeros, Chávez arguyó que Caldera debe "mostrar que no está comprometido" en la denunciada conspiración separando a Rojas de su cargo.

"Si ante tantas evidencias" sobre las alegadas maniobras conspirativas de Rojas, el presidente "no adopta una acción rápida y visible, deberemos pensar que es cómplice" de su yerno, aseguró Chávez.

El oficial retirado, candidato del Polo Patriótico de grupos de izquierda y militares que participaron en las dos cruentas asonadas de 1992. aseguró que las maniobras para evitar su triunfo incluyen planes para asesinarlo y la suspensión de los comicios presidenciales.

Chávez dijo que los grupos que han controlado los 40 años de democracia en Venezuela "están desesperados" y han pasado a pensar "en cosas tenebrosas, muy delicadas".

El candidato indicó que Rojas ha tenido encuentros con dirigentes de Acción Democrática (AD), la fuerza que más veces ha gobernado en los 40 años de democracia y que junto con el partido socialcristiano Copei ha conformado el agotado bipartidismo.

Pero afirmó que no tiene pruebas de que haya grupos políticos y empresarios que participen en su denunciada conspiración.

Chávez aparece como el favorito para gobernar Venezuela desde febrero en todas las encuestas, al capitalizar el rechazo de la población a los partidos y a los poderes democráticos ante el hundimiento de las condiciones de vida en el país, donde 68 por ciento vive en la pobreza, según cifras oficiales.

El líder del Movimiento V República centra su oferta política en la convocatoria a una Asamblea Constituyente con capacidad para disolver el Congreso e intervenir el Poder Judicial, en tanto plantea una mayor intervención del Estado en la economía.

El candidato recibe su sueldo y prebendas de oficial retirado, ya que Caldera suspendió su juicio y lo liberó al llegar al poder en 1994, a cambio sólo de que pidiese su baja anticipada.

El ministro de Defensa, el vicealmirante Tito Rincón, demandó en las últimas semanas que se saque el tema militar de la campaña electoral y negó cualquier posibilidad de golpe de Estado, ante los insistentes rumores en ese sentido.

Los medios de comunicación también se hacen eco de versiones según las cuales sectores militares, apoyados por grupos civiles, estarían proyectando un denominado "golpe preventivo" tras las elecciones regionales y legislativas del 8 de noviembre.

Varios analistas coinciden en subrayar que Rojas dijo en un acto militar público que "el ejército no apoya a quienes se levantaron en armas contra la República", lo que hasta ahora no ha sido negado por el general ni por el ministro Rincón.

Chávez afirmó que Rojas ordenó que el batallón de tanques de Caracas pase a obedecer sólo sus ordenes, lo que es irregular, mientras habría promovido que el 6 de diciembre los militares que participan en las elecciones estén bajo su mando y no del organismo castrense especial para esa tarea.

El candidato también responsabilizó a Rojas de la suspensión de un previsto encuentro suyo con el Alto Mando hace una semana, debido a que el general anticipó la noche antes que no concurriría a la cita y presionó a otros comandantes para que adoptaran una postura similar.

Chávez dijo que el ministro Rincón mintió cuando argumentó que la audiencia se suspendió porque el candidato pretendía concurrir con otros oficiales golpistas que son candidatos a gobernadores. "Ahora tengo dudas sobre la posición del ministro", afirmó.

El candidato insistió en que las acciones de Rojas han creado "peligrosas fisuras" dentro de las Fuerzas Armadas "que amenazan la paz en Venezuela", cuando en los cuarteles aún se estaban cerrando las heridas que dejaron las rebeliones de 1992 contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez.

Chávez dijo que un eventual asesinato suyo abriría en Venezuela un largo período de violencia, como el que desató en la vecina Colombia la muerte del dirigente liberal Jorge Eleicer Gaitán en 1948. (FIN/IPS/eg/ag/ip/98

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