URUGUAY: Muerte en el tránsito, irresponsabilidad y corrupción

Dos organizaciones no gubernamentales (ONG) de Uruguay reclaman medidas drásticas para combatir el aumento de muertes en el tránsito, determinadas por irresponsabilidad, alcohol y corrupción.

Renacer y el Movimiento contra los accidentes realizarán el jueves 15 una marcha por el centro de Montevideo para llamar la atención sobre lo que consideran un drama diario que cada año arroja un saldo de más de 500 muertos en Uruguay, país con una población de 3,1 millones de habitantes.

Aunque las muertes en el tránsito representan sólo 1,5 por ciento del total de fallecimientos del país, aumentan a 22 por ciento entre los jóvenes de 19 a 24 años. Según el Ministerio de Salud Pública, en los últimos años se registró un aumento del porcentaje de accidentes con muerte dentro de este grupo etario.

Entre 1992 y 1996 las muertes en accidentes de tránsito de jóvenes entre 19 y 24 años crecieron casi 80 por ciento. Voceros de "Renacer", una ONG formada por personas cuyos hijos murieron en accidentes de tránsito, dijeron a IPS que no existen soluciones concretas.

Mientras la expectativa de vida en Uruguay llega a casi 73 años, una de las mayores de América Latina, y la tasa de mortalidad infantil se redujo a 16 por mil, "la muerte de ancianos, niños y jóvenes aumenta cada día debido a los accidentes de tránsito", señalaron.

En 1974, el número de accidentes de tránsito en Uruguay fue de 21.900 y en 1996 aumentaron a casi 60.000, según datos oficiales. Este último año, la tasa de muerte por accidentes de tránsito fue de 137 personas cada millón de habitantes, contra 63 de Francia, 46 de Estados Unidos y 38 de Suecia.

Esta situación de torna dramática si se considera que que en Estados Unidos hay 514 automóviles particulares cada 1.000 habitantes, en Francia 430 y en Uruguay 154.

La caída de los aranceles y el aumento del poder adquisitivo de los uruguayos en los últimos años determinó un fuerte crecimiento del parque automotor. En 1987, circulaban 589.000 vehículos y actualmente cerca de 900 mil unidades, es decir, un vehículo por cada 3,6 personas.

El aumento de vehículos nuevos, especialmente en Montevideo, donde vive casi 46 por ciento de la población del país, es una de las principales causas del aumento de accidentes debido a que los automóviles desbordaron las previsiones viales.

Pero esa no es la única razón, según un estudio que realizó la empresa Equipos Consultores para la Intendencia de Montevideo.

Incumplimientos frecuentes y generalizados de las reglas y ordenanzas de tránsito, resistencia a utilizar cinturón de seguridad en los automovilistas o casco en los motociclistas, se añaden a esas razones.

Pero también acciones corruptas o irresponsables de los funcionarios encargados de entregar la licencia habilitante son razones clave para que se produzcan accidentes.

Un estudio de la empresa encuestadora Sybila realizado este año para un canal de televisión indicó que un tercio de los consultados admitió que "realmente no sabía" conducir o que lo hacía "más o menos" cuando recibió la licencia.

El 76 por ciento de los encuestados dijo que las pruebas a que fueron sometidos les resultadon muy sencillas y el 24 por ciento reconoció haber "comprado" su título mediante pagos ilegales a funcionarios o por gestiones amistosas.

Las estadísticas revelan que el mayor índice de accidentes se produce en la franja costera uruguaya, entre Colonia, 190 kilómetros al oeste de Montevideo, y Rocha, 400 kilómetros al este de la capital. En esa área murieron 408 de las 556 personas fallecidas en 1996 en todo el país.

Expertos en tránsito de la Intendencia de Montevideo dijeron a IPS que las rutas de ese lugar concentran un elevado número de vehículos que se dirigen a las playas durante las vacaciones, en especial los de argentinos que ingresan a Uruguay con dirección al este.

Otro elemento determinante de los accidentes de tránsito es el aumento del consumo de bebidas alcohólicas. Entre enero y mayo de este año, la Policía Caminera constató que 20 por ciento de los conductores controlados tenían niveles peligrosos de alchol en la sangre.

Sin embargo, el control de alcholemia es mínimo, ya que en todo el país sólo hay 40 aparatos (espirómetros) que permiten medir el nivel de alcohol en la sangre, señaló Elbio Umpierrez, presidente de la Comisión Nacional de Prevención de Tránsisto. (FIN/IPS/rr/ag/pr/98

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