Las mujeres representan 40 por ciento de la mano de obra agrícola en América Latina y el Caribe, pero este aporte social y económico sigue siendo ignorado, señaló hoy la oficina regional de FAO en la víspera del Día Mundial de la Alimentación.
"Las mujeres nutren al mundo" es el lema de la fecha que se celebrará este viernes, en conmemoración del aniversario número 53 de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación).
Germán Rojas, oficial de información de la oficina regional de FAO para América Latina y el Caribe, con sede en Santiago, subrayó la necesidad de reconocer el aporte social de la mujer campesina, relegada a un papel en apariencia sólo doméstico.
El experto destacó que más de 50 por ciento de los alimentos que se consumen en el mundo son producidos por mujeres y dijo que la FAO está empeñada en mejorar sus condiciones de vida e ingresos como un factor esencial para el desarrollo.
Según informes de la organización, las mujeres representan 40 por ciento de la mano de obra agrícola en América Latina y el Caribe, porcentaje inferior a los del área Asia-Pacífico y Africa donde la participación oscila entre 60 y 80 por ciento.
En su último informe sobre "El estado mundial de la agricultura y la alimentación", FAO destacó al aporte de la mujer como productora agrícola y señaló que las campesinas son un agente fundamental para la seguridad alimentaria mundial.
En el mundo hay 840 millones de personas que sufren hambre y desnutrición crónica, fenómeno que afecta a ocho por ciento de la población de América Latina y el Caribe, es decir a unos 50 millones de habitantes de la región.
La meta fijada por FAO tras la Cumbre Mundial de la Alimentación, celebrada en Roma en 1996, es reducir para el 2015 a la mitad, es decir unos 400 millones, el número de habitantes del planeta que sufren de desnutrición crónica.
Para alcanzar este objetivo, "es necesario que se realice plenamente el potencial de la mujer como productora y suministradora de alimentos", advirtió la organización este jueves.
La mujer debe tener acceso pleno y en igualdad de condiciones que los hombres a los recursos y servicios básicos, pero en muchos países está, por ejemplo, vedado su acceso a un bien esencial como la tierra, añadió la FAO.
"La mujer, a la que a menudo se le niega el acceso a la tierra por razones culturales, económicas o sociales, está menos inclinada, como es comprensible, a invertir un tiempo precioso y unos recursos escasos en la mejora de la tierra a largo plazo", según la organización internacional.
Pero ése "es un requisito previo para fomentar la producción de alimentos", agregó.
En esta perspectiva, la FAO advirtió que es necesario reconocer a la mujer, y en especial a las jefas de hogar en el agro, como sujetos de crédito, para que tengan acceso a los recursos financieros también en igualdad de condiciones con los hombres.
El mejoramiento del nivel de educación de las campesinas es otro de los resortes estratégicos de la propuesta de FAO. Según un estudio del Banco Mundial, si la mujer recibiera el mismo grado de educación que el hombre, la productividad de las fincas agrícolas aumentaría entre siete y 22 por ciento.
"Garantizar a la mujer acceso en igualdad de condiciones a la educación y a otros servicios debe considerarse tanto una cuestión de justicia como una inversión que puede producir beneficios excepcionales para las personas que sufren hambre en el mundo", según el organismo de Naciones Unidas.
La discriminación o subvaloración no se produce sólo en los centros productivos y en los hogares campesinos, ya que también las mujeres son desplazadas por los hombres en cargos de dirección de organismos de extensión y enseñanza agrícola.
Ello ocurre pese a que es creciente el número de mujeres con grados profesionales en la agricultura, como ocurre por ejemplo en Perú, donde representan 30 por ciento de las licenciaturas universitarias del sector, según estudios de FAO. (FIN/IPS/ggr/mj/dv/98