/REPETICION/ PANAMA: Sector financiero pone las barbas en remojo

La crisis financiera mundial provocó la retracción del prometedor mercado de inversión de Panamá, cuyos operadores temen una posible recesión económica global.

La Bolsa de Valores de Panamá, Wall Street Securitis, The Private Asset Management y el Banco Latinoamericano de Exportaciones (Bladex), las cuatro principales firmas de servicios financieros del mercado panameño, admiten haber sufrido pérdidas a causa de la crisis mundial.

Un informe de Bladex señaló que las ganancias del tercer trimestre del año fueron "adversamente afectadas" por la volatilidad de los instrumentos financieros en los mercados de América Latina.

Bladex, cuya sede central se halla en Panamá, fue fundado a principios de los años 80 por los bancos centrales de 20 países latinoamericanos para promover exportaciones y participar en el mercado de valores de la región y de otras zonas del mundo.

Los estrategas del banco calcularon en ocho millones de dólares el efecto negativo neto en el tercer trimestre de este año.

Pero The Private Asset Management habría tenido pérdidas entre 25 y 50 millones de dólares en lo que va de 1998, pese a que su propietario y fundador, José María Fernández, afirmó que ese dato es exagerado y supone que su firma tiene "mucho poder".

No obstante, Fernández admitió que la empresa sufrió pérdidas que la han obligado a despedir a casi una tercera parte de su personal.

La Bolsa de Valores, aunque según sus directivos "está curada" contra los cambios bruscos en el mercado, también fue afectada. Sus operaciones cayeron casi cuatro por ciento.

"Eso no es nada, porque no es activo, no es liquidez ni es reflejo inmediato de la situación internacional", puntualizó el portavoz de la bolsa, Joseph Abbo, tras admitir la pérdida señalada.

La Bolsa de Valores negoció en 1997 un total de 711,3 millones de dólares y esperaba que el volumen de operaciones aumentara este año a 1.000 millones.

El analista financiero Arturo Tapia, director de la compañía Wall Street Securities, indicó que las firmas que operan con valores no deben aventurarse fuera de las fronteras nacionales mientras persista el peligro de recesión mundial.

Tapia se limitó a señalar que su empresa "no ha sido demasiado afectada" por la crisis financiera internacional, pues mantuvo sus operaciones en el marco del mercado interno. "El inversionista panameño es por naturaleza conservador y consistente", explicó.

Sólo cuatro por ciento de los clientes de Wall Street Secutiries están dispuestos a entrar en los mercados emergentes latinoamericanos, subrayó Tapia.

Los 109 bancos locales y extranjeros que operan en la plaza panameña, cuyos activos suman casi 36.000 millones de dólares, no fueron alcanzados por la crisis, pues orientaron el crédito hacia el dolarizado mercado interno de consumo, indicó el gerente la sucursal del Dresdner Bank en Panamá, Bernd Kleinworth.

Mientras, los industriales y comerciantes exhortaron al gobierno a buscar fórmulas para evitar que el sector exportador sea afectado por la crisis financiera mundial como ocurrió con la zona libre de Cólon, ubicada en el litoral Caribe.

La turbulencia financiera "ha complicado la situación en algunos países de la región", lo cual repercute sobre los negocios de la zona libre de Colón y sobre el sector exportador, observó el presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Panamá, Edgardo Carles.

Las 1.800 compañías nacionales y extranjeras que operan en la zona libre perdieron este año cerca de 400 millones de dólares en ventas a causa de la depreciación de monedas latinoamericanas, indicó Carles.

La zona libre de Colón, que moviliza alrededor de 10.000 millones de dólares anuales en importación y reexportación de mercaderías hacia los países de la región, tuvo en 1997 una participación de 13,6 por ciento en el producto interno bruto (PIB) de Panamá y ofreció empleo a más de 14.000 personas.

Al término del segundo semestre de este año, el aporte de la zona libre al PIB era de sólo un 2,9 por ciento.

La caida de los negocios en la zona libre junto y la depresión del sector agropecuario enfriaron la economía panameña. La actividad creció sólo 2,3 por ciento en el segundo trimestre de este año, frente a 3,9 en el primero, y se cree que podría debilitarse aún más. (FIN/IPS/sh/ff/if/98

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