PERU: Alcalde de Lima se apresta a enfrentar a Fujimori

El alcalde de Lima, Alberto Andrade, logró con su reelección el domingo el aval popular para enfrentar al presidente Alberto Fujimori en las elecciones del 2000.

Andrade obtuvo el domingo más de 60 por ciento de los votos en la capital peruana, un resultado que será decisivo para las próximas elecciones presidenciales, en el 2000.

En el resto de las elecciones locales celebradas en todo Perú hubo una fuerte votación a favor de candidatos que, al igual que Andrade, son ajenos a los partidos tradicionales y al oficialismo.

El gobierno, representado por el Movimiento Somos Vecinos y el candidato Juan Carlos Hurtado Miller, solo logró acercarse en Lima a 30 por ciento de los votos emitidos.

No dejó de pesar en el ánimo general, como telón de fondo, el fracaso de Fujimori en su prisa por solucionar los problemas limítrofes con Ecuador.

Luego de conocidos los resultados, fue inevitable que los análisis y comentarios se apartaran de las cuestiones municipales para centrarse en las elecciones generales del 2000, en las que Fujimori aspira a postularse a la reelección.

Andrade, de filiación independiente, decidió radicalizar su oposición a Fujimori luego de que la mayoría de los partidos tradicionales, que le reprochan su supuesta tibieza, evitaron invitarle a las infructuosas conversaciones por un acuerdo políticas realizadas en marzo.

Luis Alva, principal dirigente del opositor Partido Aprista Peruano (PAP), sostuvo en abril que Andrade no se ha enfrentado a "la política neoliberal del gobierno", y "pretende encarnar un fujimorismo sin Fujimori".

La del domingo fue una jornada electoral tranquila, con ambiente de fiesta democrática aunque menudearon las quejas por deficiencias técnicas. El observador de la OEA Santiago Murray negó que esos problemas invalidaran los resultados.

La victoria fue anunciada. Desde el día en que se inició la campaña electoral no hubo duda sobre la abrumadora popularidad de Andrade, señalada reiteradamente por las encuestas. Incluso los resultados finales parecen estar un poco por debajo de las estimaciones iniciales.

Andrade, un abogado y experto en negocios de 55 años, participó en la actividad política por primera vez en 1982 logrando un cargo de regidor en el importante distrito de Miraflores.

En 1989, integrando el derechista Partido Popular Cristiano ganó por amplio margen la Alcaldía de Miraflores, triunfo que repitió en 1992, año en que renunció a ese sector político.

Para pujar por la Alcaldía de Lima en 1995, Andrade organizó el movimiento independiente Somos Vecino, con el que obtuvo 52 por ciento de los votos. Ese resultado puso fin a la carrera política de su contrincante, Jaime Yoshiyama, cercano colaborador de Fujimori.

En las elecciones pasadas cambió el nombre de su movimiento a Somos Perú, para darle proyección nacional.

La preferencia ciudadana por Andrade está ligada a la pérdida constante de Fujimori en el favor del público.

Andrade puso el énfasis en su gestión al frente de la Alcaldía de Lima en la limpieza, el abatimiento de la venta ambulante, el emballecimiento de los jardines, la recuperación del centro antiguo y la conversión del viejo y sucio "barrio chino" en una atracción turística.

El alcalde debió enfrentar al gobierno de Fujimori, que recortó la asignación de recursos y el poder de decisión del gobierno municipal capitalino.

El Ministerio de la Presidencia se convirtió a lo largo del gobierno de Fujimori en una herramienta política que controla de forma directa grandes recursos económicos que sistemáticamente quedan fuera de la órbita de las municipalidades.

Esto es lo que alienta a la oposición a afirmar que el entorno del actual presidente prepara un gran fraude electoral para el 2000, en un concepto distinto a la vieja manipulación de urnas y votos, lo que ya no parece posible técnicamente.

Andrade deberá todavía pasar escollos importantes, como, por ejemplo, convertir su movimiento vecinal Somos Perú en partido político formal, para lo cual debe inscribirlo con no menos de medio millón de firmas.

Esa cantidad de adhesiones es abrumadora y deja en evidencia la intención de cometer fraude a favor de Fujimori, según la oposición.

La candidatura de Andrade es respaldada por quienes aprueban la línea económica de Fujimori pero rechazan su intención de lograr un tercer mandato consecutivo y su estilo autoritario de gobierno. Esos sectores también responsabilizan a los servicios de inteligencia de ataques contra los derechos humanos y civiles.

El aprista Alva sostuvo que "la verdadera oposición a Fujimori debe enfrentar también su línea económica", pues "sin ese ingrediente definitorio, es sólo oportunismo".

La izquierda legal, dividida después de su severa derrota electoral de 1995, se muestra confundida frente a la disyuntiva que le proponen el Apra y Andrade.

"Es más importante derrotar al liberalismo salvaje que limitarse a luchar contra Fujimori para poner en el gobierno a otro igual que él", sostuvo el ex alcalde de Lima y ex candidato a la presidencia de Izquierda Unida, Alfonso Barrantes.

"Primero cerremos el paso a las intenciones de Fujimori y sus socios de la cúpula militar y de los servicios de inteligencia. No debemos dispersar nuestras fuerzas", advirtió, en cambio, el también marxista Javier Diez Canseco.

Se estima que el actual presidente tendría pocas posibilidades de vencer a un rival apoyado por la oposición unida. La renuncia a ese proyecto en marzo hace prever que ningún candidato logrará en el 2000 la mayoría absoluta de votos necesarios para triunfar en la primera vuelta. (FIN/IPS/jg-al/mj/ip/98

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe